The Project Gutenberg EBook of Viajes por Europa y America by Gorgonio Petano y Mazariegos This eBook is for the use of anyone anywhere at no cost and with almost no restrictions whatsoever. You may copy it, give it away or re-use it under the terms of the Project Gutenberg License included with this eBook or online at www.gutenberg.org Title: Viajes por Europa y America Author: Gorgonio Petano y Mazariegos Release Date: September 18, 2004 [EBook #13492] Language: Spanish Character set encoding: ASCII *** START OF THIS PROJECT GUTENBERG EBOOK VIAJES POR EUROPA Y AMERICA *** Produced by Paz Barrios and the Online Distributed Proofreading Team. This file was produced from images generously made available by the Bibliotheque nationale de France (BnF/Gallica) at http://gallica.bnf.fr VIAJES POR EUROPA Y AMERICA DE D. GORGONIO PETANO Y MAZARIEGOS PRECEDIDOS DE UN PROLOGO POR EL SR. D. PATRICIO DE LA ESCOSURA DE LA ACADEMIA ESPANOLA PARIS LIBRERIA FRANCESA E INGLESA DE J.H. TRUCHY 26, BOULEVARD DES ITALIENS, 26 PARIS.--IMPRENTA DE E. THUNOT Y CĒ Calle Racine, 26, cerca del Odeon. 1858 A LA SAGRADA MEMORIA DE SU AMANTISIMO PADRE. EL AUTOR. A MI QUERIDO AMIGO EL SR. D. G. PETANO Y MAZARIEGOS. Mal inspirado esta V., amigo mio, deseando que sea yo quien le escriba un prologo para sus _Viajes_, libro que, por una parte, no necesita de ajenas recomendaciones por ser tan curioso y entretenido, como elegante y concienzudamente escrito; y que versa por otra sobre un asunto en el cual, mas acaso que en otro alguno, soy incompetente. Y ipor Dios santo! que no se me alarme V. ni crea que hablo asi o por intempestiva modestia, o por placer de sentar una paradoja. Nada de eso, amigo mio, nada de eso: digole a V. lo que pienso, lo que es cierto: soy en materia de Viajes el mas incompetente de los mortales. Y sin embargo, ni puedo ni quiero negar, que pocos espanoles hay tan _asendereados_ como yo; porque en efecto, desde el "primer sollozo de la cuna" hasta la fecha, pocos dias ha y quincuagesimal de mi vida, estoy corriendo por montes y valles, yendo de _Ceca_ en _Meca_, "Sin encontrar en la tierra Un punto donde parar," como dice al Don Juan del _Hombre de Mundo_ el protagonista de aquella excelente comedia. Todo eso es cierto: nino aun, una persecucion politica me traia primero a Francia, y luego a Inglaterra me enviaba: de regreso a Espana la vida militar paseandome primero de guarnicion en guarnicion, mas tarde con la guerra civil teniendome siempre a caballo, haciame correr una gran parte de nuestro pais, que despues acabe por decirlo asi de visitar como empleado o por negocios propios: cinco emigraciones, en fin, y algun viaje voluntario desde el ano de 1840 hasta el dia, me han obligado de nuevo y repetidamente a visitar las antiguas Galias y la Gran Bretana, y dadome ocasion para ver la Belgica, Portugal y una parte de la Alemania. Pero ni eso es _viajar_ ni Dios me ha hecho _viajero_, que entre los que tal nombre merecen y los simples _viandantes_ como yo, hay una diferencia inmensa. ?Viajan por ventura el correo de Gabinete, aunque pase su vida entera corriendo los caminos reales, o el fatuo que a Paris viene a barnizarse las unas y olvidar el castellano, sin aprender el frances? _Viajar_ es un arte que supone un gran fondo de filosofia, un razonable capital de instruccion, el talento natural y la vocacion del observador, mucha rectitud de juicio, y tiempo ademas, y medios pecuniarios para utilizar todos los enumerados elementos. Suponga V. a un hombre siempre en movimiento mal de su grado; siempre habiendoselas con la policia o recelando tener que haberselas; preocupado el entendimiento por aspiraciones politicas; y con el corazon constantemente en el pais de que su mala suerte le aleja; y digame en conciencia si tal hombre es ni puede ser nunca _viajero_ aunque mas tierras corra que el mismisimo _Judio Errante_. Tal es mi caso, amigo mio: he caminado mucho y viajado poco: y no obstante, tambien como V. sonaba yo alla en mis juveniles anos en el placer de los viajes; extasiabame con _Robinson_, deleitabame con _Rolando_, no me detenia en engolfarme en el _Viajero universal_, y acaso acaso tuve mis tentaciones de tomar por modelo al _Joven Anacarsis_. Los unicos viajes que nunca me cautivaron fueron los del atildado alumno del insoportable _Mentor_, y todavia confieso a V. que no he podido reconciliarme con el celebre y para mi empalagoso libro del Sr. Fenelon. Pero vinieron los anos y con ellos los trabajos; comence a vagar y disiparonse naturalmente mis ilusiones de viajero. Mas dichoso V. que yo, mas perseverante en su vocacion, mejor dotado para su proposito por la naturaleza, va, joven aun, a enriquecer nuestra literatura con un libro original y bien escrito de _Viajes_, genero que se ha cultivado poco en Espana hasta el presente. Apruebolo sinceramente por el asunto y la feliz manera de desempenarlo: lo aplaudo ademas porque creo que el conocimiento de los paises extranjeros puede ser para el nuestro un poderoso estimulo de adelanto en las vias del progreso en que con razon dice V. que ha penetrado hace ya anos, y tambien un argumento para responder victoriosamente a los que nos acusan de estar aun en la barbarie sumidos. Hay ademas hoy en el mundo una senalada tendencia a suprimir las distancias, borrar las distinciones y confundir los intereses. Van desapareciendo poco a poco las antipatias de raza, van suavizandose las rivalidades de nacionalidad; las corrientes de la humanidad se muestran en su curso convergentes; y si la _unificacion_ esta lejos todavia, no tan remota que el anteojo de la filosofia no la divise en lontananza. En tales circunstancias, amigo mio, el libro de V. que _presenta_ los Espanoles a los extranjeros, y a estos aquellos, como es costumbre en la buena sociedad inglesa, cuando entre personas que no se conocen se halla un tercero con ambas relacionado: el libro de V., digo, facil y corrientemente escrito, observador sin pesadez, filosofo sin pretensiones, _presentandonos_ unos a otros, facilita el trato, y consecuentemente prepara la amistad. iComo no ha de aplaudir el libro de V. quien como yo desea con toda su alma una union de todos los pueblos, que acabe, si es posible, hasta con el nombre de la guerra, y en consecuencia haga que de uno a otro polo no haya mas imperio que el de la ley, y que esa sea siempre la expresion de la voluntad universal! Si no me es dado pues ni disertar cientificamente sobre los viajes en general: si no me atrevo a decir a V. _pluma a pluma_ ya que no cara a cara, todo lo bien que pienso, y que si no me engano pensara el publico de su interesante libro: puedo por lo menos en conciencia, y sin temor de ofender la modestia del que le ha escrito, asegurar que no ganariamos poco en que todos los jovenes que viajan lo hiciesen con el fruto que V. y sobre todo en que, comprendiendo la deuda que todos con la patria tenemos, la pagaran como V. haciendo a su pais participe del resultado de sus estudios y observaciones. En la imposibilidad de hacerle a V. un prologo, le escribo lo que pienso de sus _Viajes_: acepte V., amigo mio, acepte el obolo de la incompetencia, y crea sobre todo que solo por aquello de que _impossibile nemo tenetur_, deja de complacerle tan por completo como lo deseara su sincerisimo y apasionado amigo: PATRICIO DE LA ESCOSURA. Paris, noviembre 1857. #DE COMO UN PROLOGO ES A VECES NECESARIO.# No es la moda la que coloca la pluma en mis manos: al contrario, he tenido necesidad de discutir conmigo mismo para convencerme de que al resumir en un volumen las notas de mis viajes, me obedezco, sin tener en cuenta para nada que la moda es esta. Teniendo la pasion de la lectura y alentado por la buena acojida que han obtenido los diferentes ensayos literarios que he dado a la estampa, nada mas logico que bosquejar el cuadro de mis viajes. iEl viaje! esta ha sido mi constante aspiracion desde que tuve la edad de quince anos. iGracias mil a Dios que me ha otorgado la realizacion de mis ensuenos, acariciados tanto tiempo por mi imaginacion! Sucediame siempre una misma cosa cada vez que me paseaba en el campo. La idea del viaje, siempre companera de mi memoria, era constantemente el tema seguro de mi conversacion: mirando siempre delante de mi, me impacientaba contra el horizonte que cerraba el paso a mi vista. Los limites que las encumbradas montanas trazaban naturalmente a mi curiosa mirada siempre avida de penetrar a traves de los terminos, cruzabales afanoso con el pensamiento; y solazaba mi fantasia con el bellisimo lienzo que en mi ilusion dibujaba. Un cielo nuevo, diferentes praderas y torrentes, aire mas dilatado, otros espacios, un _mas alla_ distinto del que siempre me encerraba en su estrecho ambito; he aqui mis deseos eternos. Estas eran mis frases; esta mi necesaria conclusion cada vez que regresaba del campo. La idea de visitar nuevos paises, se presentaba constantemente a mi imaginacion con un delicioso misterio que me fascinaba. La lengua, los trajes, las costumbres, toda la vida analizada en conjunto y en detalle, fingiala en mi deseo, como distinta y nueva, en parangon con la que yo conocia. Mas tarde, cuando entrevi la utilidad de los viajes, por la instruccion y conocimiento del mundo que reportan, tomo carta de naturaleza dentro de mi cerebro--por decirlo asi--la idea de viajar. Hoy, que afortunadamente he visitado algunos paises, dando cumplida satisfaccion a mis aspiraciones, justo y hasta necesario es que concrete en un solo cuadro los recuerdos de mis excursiones. No pretendo escribir un libro: si la frase no estuviera gastada, yo llamaria a este epitome _impresiones de viaje_, pero tantos son ya los que asi han bautizado a sus apuntes, que yo me aparto a toda prisa de semejante diccion y concluyo este mal hilbanado prologo rogando al lector que califique este trabajo del modo que mas cuadre a su gusto. Como quiera que sea, esta publicacion no es otra cosa que una galeria de cuadros naturales tomados a la vista: los colores que empleo, tomados de mi pobre paleta, son debiles pero exactos. Y basta para un prefacio: era indispensable consignar que este libro no es hijo de la moda: si no me equivoco, lo he apuntado ya, y si no se entiende bien, sepase al menos que yo he pretendido decirlo. #ESPANA#. La Espana, nuestra querida patria, tan calumniada por algunos extranjeros que con trivial ligereza han querido juzgarla, sin estudiar en modo alguno su estado actual, avanza rapidamente en el camino del progreso, y dentro de muy pocos anos ocupara el importante rango que de hecho la pertenece en Europa. Cualquiera otra nacion del mundo que hubiera tenido que pasar por las duras pruebas que la nuestra, con sus revueltas politicas tan frecuentes, con sus inutiles gobiernos, con su fratricida y desoladora guerra civil de siete anos, hubiera sido borrada de los mapas y fundido en cualquiera otra su deshecha nacionalidad. Nuestra querida patria, que a pesar de todo, ha guardado incolume hasta hoy su santa independencia, que vive vida propia, que trabaja y avanza y que toca ya las ventajas de un magnifico porvenir, ha probado al mundo con esta demostracion de pujante vitalidad propia, que se basta a si misma y que merece ocupar un gran puesto en el congreso de los pueblos civilizados. Los dos altos y augustos sentimientos que viven en su corazon y la han conducido a salvo por en medio de tempestades y peligros, son el sentimiento religioso y el nacional: aqui amamos a Dios y a la patria; y estas dos poderosas virtudes que de luengos siglos poseemos, que guardamos con religiosa exactitud y que de seguro trasmitiremos a nuestros venideros, son dos poderosas palancas de porvenir y fuerza. Nuestra legislacion municipal, la mas rica, la mas libre, la mas antigua de Europa, nos ha dado una educacion intrinsecamente democratica, que ha engendrado en nuestras almas el innato amor a la libertad. En vano se nos hablara de la dinastia austriaca que ha gobernado nuestra Espana con las formas del absolutismo: nuestros ilustres comuneros de Castilla, combatiendo los primeros del mundo en batalla campal contra la tirania de los Reyes, son una soberbia y altiva protesta que nuestro caracter escribio en los campos contra todo lo despotico. Nuestras costumbres, practicamente libres, no importadas de parte alguna, son las mas democraticas de Europa: y al decir esto, ni hablamos de memoria ni avanzamos una aseveracion dudosa. En nuestra vida de viajero y de diplomatico hemos tenido ocasion de estudiar de cerca y con detenimiento las costumbres de las sociedades de Europa: en ninguna ni nunca hemos encontrado la admirable igualdad practica de nuestra Espana, donde en rigor no existen clases: aqui, entre nosotros, lo mismo hoy que en tiempo del absolutismo, todas las carreras y dignidades del Estado han sido accesibles al pueblo; de sus filas han salido ministros, generales, obispos, estadistas, todo: hoy, como siempre, estan abiertas a todas las clases de la sociedad espanola las carreras todas: no tenemos aristocracia de hecho: el clero, el pueblo, la nobleza, la clase media, se mezclan y confunden en sus reuniones, en sus enlaces, en sus actos todos de la vida publica y privada. Como nuestra educacion ha sido eminentemente democratica, nuestras costumbres lo son tambien, y de ellas ha brotado espontaneamente el sentimiento de amor a la libertad que tenemos; y amando a Dios, a la libertad, y a la patria, el filosofo y el estadista pueden regocijarse y estar tranquilos; nosotros no podemos morir y el porvenir es nuestro. Esto en cuanto a la Espana moral: ahora vamos a visitar, aunque ligeramente, la Espana que los extranjeros han descrito, la Espana de dificiles comunicaciones y de atraso material. Madrid, que hoy empieza a ser conocido en toda Europa, es una gran capital que de nada carece: cielo esplendido, sociedad finisima y facil, vida literaria pujante y fecunda, once teatros publicos, donde tienen su templo todos los generos de la comedia, la musica y el drama: artistas, literatos, filosofos, academias, museos: caminos de hierro a diferentes ciudades de importancia, abundancia de recursos literarios, paseos admirables, monumentos, calles y plazas como las de las primeras capitales de Europa, diferentes lineas ferreas comenzadas que le daran una inmensa importancia dentro de cuatro a cinco anos que todas estaran terminadas, movimiento periodistico inmenso, animacion, fisonomia, grandeza. Ese es el Madrid de hoy: esperad cinco anos y sera visitado por todos los viajeros de Europa, que de seguro hallaran en el una de las mas bellas ciudades de hoy: cuenta una poblacion de 300,000 habitantes. Barcelona, segunda capital de Espana, con cuatro caminos de hierro, abiertos al publico hace anos, con una vida industrial asombrosa, con sus innumerables fabricas de cuanto la industria conoce[1], con su puerto importante donde todos los dias tocan vapores de todos los paises, con sus tres teatros publicos, dos de opera italiana, con sus doscientos treinta mil habitantes, con sus magnificas plazas y calles, sus monumentos, su prodigiosa animacion, su constante actividad, con sus buenos hoteles, sus paseos, su creciente prosperidad; Barcelona, concluimos, es una ciudad de alta significacion y de la importancia de cualquiera otra ciudad de Europa que como ella no sea capital de nacion. Valencia, ciudad pintoresca y animada, con una poblacion laboriosa y trabajadora, con su industria de seda tan avanzada, puerto de mar concurrido, mucho comercio, caminos de hierro a Jativa y al Grao, dos teatros publicos, muchas iglesias notables bajo el aspecto del arte, la campina mas deliciosa que imaginarse puede, toda cultivada admirablemente palmo a palmo, con museo, casinos, sus periodicos, sus hermosas mujeres, su delicioso clima, su azulado cielo, su animacion habitual, y su poblacion de ciento cinco mil habitantes. Sus principales edificios son la catedral, el consulado, el Temple, el Hospital General, la Aduana, el palacio del Arzobispo y otros varios. Tiene universidad literaria muy concurrida, escuelas gratuitas, y casas de beneficencia en brillante estado. Entre los establecimientos penales descuella el presidio, que es un verdadero modelo y merece ser visitado por los extranjeros. Valencia antes de un ano estara unida a Madrid, Alicante, Almansa y Albacete por medio de un camino de hierro. Sevilla, con su Guadalquivir a los pies, con su celebre catedral, las casas consistoriales, la Audiencia, la Lonja, y otros muchos edificios notables; Sevilla es tambien una de las ciudades mas mercantiles de Espana, comercia en grande escala, y tiene una poblacion de ciento treinta mil almas. Su cultura es superior a todo elogio, pues hasta en las filas del pueblo se observan buenos modales y finura. Tiene Sevilla excelentes periodicos de literatura, academias, y aventajados artistas. Su cielo, su clima, sus mujeres son renombradas en toda Europa: los frutos deliciosos de su campina son de lo mejor de su clase: tiene muy avanzadas las obras de sus ferrocarriles a Cordoba y Cadiz. Zaragoza la inmortal, la patria de los hijos esforzados, es tambien otra ciudad importante de Espana que he visitado tres veces. El camino de hierro que la pondra en comunicacion con Madrid y Barcelona, que antes de cuatro anos estara abierto al publico, pues en ambas lineas se trabaja sin descanso, acrecera muchisimo su actual significacion y la dara nueva vida e impulso. Zaragoza tiene magnificas iglesias que llaman la atencion del viajero y que merecen verse, como la Seo y Nuestra Senora del Pilar. Sus edificios mas notables son la Lonja y los palacios del Arzobispo y del General. Entre sus calles ocupa el primer lugar la del Coso, ancha, recta, despejada; hay muy buenos paseos al rededor de la ciudad. La agricultura constituye la principal riqueza de la capital de Aragon: tiene tambien sus periodicos y sus teatros: la poblacion es de cincuenta mil almas. El pueblo es eminentemente liberal, noble, esforzado, valiente, generoso. Cadiz y Malaga, otras dos ciudades de nuestra Espana que he visitado, se distinguen, la primera por su encantadora situacion, por su blancura y su excesiva limpieza, por su civilizacion avanzada. Es grande la vida literaria de Cadiz, donde se publican muy bien escritos periodicos y libros: tiene florecientes academias y dase culto esmerado a las artes: su sociedad es una de las mas cultas y finas de Espana. Sus mujeres, poderosamente hermosas, son uno de los mejores adornos de su sociedad. Cadiz tiene tres teatros publicos, calles y plazas elegantes, y el aspecto general de la ciudad es de lo mas agradable y pintoresco que idearse puede. Tiene caminos de hierro en explotacion a Jerez y al Puerto, y en construccion el de Sevilla. Malaga, industrial, puerto de mar, fabricas de fundicion, de tejidos, de hilados: buenos paseos, algunos edificios notables: sus celebres vinos. Hablo en mi libro unicamente de las ciudades que he visto; el viajero tiene todavia algunas otras dignas de ser visitadas: Granada, Cordoba, Toledo, Santiago, Leon, Salamanca. Continuando nuestra rapida resena sobre Espana, vamos a consignar unos ligeros apuntes sobre algunas otras ciudades que tambien conocemos. Palencia, situada a ocho leguas de Valladolid y cuarenta de la capital de Espana, es una ciudad que, aunque de tercer orden, tiene una magnifica catedral, los palacios de Don Sancho y el Obispo, un elegante teatro, casino, y algunas buenas calles: su riqueza la constituye la agricultura. Tiene fabricas de harinas. La primera universidad que hubo en Espana se fundo en Palencia: se tiende a sus puertas el canal de Castilla que la pone en comunicacion con Alar y Valladolid; y hoy trabaja con fe en su camino de hierro. Valladolid, patria de Felipe II, es sin disputa la primera ciudad de la caballerosa y noble Castilla. Tiene universidad literaria muy concurrida, audiencia territorial, es capital de uno de los distritos militares de la Peninsula, ciudad agricola e industrial. Sus principales edificios son la catedral, obra magnifica del grande Herrera, que no esta terminada; la universidad, de formas elegantes y de gusto arquitectonico; la celebre iglesia de San Pablo, con sus lindisimos porticos, su esbelta arquitectura y lujo de ornamentacion; los arcos de Benavente, el palacio Real y algunos otros. Valladolid tiene muchas y buenas calles, algunas tiradas a cordel; paseos excelentes, como el _Campo Grande_ y las _Moreras_; bibliotecas publicas, teatros, sociedades literarias. Hoy empieza a ser un centro industrial de importancia: muchas fabricas de harinas, otras de tejidos de algodon, de loza, de hilados, de fundicion. Tiene treinta mil habitantes, canal navegable hasta Rioseco y Alar, y muy adelantadas las obras de su via ferrea. Burgos, ciudad de recuerdos y monumentos, merece tambien la visita del viajero. Su renombrada catedral, una de las mas bellas de Europa, es majestuosa, gallarda, elegante; ataviada con el manto gotico que sus arquitectos la vistieron, se presenta al espectador con todo el interes de un monumento del arte. Las _Huelgas_, celebre monasterio, fundado por Alfonso VIII, llama tambien la atencion del que viaja para estudiar. La iglesia de los Cartujos contiene un soberbio sepulcro consagrado a Don Juan II, digno de ser visto: es obra de arte admirable, fundido en marmol de Carrara, con rica pompa de relieves y con lujo de estatuaria. Burgos tiene hoy poca importancia; su clima es sumamente frio y sus recursos son muy pocos: se visitan con gusto sus edificios notables y sus paseos, pero fuera de esto nada ofrece al viajero. Santander, ciudad perteneciente tambien a Castilla la Vieja, es un centro muy activo de nuestro comercio; tiene una vida pujante y animada y cuenta con grandes recursos y elementos de prosperidad. Puerto de mar muy concurrido, y deposito general de todas las harinas de Castilla, mantiene activas relaciones de comercio con toda America, y en especial con nuestras Antillas. Su muelle es uno de los mas bellos de Espana, un largo y elegante lienzo de magnificas casas constituye su frente principal. Cuando se terminen las obras del puerto, y este abierta al publico la linea ferrea hasta Alar, una de cuyas secciones esta ya en explotacion, Santander acrecera mucho la importancia y significacion que hoy tiene. Cuentanse en la ciudad algunos buenos edificios; las calles en general son rectas y despejadas: hay un lindo teatro y sus correspondientes casinos. Vitoria, San Sebastian e Irun, son las tres poblaciones de importancia que se encuentran en el camino de Madrid a Bayona. Sabido es que nuestras Provincias Vascongadas son un modelo de laboriosidad y cultura: alli la tierra no permanece ociosa, como en Aragon, que solo puede visitarse por tener el honor de penetrar dentro de los muros de la inmortal Zaragoza. Las Provincias Vascongadas, como he indicado, tienen el privilegio de atraer poderosamente la atencion de todo aquel que las visita. Sus moradores, lo mismo que los aragoneses, reflejan en sus expresivos rostros la honradez y franqueza. El pais todo esta cuidadosamente cultivado: en los picos de las montanas ha plantado la vid la mano laboriosa del vasco. Cuentanse innumerables carreteras, anchas, comodas y bien construidas. La sencilla organizacion de sus tutelares gobiernos de provincia, favorece el desarrollo de la buena fe que a todos distingue, y los vinculos de la familia, santos en todas partes, son alli sagrados: de aqui la bondad de los habitantes, porque sabido es que el hogar domestico es todo; si este es bueno, la sociedad, que es su reflejo, no puede menos de serlo tambien. Vitoria, San Sebastian e Irun, son tres lindas ciudades, aseadas y hermosas, notables por su animacion y riqueza: abundan las fabricas de fundicion y el trabajo se hace _oir_ en todas partes. Vitoria y San Sebastian cuentan buenas plazas y edificios: Irun tiene una bonita casa de villa. De Irun a la frontera de Francia solo debo hacer notar una santa emocion que me conmovio. En el solemne instante de cruzar el puente del Vidasoa, mi corazon conmovido profundamente envio desde el extremo del puente un saludo de bendicion y de carino a mi familia y a mi patria. Mi queridisima Espana, representada en Irun, que todavia devoraba con mis ojos, me atraia poderosamente hacia si, y por dos veces consecutivas avance hasta la mitad del puente para enviarla mis votos por su engrandecimiento y prosperidad. Habiendo dado demasiada extension al capitulo sobre Espana, vamos a terminarle consagrando antes unas cortas lineas al estado actual de nuestros medios de comunicacion, y exponiendo algunas otras consideraciones generales sobre el estado actual de Espana. En materia de comunicaciones, tenemos carreteras generales en buen estado para las principales ciudades de Espana; los canales de Castilla, Aragon y otros: vapores para todas las lineas, y caminos de hierro de Madrid a Almansa y Alicante, de Valencia a Jativa, de Barcelona a Tarrasa, Granollers, Arenys de Mar y Martorell, de Cadiz a Jerez y al Puerto, de Reinosa a Alar, de Valencia al Grao, de Langreo a Gijon, de Tarragona a Reus: todas estas lineas estan abiertas al publico: en construccion avanzada, proximas a terminarse, tenemos la de Almansa a Jativa, y la de Madrid a Guadalajara tambien: estas dos lineas, ambas grandes y de suma importancia, se daran al publico antes de un ano: las lineas de Zaragoza a Barcelona, y de Madrid a Valladolid, en las que se trabaja sin descanso, se abriran tambien a la circulacion publica antes de tres anos. En resumen, Espana, que por causas conocidas de todos, ha tardado en comenzar sus vias ferreas, toma hoy una noble revancha trabajando en todas direcciones y sin levantar mano. Esta es la Espana verdadera actual, no la que algunos viajeros han pintado: pronto la Europa toda tendra ocasion de conocerla. Los inmensos recursos de todo genero con que contamos, la fabulosa riqueza de su favorecido suelo, sus dos mares, sus rios, su delicioso clima, su prospera y floreciente agricultura, su industria y su comercio, en progreso constante; su poblacion de diez y ocho millones de habitantes, todas estas circunstancias reunidas, con su red de caminos de hierro que hoy construye aceleradamente, sus riquisimas y florecientes colonias de America y Asia, sus posesiones de Africa, y su portentosa riqueza, le aseguran un porvenir grande, digno de ella. Con un buen gobierno que tuvieramos por una docena de anos, nuestro brillante porvenir llegaria mas pronto. En Espana tenemos once universidades literarias, a las que concurrieron en 1856 doce mil seiscientos tres estudiantes. Las escuelas publicas de instruccion que se cuentan en Espana son 15,400, y los discipulos que asistieron a ellas en el mismo ano 1856 fueron en numero de un millon ochocientos mil. Estas dos cifras hablan muy alto en favor del estado intelectual de Espana: fijense bien los que pretendan hablar de nuestro pais en esas dos estadisticas, que son las que mejor traducen el estado intelectual de un pueblo. El numero de periodicos politicos y literarios de todo genero que se publicaban en Espana en 1856 fue el de doscientos ochenta. Esta elevadisima cifra, que tambien aboga en pro del grande amor a la lectura que se ha dispertado en nuestro pueblo, se aumenta todos los dias; cuentanse muchisimas bibliotecas que publican a volumen diario, y alguna de ellas tiene mas de cincuenta mil suscritores. No hay una sola poblacion en toda Espana, comprendiendo las de tercero y cuarto orden, que carezca de un teatro y de un casino con gabinete de lectura. Un pueblo que lee y que concurre al teatro, tiene una educacion culta, y demuestra que es digno de ser estudiado por los viajeros que se proponen conocer el espiritu de un pueblo, primera aspiracion de todo el que viaja con un noble objeto. Los establecimientos de beneficencia que el sentimiento cristiano espanol ha levantado entre nosotros componen un numero crecidisimo y hablan muy alto en favor de nosotros. La Espana cuenta actualmente mas de doscientas casas de beneficencia que la caridad publica sostiene en su mayor parte. Las escuelas gratuitas fundadas en Espana para la educacion del pueblo, y en las cuales se da una instruccion esmerada, son en grande numero tambien. Ya se comprendera facilmente que en este libro no nos ocupamos con detencion de nuestro pais: si la indole de una obra como esta, en la que solo estan apuntadas las impresiones de un viaje, nos permitiera entrar en el examen de su espiritu publico, de la organizacion de la familia, de sus relaciones sociales, de su caracter digno y altivo, de sus grandes instituciones; entonces podriamos trazar un cuadro consolador y admirable. En otro libro que preparamos sobre el estado actual de la Europa, nos ocuparemos separadamente y con la extension necesaria de nuestra amada Espana. Aqui solo apuntamos detalles y algunos datos estadisticos de verdadero interes para el que desee conocer un poco la patria de Cervantes y Calderon. Habiendo trazado el cuadro de nuestros viajes por Europa y America, hemos creido de nuestro deber dar tambien un lugar en nuestras paginas a la Espana, con el unico objeto de darla a conocer tal cual es, deshaciendo en cuanto podamos las equivocadas opiniones que de ella se han formado por muchos viajeros. Y como publicamos nuestro libro en Paris, haciendo ademas una edicion francesa, esperamos que nuestra patria sera debidamente apreciada, con lo cual queda satisfecho nuestro primer deseo. Nosotros no pedimos mas que imparcialidad: asi como en nuestro libro se encontrara un juicio desapasionado y exacto de cuanto hemos visto en las diferentes naciones que conocemos, del mismo modo reclamamos para Espana narraciones veridicas y justas. Nosotros para ser estimados y respetados no necesitamos mas que una circunstancia, una sola, la de ser estudiados y conocidos. Previa esta indispensable manifestacion, vamos a terminar nuestro capitulo sobre Espana, no sin consignar antes algunas otras notas de importancia e interes para mejor conocer y apreciar el estado actual de Espana. El clero espanol, que en muchos pueblos de Europa suponen poderoso, y a quien atribuyen una inmediata influencia sobre la marcha social de Espana, ocupa una posicion inmensamente diferente de la que hasta hace poco disfrutaba, y carece de esa accion que los que no conocen nuestro pais le suponen. La revolucion politica y social operada en Espana a consecuencia de la muerte de Fernando VII, ha emancipado para siempre al pueblo espanol de la influencia clerical que de un modo ilegitimo pesaba sobre el: las inmensas riquezas que la Iglesia espanola poseia, han sido vendidas por la nacion en su mayor parte: con la regeneradora medida de la desamortizacion, se ha prodigiosamente aumentado la riqueza publica, se ha impreso un poderoso movimiento de institucion al comercio y a la industria, se han creado muchos propietarios, se ha dado mayor vida a la agricultura, y se ha libertado el pueblo espanol de una influencia que le entorpecia en su majestuosa marcha. Yo, que me vanaglorio de ser cristiano, no quiero en modo alguno para el clero otra influencia que la de su talento y su virtud, ninguna otra; no quiero jamas un clero rico que influya bajo tal consideracion. Por fortuna la Espana no tiene que temer ese grande inconveniente: declarados justamente bienes de la nacion los que el clero retenia en su poder, y vendidos como estan aunque por desgracia no todos, la influencia del clero espanol es hoy limitada y corta. Como en nuestra actual sociedad significa tanto, por desgracia, la riqueza, el clero ha perdido con los bienes que poseia la influencia que le daban: en los presupuestos de la nacion figuran las sumas con que el Estado atiende a los justos y necesarios gastos del culto y sus ministros: con esto solo se prueba que el clero no es rico, y no siendolo como no lo es, no tiene otra influencia que la que de derecho le pertenece, la que le da su augusto ministerio y la que puedan prestarle sus virtudes y sus talentos. Con esta manifestacion quedan victoriosamente contestados cuantos suponen equivocadamente que el clero de nuestros dias en Espana ocupa el mismo puesto que el de hace cien anos: no hay mas diferencia que la de un siglo, y la de un siglo de constante progreso. La clase media, que antes que en ningun otro pueblo de Europa tomo puesto y lugar, definiendo sus titulos y aspiraciones ante el clero y la nobleza, porque nosotros apenas hemos conocido el feudalismo, tiene hoy entre nosotros grande importancia y significacion. Los mas ilustres representantes de la literatura, la politica, la filosofia, las artes, la iglesia y la milicia han salido de sus filas: las eminencias todas del pais reconocen por origen a la clase media, que es rica, ilustrada, numerosa. Nuestro ejercito, aguerrido y valiente como el primero del mundo, se halla hoy en un estado de organizacion admirable. Yo, que soy enemigo de los ejercitos permanentes y que con profundo dolor reconozco hoy como una fatal necesidad, hasta que los gobiernos, cumpliendo con sus deberes, eduquen e instruyan al pueblo, no puedo menos de admirar el estado del ejercito espanol, que es brillantisimo. La marina de guerra, que fue un dia la primera de Europa, y que hace veinte anos se hallaba en un lamentable estado de postracion y abandono, se fomenta y engrandece extraordinariamente en nuestros dias. Las construcciones de buques de guerra ocupan hoy nuestros arsenales, y cada ano se aumenta nuestra armada, que muy pronto sera respetable y numerosa. La prosperidad creciente y asombrosa de nuestras colonias de Asia y America, para cuya defensa tenemos constantemente en ellas mas de treinta buques de guerra, hace necesaria la grande proteccion con que hoy miramos a la armada. Nuestro comercio exterior, que cada dia aumenta los circulos y esferas de su accion, que se extiende y se presenta en remotos y nuevos mercados, cuenta tambien con una numerosa marina mercante que es un grande elemento de riqueza nacional. Si al terminarse la guerra civil de los siete anos nuestro numeroso y aguerrido ejercito hubiera ido a Africa, donde tanto hemos poseido y a donde debemos ir, hoy tendriamos mas posesiones que las que nos pertenecen; nuestro comercio se hubiera desenvuelto en mayor escala; las ambiciones militares hubieran tenido un noble palenque donde desarrollarse y crecer, y por ultimo, nos hubieramos visto libres de muchas discordias civiles que han trastornado la Espana. Entonces los triunfos de nuestras armas no hubieran costado a la patria tanto sacrificio, tanta desgracia. iOjala se hubiese hecho asi! iQue _hoy_ tan claro alumbraria nuestros horizontes! #FRANCIA#. Es un error muy admitido, especialmente en Espana, el que consiste en creer que la Francia toda es un pais de adelantos y progreso. La Francia, cuya iniciativa en los asuntos politicos de Europa le concede mucha importancia, tiene bastante que progresar aun para ponerse a nivel de otros pueblos en cuanto a ciencias, filosofia y artes; y considerada bajo el prisma de mejoras materiales, solo en estos ultimos cuatro anos es cuando ha comenzado a progresar. El sistema de centralizacion que el partido conservador entronizo en Francia de un modo exagerado, ha hecho que Paris sea la nacion, el corazon de la Francia, su brazo, su cabeza. Para ello ha sido necesario menoscabar las libertades de los municipios y con ellas la vida de las provincias, su vida politica, su accion gubernamental. Como Paris es verdaderamente una ciudad magica y portentosa, donde se halla reunido todo lo mejor de la Francia, sus poetas, sus filosofos, sus pintores, sus literatos, sus hombres politicos; como en Paris vive el arte, como es el centro de todas partes, como es la sola ciudad que generalmente visita el viajero, de aqui el que se crea que la Francia es el primer pueblo. iError! y error lamentable, porque Paris no es mas que la capital, y Paris no es la Francia para el filosofo, para el que pretende estudiar el estado del pueblo. Cuando se visitan las ciudades de segundo y tercer orden, se ve cuan atrasada esta aun la Francia: la instruccion publica, seguro barometro de un pueblo, lejos de ser general como en Suiza y Alemania, se encuentra rezagada y en un lamentable estado, siendo general en todos los pueblos, aun los mas proximos a las ciudades, encontrar una tercera parte del pueblo que no sabe leer ni escribir, siendo las mujeres las que menos aprenden[2]. Hasta hace dos anos, epoca del grande desenvolvimiento de los caminos de hierro, las ciudades de segundo y tercer orden estaban sin mas comunicaciones que las de unas incomodas e insoportables diligencias: el extranjero encontraba con mucha dificultad un hotel medio regular donde hospedarse: hoy todavia se cuentan en Francia bastantes diligencias, y en cuanto a los hoteles, son en mucho inferiores los que hoy existen a los de la Suiza, Holanda y otros paises. La filosofia del siglo XVIII, que ha dado al pueblo frances una educacion materialista, ha producido los resultados que hoy se tocan con gran desconsuelo de sus hombres pensadores. El pueblo frances apenas cree en otra cosa que en los goces; toda su ciencia se reduce a la duda y al sarcasmo. Sin fondo alguno, sin educacion literaria, sin instruccion bastante, escapa el espiritualismo a su corta concepcion; duda por sistema, y en vez de estudiar para aprender algo, se duerme en la ignorancia mas desconsoladora, en esa ignorancia estacionaria que no da un paso adelante ni atras; ese es el pueblo frances considerado bajo el aspecto de la inteligencia. Las ciudades de Francia que yo he visitado, y de las que hablare ligeramente, son Bayona, Burdeos, Nancy, Strasbourg, Mulhouse, Amiens, Marsella, Lyon, Lille, Poitiers, Angulema, Tours, Perpignan, Narbona, Tolosa y Orleans. Habiendome dirigido a Francia desde Madrid por Burgos y las Provincias Vascongadas, segun he apuntado ya, la primera ciudad que salio a mi encuentro fue Bayona. Desde la misma frontera el viajero comienza a ver los hilos electricos que ponen en comunicacion instantanea a todos los departamentos con Paris. Este notabilisimo invento, debido al ilustre espanol Salva, que en el ano 1829 hizo en la Academia de Madrid los mas cumplidos ensayos, cuando ninguna nacion de Europa tenia aun la mas remota idea de el, le han utilizado los extranjeros antes que nosotros. La Francia, en materia de comunicaciones, esta hoy muy avanzada. En el mismo instante de entrar en su territorio, la policia se encarga de hacer presentar su pasaporte a todo viajero. La diligencia espanola que desde Burgos llega hasta Bayona, sufre tambien a la entrada de Francia un escrupuloso registro; todos los equipajes son reconocidos, y lo primero que a los espanoles se pregunta por los encargados de la oficina aduanera, es _que si llevan tabaco_. Tan luego como esta enojosa ocupacion se termino, continuamos nuestro viaje hasta Bayona. Antes de llegar a esta ciudad, no obstante ser el trayecto tan corto, tuve lugar de acordarme de las casas de Beneficencia y de las formas con que se recibe a los extranjeros. Digo esto porque desde la frontera hasta Bayona encontre doce o catorce mendigos que desde la carretera misma imploraban la compasion del viajero; esto por lo que se refiere a la organizacion del sistema de las casas de caridad publica; respecto a lo de las formas, dos veces nos pidieron los pasaportes, y dos veces fue detenida la diligencia desde la frontera hasta Bayona en cuya ciudad nos hicieron entregarlos de nuevo a las mismas puertas. Esta vigilancia continua que ciertamente molesta, en especial a los caracteres independientes, produce muy mal efecto. Mucho aplaudiria yo a los gobiernos que despues de adoptar las medidas necesarias que la tranquilidad de cada pueblo reclama, recibieran a los extranjeros con menos lujo de accion gubernamental, con menos formalidades. Antes de ocuparme de Bayona, placeme consignar una observacion digna de ser notada. Algunos espanoles traducidos que solo han llegado a la frontera de Francia, se esfuerzan en hacer creer que todo lo extranjero es bueno, e insoportable lo nacional. El descredito que quieren hacer caer sobre el pais que los ha educado, se vuelve de rechazo sobre ellos. Yo, que me precio de ser eminentemente imparcial, dire a proposito de comunicaciones lo mismo que sobre todo, la verdad y nada mas que la verdad. La carretera de Madrid a Zaragoza, la de Madrid a Santander por Burgos, la de Madrid a Bayona, la de Valencia a Madrid por las Cabrillas, y por ultimo, todas las que abundan en las Provincias Vascongadas, son casi tan buenas y tan bien construidas y cuidadas como las de Francia, Italia y Suiza, que son las principales que he encontrado en Europa. El que diga lo contrario habla con prevencion e injusticia. Bayona tiene una soberbia campina que hermosea extraordinariamente todo su termino: la ciudad presenta muy buen aspecto; anchas y largas calles constituyen su elegante centro. Desde luego se apercibe el viajero que Bayona es ciudad de alguna importancia; la animacion que reina por todas partes habla en pro de su riqueza y movimiento comercial: vida literaria ninguna. Hoteles y algunos edificios notables embellecen el interior de la ciudad: las plazas, en general grandes y hermosas, entretienen agradablemente la atencion. Como el interes de una poblacion como Bayona se gasta pronto para el extranjero, tome billete en la diligencia de Burdeos, que a las dos de la tarde parte del Hotel del comercio[3]. Veinte horas poco mas o menos emplea la diligencia en su carrera de Bayona a Burdeos. La carretera que separa estas dos ciudades es buena como casi todas las de Francia. Es de notar que por todas partes se recrea y deleita la vista contemplando la cultivada campina que se ostenta lozana en general. La Francia, que se ha visto libre de las prolongadas y eternas luchas que han desolado nuestra Espana; la Francia, que por otra parte cuenta con la enorme poblacion de 36,000,000 de habitantes y se halla muy bien enclavada en Europa, ha tenido tiempo y brazos suficientes para hermosear su terreno, poblandole como lo esta de casas de campo, y cultivar con esmero y asiduidad la tierra que embellece los terminos, acrecienta la riqueza publica, da ocupacion a sus moradores y adelanta el progreso publico. Sin episodio ni incidente alguno notable entre en Burdeos. Esta populosa ciudad, una de las primeras de Francia, anuncia antes de entrar en su recinto lo importante de su significacion politica y comercial. El viajero que llega a Burdeos procedente de Bayona, atraviesa una larga calle de tres cuartos de legua, cerrada con imponentes y majestuosos lienzos, que desemboca en una gran plaza. Algunos elegantes palacios embellecen la ciudad; un considerable numero de hoteles, servidos regularmente, ofrecen comodidad al viajero. El comercio de la poblacion empujado por el grande sistema de comunicaciones que por tierra y por mar facilitan alli las relaciones, presta bastante vida a todo. Su celebrado vinedo, que tanta riqueza supone, adorna de un modo esplendido la campina. Las tiendas de comercios de la ciudad, vestidas casi con tanto lujo como las de Paris y Londres, comunican a su aspecto ese aire de fiesta que tanto gusta a la moda de decoracion actual. El teatro de Burdeos es un vasto edificio de piedra con cuatro fachadas de elegantes columnas, gallarda pompa de construccion y con riqueza de detalles arquitectonicos. Visto solamente su exterior, sobrepuja a los primeros de Europa tanto por su grandeza material como por su bizarra contestura. La sala no corresponde a la magnificencia que desde fuera anuncia: recientemente se ha decorado el interior, antes de que yo le visitara, pero sin embargo es muy inferior a lo que prometen sus espaciosos y elegantes vestibulos, su soberbia galeria circular. Los palcos son desmesuradamente grandes y estan vestidos con chocarrera decoracion: las lunetas pobres y estrechas. Lo que falta a Burdeos es poblacion: el numero de habitantes que contiene no esta en relacion con la grandeza de la ciudad, asi es que el silencio la rodea. Las Catacumbas y algunos cuantos edificios que embellecen la poblacion, son dignos de que el extranjero los visite. Burdeos puede considerarse como un gran portico que da entrada a Paris: la idea que su conjunto imprime en el animo, prepara y medio dibuja las colosales proporciones de la soberbia ciudad que se llama Paris. Diferentes empresas de carruajes hacen el servicio del interior de la ciudad. El afan con que yo deseaba llegar cuanto antes a la capital de Francia, me hizo abandonar mas pronto a Burdeos. La grande distancia que separa a estas dos capitales la recorre el viajero en doce horas, merced al excelente camino de hierro que las une. Al dirijirme desde mi hotel al embarcadero tuve ocasion de ver un largo y bien construido puente proximo a la estacion, que mas tarde he vuelto a ver y que se distingue por su elegante y solida construccion. Cerca de la ciudad existe un puente colgante que vale una visita. Elegante y espacioso es el embarcadero del camino de hierro; tome billete de primera clase en tren directo, cosa que aconsejo a todos tanto por la economia de tiempo como por la mayor seguridad que ofrece, y apenas sonaron las ocho de la manana en el reloj de la estacion, rompio su majestuosa marcha el tren. Aqui podria combatir bajo cierto aspecto el sistema de viajes por camino de hierro como prosaicos, en el sentido de que hacen inutil la hermosura y juventud de la naturaleza, que al rapidisimo vuelo con que uno marcha le es imposible admirar. Efectivamente; la poesia de los paisajes diferentes que presenta la naturaleza, asi como el encanto de sus cuadros variados y frescos, pasan completamente desapercibidos a traves del rapido curso con que se precipitan los carruajes arrastrados por el fuego. En cambio y compensacion casi suficiente, pueden a su vez objetar los que no se cuidan de las bellezas del campo, que vale mucho mas prescindir de la poesia que soportar las incomodidades casi insoportables en un largo viaje, de la vetusta y molesta diligencia. Mi voto en esta cuestion pertenece sin vacilar un momento a las locomotoras. Me entusiasma y complace leer los prodigios que Dios ha escrito en ese libro majestuoso que se llama la naturaleza, pero no es menos cierto que me asusta y desalienta ese cerrado cajon de madera que se llama diligencia y yo apellido tortura. Si, no ofrece la menor duda: los caminos de hierro son los preferidos por todo el mundo; aparte de sus inmensas ventajas de inaudita y pasmosa celeridad, ademas de su comoda disposicion, tienen tambien su poesia especial. Las columnas de humo blanquisimo que suben en forma de corona desde el momento en que rompe su marcha majestuosa el tren, el vuelo solemne e imponente de su carrera, que parece conducir por el aire a los carruajes, tiene tambien su poesia. Elegantes coches de ocho asientos, anchos, comodos, espaciosos, ofrecen al viajero la mas cumplida comodidad: una tupida alfombra recoje los pies, que pueden colocarse del modo y forma que mas acomode: de noche tiene dentro cada carruaje luz clarisima para que el viajero lea. Desfilan a su vista durante el dia con la prodigiosa celeridad de un sueno, las campinas y los pueblos. Si estas magnificas ventajas pueden parangonarse con el penoso encarcelamiento del estrecho calabozo que con nombre de _berlinas_ (algo propio sin duda) ofrecen las diligencias, digalo alguno si se atreve. La via ferrea de Burdeos a Paris es rica en obras notables: hallanse abiertos en su carrera trece o catorce tuneles de consideracion, solida y elegantemente construidos. Pasan de treinta los puentes ligeros que le hermosean; el terraplen y la nivelacion habilmente verificados, prestan a la marcha de los carruajes movimiento suave e igual. De corta en corta distancia adornan e interrumpen el camino elegantes estaciones de forma graciosa y moderna, donde se sirven con el mismo lujo que en los mas afamados hoteles, comidas y almuerzos. Los numerosos dependientes que por toda la linea llenan el servicio, pregonan en alta voz a la llegada de los trenes, los nombres de las estaciones. El plazo que en los trenes directos se concede a los viajeros para comer, es sumamente corto. De Burdeos a Paris, que hay una distancia de cien leguas castellanas, solo nos detuvimos a comer en dos estaciones, permitiendonos solamente quince minutos en una y treinta en otra: todo es necesario para cruzar, como se cruza, tan larga distancia en el brevisimo termino de doce horas. Sin que se sepa por que, pues la via esta perfectamente acabada, es frecuente en averias el camino de hierro de Burdeos a Paris. La semana antes de atravesarle yo hubo un tren descarrilado, si bien afortunadamente no ocurrieron desgracias. Esta escena, acaecida diferentes veces ya a pesar de haberse empezado a explotar hace poco tiempo, se repitio el dia en que yo le cruce. Eran ya las ocho de la noche, y despues de haber tenido un felicisimo viaje, nos hallabamos a poca distancia de Paris cuando de repente advertimos que el tren se habia detenido. Despues de aguardar un cuarto de hora sin preguntar la causa, porque suponiamos que instantaneamente comenzaria de nuevo su marcha, y viendo que continuabamos en el mismo sitio, nos decidimos a preguntar la razon. El tren que nos habia precedido hallabase detenido despues de tres horas porque la maquina se habia descarrilado. Los carruajes estaban en medio de la via y el paso del nuestro era imposible. Tres horas poco mas o menos sufrimos la inesperada detencion que el tren anterior nos origino: ninguna desgracia felizmente hubo de lamentarse. Una vez despejada la via, avanzo nuestra maquina y a la una y media de la noche entramos en la ciudad que se llama Paris. De Burdeos hasta la capital de Francia halla el viajero una campina soberbia, por todas partes cultivada, pueblos grandes, vegetacion lozana, y las importantes poblaciones de Libourne, Anguleme, Poitiers, Tours y Orleans. Ya lo he apuntado mas de una vez y todavia tendre ocasion de repetirlo: he atravesado la Francia en toda su extension, desde la frontera de Espana hasta la de Suiza, cruzando una distancia de trescientas leguas. Por todas partes, sin exceptuar un palmo de tierra, todo esta cultivado: los alambres telegraficos no se pierden jamas de vista: estas dos consideraciones hablan muy alto, son las que me llamaron sin tregua la atencion: las quisiera encontrar en toda Espana. La verdadera civilizacion consiste en el trabajo, que engendra buenos ciudadanos, ennoblece las almas, acrecienta la publica riqueza y mata la holganza. Los gobiernos que han construido las vias ferreas, y los pueblos que han abierto los senos de la tierra con el arado, merecen una alta estima. Vamos a entrar en Paris. #PARIS#. Asi como en los siglos de fe religiosa hacianse peregrinaciones de todas partes para ir a visitar los Santos Lugares, la tumba de Santiago el Apostol, o las venerandas reliquias de Roma, actualmente se dirijen todos los curiosos de todas las naciones a _Paris_, la ciudad de las ciudades. Y en verdad que merece la pena: el arte que nacio en el Oriente, que tuvo mas tarde por patria a Grecia y que por ultimo se guarecio en Roma, habita hoy en Paris. En este poderoso bazar del lujo y de la pompa, tiene en nuestros dias su templo. El extranjero que llega por vez primera a Paris esta seguro de fastidiarse los tres primeros dias con el tumulto de su incansable movimiento y la febril agitacion de aquella vida. Pero muy pronto la reaccion comienza, y la idea que primero se presenta es la de continuar en su recinto todo el tiempo posible. Vuelvo a recordar al lector que no pretendo bosquejar sucintamente la historia de los lugares que visito: prescindo del Paris antiguo, y voy a limitarme a resenar algunas de sus principales maravillas: no consulto ni abro ningun libro, de memoria escribo, y solo los recuerdos dictan mis descripciones. Esto no quiere decir que habra inexactitudes; eso no: yo hago mencion solamente de lo que he visto por mi mismo: lo que quiero significar es que no mencionare todo, porque ni ese es mi objeto ni corresponde a un libro de esta indole. Yo visite en la capital de Francia lo que quiza muchos no se acuerdan de ver; en esto como en todo, el gusto especial de cada uno forma regla aparte. Yo hare relacion de lo que he visto. Al dia siguiente de mi llegada a la capital de Francia, fuime al Cuartel Latino a visitar dos casas celebres: la que habito ultimamente Robespierre y aquella en que vivia Marat cuando la heroica Carlota Corday libro a la humanidad de tan furibundo demagogo. Los recuerdos viven por todas partes en Paris: los barrios situados del otro lado del Sena encierran muchos monumentos y edificios notables. Alli esta la celebrada Sorbona, de donde han salido hombres eminentes; la Escuela de Medicina, donde ha brillado ultimamente el ilustre espanol Orfila; la Escuela de Artes, en la que se da muy buena ensenanza. Alli esta el Panteon, donde descansan los restos de Rousseau y otras muchas notabilidades; es un solido y elegante edificio de piedra con dos ordenes de columnas corintias y esbelta arquitectura; alli esta la iglesia de Nuestra Senora, que Victor Hugo ha inmortalizado y que hoy profanan con reparaciones barbaras: es un templo colosal y majestuoso que hace pensar en la fe de nuestros mayores; gotico y riquisimo en decoracion, presenta un soberbio e imponente golpe de vista. A su lado se encuentra el Hotel-Dieu, vasto hospital, bien organizado, pero algo sombrio; le falta aire, ventilacion. Hallase tambien del otro lado del rio el famoso Luxembourg, con sus recuerdos eternos, sus lucidos jardines y su pompa arquitectural: alli esta tambien la magnifica iglesia de San Sulpicio, con una gran plaza delante, adornada con una elegantisima fuente que tiene las estatuas de Fenelon, Bossuet, Massillon y Bourdaloue. Todos los cuatro frentes de la plaza estan cerrados con bellos edificios: alli esta tambien el Instituto, morada de los sabios de la Francia: alli esta tambien el palacio del nunca olvidado cardenal Mazarino: alli esta el teatro del Odeon, donde trabajaba en 1854 el distinguido Laferriere, que en el teatro de la cruz de Madrid dio algunas funciones hace siete anos. Por ultimo del otro lado del Sena, aparte de muchos monumentos y edificios notables que yo prescindo de mencionar, aparte de sus elegantes plazas y calles, donde el comercio abre sus lujosas tiendas; en el cuartel Latino, digo, habita la gente mas alegre de Paris, los estudiantes. El Sena, que divide las dos grandes ciudades que componen Paris, es un lindo rio; y digo lindo, porque se encuentra adornado con muchos y elegantes puentes, entre los que descuellan el Nuevo y el de las Artes, el del Instituto y el del Carrousel. Solo viendo el rio puede formarse una idea exacta de su belleza, de su animacion. Un numero increible de omnibus y carruajes que jamas concluye cruza eternamente por sus puentes; la gente que de dia y de noche les atraviesa es tambien innumerable. Figurese el lector el Sena, con sus ondas tranquilas surcadas por vapores de corta fuerza, cubierto de trecho en trecho por elegantes puentes, con espaciosas casas de banos, iluminado profusamente por el gas, con un mundo de gente y carruajes que hacen vacilar los puentes, con arboles frondosos a derecha e izquierda, y por ultimo, con la decoracion de dos ciudades que le cercan y le sitian presentando cada una en linea paralela de sus riberas a lo largo, un lienzo soberbio de palacios y monumentos que la vista no puede abarcar. El Louvre y las Tullerias por un lado, con la plaza de la Concordia, la primera del mundo, los Campos Eliseos, dichosos y afortunados jardines que no tienen rival por el otro, el palacio de los Diputados, _Notre-Dame_, Santa Capilla, el Instituto, etc., etc. Figurense, digo, si pueden con la imaginacion un cuadro semejante, y hallaran la verdad de lo que es el Sena observado desde el puente de las Artes a las doce de un dia sereno. El Paris del lado de aca del rio, el Paris moderno, contrapuesto al del Cuartel Latino, es la residencia del mundo elegante. Se compone de inmensos e innumerables barrios, a cual mas ricos en palacios suntuosos y elegantes casas. Las calles rectas, anchas y ventiladas, presentan un aspecto siempre agradable; las tiendas elegantes que hacen de Paris un solo comercio con muchas puertas, la edificacion alta y de moderno gusto, el paso constante de una multitud que siempre varia, todo reunido forma un bello y animado cuadro. La gran calle de Rivoli, que tiene una prodigiosa extension, y que dara la vuelta a la ciudad, es la mas majestuosa y soberbia via que puede hallarse despues del Boulevard. Este, que cruza el corazon de Paris, largo de una legua, es lo que no puede describirse, es lo que se necesita ver. Anchisimo, recto, sembrado de arboles a derecha e izquierda, con aceras tan capaces por si solas como las calles de muchas ciudades, cubierto de un extremo a otro por una red de carruajes que de dia y de noche se precipitan los unos tras los otros, henchido del millon y medio de habitantes que cuenta Paris, pues todo el mundo cruza al menos una vez al dia por el, vestido de un extremo al otro con el oriental lujo de sus millares de tiendas; este boulevard merece verse con preferencia a cualquiera capital, y digo capital, porque Paris es el boulevard, y el boulevard por si solo es una capital. Con la iglesia de la Magdalena, que mas que templo cristiano semeja un edificio griego consagrado al culto de las artes, abrese por un lado ese animado teatro que se llama boulevard[4]. Todo lo que puede contener una opulenta ciudad se encuentra reunido en esta hermosa calle de una legua de extension, anchisima y recta como he apuntado ya. Palacios, monumentos, estatuas, teatros, arcos de piedra colosales, lienzos de altisimas casas de bella forma, pasajes de asiatica elegancia, hoteles y cafes en fabuloso numero, todo lo que puede sonarse reside alli. Su movimiento no tiene imagen ni termino: a todas horas esta cubierto de gente y carruajes desde el principio hasta el fin. Al cruzarle durante el dia, se acuerda involuntariamente el que compara y estudia de esas descripciones que aun nos quedan de las ciudades de la antigueedad oriental, que aunque de otro genero, mas elevado, se componian de magnificencias y grandezas. El boulevard es una calle cosmopolita: en el se oyen hablar todas las lenguas, y se ven todos los trajes. Ya que he mentado la iglesia de la Magdalena, voy a senalar al extranjero el sitio desde el que puede experimentar una emocion de entusiasmo como la que yo senti. Colocado el observador en el vestibulo de la entrada principal de la iglesia, mirando a la calle Real, se desplega delante de su atonita vista un verdadero panorama. A la izquierda el boulevard, que por si solo forma un majestuoso cuadro: a la derecha una dilatada y espaciosa plaza, y en frente lo que el pincel apenas puede reproducir. He aqui el frente: la calle Real, recta, ancha, elegante, casas altisimas y bellas, palacios, carruajes, arboles: al concluir la calle, y todo en linea recta, las esplendentes fuentes de la plaza de la Concordia, el obelisco traido de Egipto, el puente del mismo nombre de la plaza, y cerrando el cuadro, el Palacio de los Diputados, por detras del cual asoma su alta cabeza la cupula del cuartel de Invalidos. Si puede reunirse mas riqueza de accidentes y detalles, es cuestion que solo puede resolverla favorablemente la plaza de la Concordia, a la cual voy a conducir inmediatamente al lector. Desconfio de poder dibujar con tintas exactas tan portentoso sitio. Es cosa sabida que no tiene rival en el mundo. Hela aqui: colocandose en el centro, que mira al arco de la Estrella, se destacan a la derecha los opulentos palacios del Ministerio de la marina y del Guarda-Muebles: en medio de ellos, la calle Real, cerrada por la iglesia de la Magdalena: a la izquierda el palacio de los Diputados. Frente por frente del sitio en que estamos colocados, el gigantesco Arco del Triunfo, monumento admirable de arte en cuyos muros se hallan inscritos todos los nombres de las batallas de Napoleon; y haciendo una vuelta completa desde nuestro punto de vista, dando exacto frente al Arco, se alcanza el inmenso palacio de las Tullerias rodeado de jardines y de estatuas. Anadamos ahora que a nuestro mismo pie se levanta orgulloso el obelisco de Lucsor. Miremos las prodigas fuentes que nos cercan: el Sena que corre a muy poca distancia, los grupos de estatuas que por todas partes vemos, los monumentos, iglesias y palacios que se divisan, los bosques de arboles que nos rodean, el Paris de la izquierda y el Paris de la derecha, los Campos Eliseos que se extienden a nuestros pies, y una vez reunida en un solo golpe de vista tan profusa copia de bellezas, llamemos, que ya es tiempo de hacerlo, _hermosa_ a la plaza de la Concordia. Cuenta Paris mil y doscientos hoteles de primer orden, y respecto al numero de _maisons meublees_, que nosotros podemos llamar casas de huespedes, es incalculable. Las diferentes empresas de omnibus que hay en la capital tienen doce mil carruajes: el numero de los coches particulares no tiene cifra. Parten de Paris lineas de caminos de hierro para todas las fronteras, y los embarcaderos de las estaciones son otros tantos palacios: merece especial mencion el de Estrasburgo, al cual se va por la calle del mismo nombre que desemboca en el Boulevard. Esta calle, larga y ancha, se ha abierto y construido de exprofeso, para dar frente a la magnifica estacion de la citada via ferrea. Hoy comunica con el boulevard de Sebastopol. El Escorial de Francia, o lo que es mas propio, el panteon de los reyes franceses, se halla situado en la abadia de San Dionisio, fuera de Paris a distancia de una media legua. Para irle a visitar hay como para todo una grande facilidad. En la calle del mismo nombre que sale al boulevard, hay dos empresas de omnibus que de hora en hora mandan un carruaje: tambien hay via ferrea. La abadia, severa, imponente y majestuosa, es uno de los mejores templos de Francia. Su arquitectura elegante es gotica, sin mezcla de escuelas, y cautiva y sorprende su belleza. En las bovedas subterraneas del templo reposan en tumbas de marmol todos los que fueron monarcas de la Francia. Los mercados de Paris son tambien dignos de ser vistos[5]. La moda de los pasajes, fuerte en Paris, mas que en parte alguna, embellece extraordinariamente la capital. Existe un gran numero y todos por la noche brillan como una ascua con su prodiga iluminacion de gas. La plaza del _Hotel-de-Ville_, celebre por el increible numero de ejecuciones que alli se han hecho, antes y despues de la revolucion, presenta el majestuoso palacio que la da nombre; palacio que puede considerarse como el cuartel general de todas las revoluciones. Alli estuvo el sanguinario tribunal de que fue presidente Robespierre, y alli se formo el gobierno provisional de 1848. Una de las mas bellas calles de Paris es la de la _Paz_, que desemboca en la plaza de _Vendome_, donde se levanta la altisima columna de hierro que sustenta a la estatua de Napoleon[6]. Merecen citarse tambien las calles de Richelieu, Vivienne, Saint-Denis, Chaussee-d'Antin, Saint-Martin, Rivoli, Sebastopol, y otras ciento, todas hermosas, rectas, largas, y aun _estrategicas_. Las obras del Louvre, hoy terminadas, y en las que en 1854 se trabajaba de dia y de noche, aturden y admiran. Los dos palacios de las Tullerias y el del Louvre reunidos, forman un todo que dificulto tenga igual. Aconsejo a los amantes de las artes que visiten los museos riquisimos del Louvre, de los que mas adelante me ocupo. En los Campos Eliseos, aparte de los infinitos espectaculos que alli se ofrecen, acaba de construir la competencia nacional, puesta frente a frente de la inglesa, un soberbio palacio de cristal, mejor dicho de piedra, para templo de la exposicion universal que debe verificarse en mayo de este mismo ano. El palacio es inmenso y magnifico, aunque de formas un tanto pesadas; riqueza y arte, nada se ha omitido. Los teatros de Paris, en numero de veinte y seis, estan constantemente llenos: aparte de ser mucha la aficion de los franceses hacia todo lo que distrae y entretiene, siquiera sea lo mas futil y ligero, hay en los teatros muy buenos actores, y en la capital un considerable numero de extranjeros que sin cesar se renuevan y acuden a todas partes. El teatro frances, situado al extremo de la calle de Richelieu, merece verse con preferencia a los demas porque embellece y honra su escena la celebre Rachel, reputada en toda Europa como la primera tragica de la epoca[7]. Ademas de contar el teatro con esta inspirada actriz, todo el cuadro de la compania es lo mas selecto de Francia, porque para ser actor de el se necesita haber adquirido muchos triunfos. La sala del teatro de la grande opera, la mas elegante y capaz de todas, no es ni con mucho tan bella y majestuosa como la de nuestro teatro Real; bien es cierto que el teatro de Oriente no tiene rival. En Paris hay teatros para todos los generos y publicos: teatro para la opera francesa, teatro para la opera italiana, teatro para la grande opera, para vaudeville, para la tragedia, para los furibundos melodramas de horca y cuchillo, para la buena comedia, para todo. Existe ademas un gran numero de teatros pequenos donde hacen sus habilidades los discipulos de Cagliostro, los Macallisters _et tutti quanti_. En el Hipodromo, proximo al arco de la Estrella, se parodiaban en 1854 las batallas de la guerra de Oriente, pero con suma precision y verdad. En los mismos Campos Eliseos, aparte de sus jardines, bosques y palacios, cuentanse innumerables cafes, fondas, salones de baile y todo lo que idearse puede: tambien adorna el citado paseo el Circo de la Emperatriz, de solida y esbelta construccion. Hay tambien muchas sociedades de baile donde las sueltas y alegres modistas danzan con los estudiantes. El salon de Santa Cecilia, situado en el Boulevard, es uno de los mejores asi como el de Barthelemy y Vauxhall. En materia de espectaculos de todo genero, Paris sobrepuja a todas las capitales de Europa, inclusa Londres: sabido es que los franceses aman lo ligero sobre todas las cosas. Mas tarde hablare del Paris moral. Paris tiene muchos y buenos templos, admirables paseos, riqueza de monumentos y grandes edificios: plazas portentosas y barrios elegantes como ciudades: teatros, carruajes, animacion, bullicio, grandeza. Ese es Paris tal como yo le vi, verdadero, atolondrador, entusiasta, portentoso. No se lo que he escrito porque lo hago sin orden. Apunto todo lo que mi memoria me va recordando. No pretendo en manera alguna haberlo dicho todo: Paris necesita un libro, estos son _recuerdos_. Continuemos. El Paris moral, del cual se ocupan muy poco los que le visitan una vez, es un Paris sombrio y terrible, digno de ser estudiado por un filosofo que pretenda conocer el porvenir de un pueblo. La sociedad francesa, merced a su educacion materialista, apenas cree otra cosa que en los goces materiales, que son como si dijeramos su dogma. Como el dinero sea el objeto del culto, la sociedad francesa, y en especial la de Paris, es presa del lucro, de la ganancia facil, inmediata, sea o no moral. La fuente de la riqueza es el trabajo: fuera de el se busca en Paris y se adquiere con los auxiliares que se ofrecen, ora la prostitucion ora el vicio. Los hombres, las mujeres, corren desatentados en confuso torbellino en busca del dinero, y un vertigo les empuja, una sed hidropica de oro los consume. Asi se encuentran otros muchos pueblos de Europa, proximos a un tempestuoso desquiciamiento que necesariamente ha de traer el agio de las bolsas. El feudalismo del dinero pesa hoy sobre los pueblos, mas terrible aun que el de la edad media; este oprimia a nombre de ciertos principios, que aunque ridiculos, tenian algo de noble y de grande en la forma; el de nuestros dias es miserable y torpe, no tiene mas lema ni escudo que el dinero, que es su religion, su politica, su moral, su blason, todo: el dinero, y nada mas que el dinero. Con el oprimen a las sociedades, imponen la ley a los gobiernos, hacen imposible la libertad: una docena de banqueros judios presta dinero a todos los gobiernos de la cristiana Europa; dan la ley a todas las bolsas, favorecen y estimulan la ambicion del dinero, a cualquier precio adquirido. La fiebre del oro encenaga las fuentes de la moralidad publica, y esclaviza a los pueblos, porque un pueblo corrompido no puede llegar a ser libre: sustituyen a Dios con el dinero, al que se da culto publico en todas partes y en especial en sus templos-bolsas. La revolucion, el dia en que pida cuentas, demolera hasta en sus cimientos las bolsas, y hara imposible el reinado del oro, el mas miserable de todos. Volviendo a Paris, del que una digresion casi involuntaria me ha separado, en la capital de Francia, es donde recibe mas culto que en parte alguna del mundo el dinero; alli se santifican todos los medios para adquirirlo, alli ese ardiente deseo habita los corazones, alli es absolutamente necesario adquirir dinero, y el que no lo alcanza es considerado como hombre sin talento, ies horroroso! La sociedad francesa corre presurosa a un abismo. Un gobierno que fecunde los manantiales de la moralidad publica con buenas leyes y con ejemplos, que mate el agio, que ennoblezca el trabajo, que predique la augusta santidad de las modestas fortunas del pueblo, noblemente adquiridas con el sudor de la frente, detendria quiza la catastrofe que nos amenaza. Un gobierno libre conoce, interviene, examina todo, se da trasparencia a los actos todos; la discusion y la publicidad liberrimas matan esas secretas miserias que componen la vida de los agiotistas; con un gobierno libre, se pregonan y anatematizan todas las concusiones; la libertad ocupa los animos en cosas elevadas, hace vivir a los ciudadanos en una esfera de aspiraciones nobles, de sentimientos grandes. Al estudiar las estadisticas se ve que la corrupcion se propaga rapidamente en Paris, y a la manera de una asquerosa lepra, que amenaza consumir el cuerpo social. En Paris apenas existe la familia, y sin esta la sociedad no es posible: los hoteles y los restaurants son los que reunen en su mayor parte a los habitantes de la capital a la hora de la comida: una gran parte de la poblacion de Paris come todo el ano fuera de su casa, y careciendo de hogar, santuario de las afecciones, se disuelve en la calle. Puede asegurarse que casi la mitad de la poblacion de Paris come fuera de su casa todo el ano. ?Como se forman los vinculos santos de amor que deben unir a los individuos de una misma familia, a los ramos de un mismo arbol? Imposible: imposible la educacion de los hijos, que se perfecciona en casa, al calor del hogar; imposibles las afecciones que nacen, crecen, se desarrollan y viven dentro de casa, y solo alli; imposible la familia, que se dispersa y vive en la calle, y siendo imposible la familia, imposible es tambien la sociedad; y esto es lo que sucede en Paris, esto es lo que yo he visto, estas son las costumbres sociales de la capital de Francia, que muchos presencian sin pararse a deducir consecuencias; esto es lo que ven todos los extranjeros. Meditese bien sobre su significacion; esto es importante, por eso lo deduzco y apunto. En Paris se compran y se venden facilmente las afecciones, se trafica con todo, y el culto unico y universal es el que se consagra al dinero. Todos los dias se registran procesos escandalosos capaces de desconsolar al filosofo que menos crea en la perfectibilidad del humano linaje; se suceden unas a otras las bancarrotas que ponen en desolacion a las familias y asustan al observador; los suicidios se repiten con una tremenda frecuencia que pone susto en el alma: los tribunales se ocupan casi sin tregua en conocer asuntos infamantes que reprueba toda moral, por poco solida que sea: y todos estos actos que acabo de enunciar pasan a la luz del dia y se registran en las estadisticas: ?quien sera capaz de ocuparse de las acciones que no se juzgan, de las escenas secretas que desgarran el alma todos los dias en el interior de las familias? Si se estudian las estadisticas de la vida moral de Paris se ve que las cifras desconsoladoras y terribles se aumentan cada ano: los matrimonios deshechos, los suicidios, las nuevas casas de juego, las grandes fortunas que se desploman, las aterradoras miserias que aparecen, los procesos de los tribunales que se duplican, las casas de correccion que se llenan, en una palabra, los datos que cada ano se publican referentes al estado moral de la sociedad de Paris, son bastantes para desalentar el animo y casi postrar la fe en el progreso. Este es el Paris moral que nosotros hemos visto, y apartandonos de tan triste cuadro, vamos a continuar nuestra visita a traves de sus principales monumentos y de su fisonomia material, animada y brillante en sumo grado. Las iglesias mas notables que yo he visitado en Paris, son la Catedral, San Sulpicio, la Magdalena, San Germain l'Auxerrois, la Santa Capilla, San Vicente de Paul, San Esteban del Monte, y Santa Clotilde. La Magdalena, de la que en otro lugar me ocupo ligeramente, es un lindisimo edificio artistico, que presenta sus cuatro fachadas elegantes, con su respectivo orden cada una de columnas corintias; es un monumento esbelto y airoso, que semeja un templo griego, un liceo, una academia. El interior corresponde a la que anuncia su gallarda presencia de fuera, y participa tambien del gusto poco cristiano de su fachada. En el cuadro del altar mayor aparece Napoleon, a quien nosotros no teniamos noticia de que se hubiera canonizado: bien es verdad que tambien le hemos visto en Milan, coronando una de las elegantes agujas de su magnifica catedral. Notre-Dame, de la cual tambien hablamos en otro lugar, es un imponente y majestuoso templo, donde hacen actualmente reparaciones barbaras que desfiguran su venerable fisonomia. Tambien la iglesia de San Sulpicio merece ser vista. La iglesia de San Esteban del Monte, cuyo magnifico interior sorprende por su elegancia arquitectural y su gusto y severo estilo, ha sido teatro ultimamente de un gran crimen que puso en conmocion a todo Paris. Dentro de esta iglesia el asesino Verge sepulto un cuchillo en el corazon del venerable arzobispo de Paris Monsenor Sibour. San Germain l'Auxerrois merece tambien la visita del viajero; su elegante construccion, aunque de formas un tanto aplastadas, sus estilos diferentes que constituyen un conjunto bizarro, su belleza interior, forman un todo muy bueno y hacen de San Germain una de las mas hermosas iglesias de Paris. San Vicente de Paul, con su elegante y airoso portico de columnas, sus dos torres, y su cuerpo principal tan gallardo, llama tambien la atencion del que busca el arte y el gusto monumental: el interior es severo y religioso. La Santa Capilla, tocando con el Palacio de Justicia, es un prodigio de arte: de formas airosas y orientales, de pureza de lineas, de severidad arquitectural. La ligera y graciosa torre que se levanta como una corona, seria doblemente bella si los modernos, que pretenden adornarlo todo, no la hubieran desfigurado convirtiendola en un objeto de quincalleria, tantos son los dorados con que la han vestido. De todos modos, el viajero no puede dispensarse de visitar el templo; es magnifico y venerable. Prescindo aqui de su historia porque no es ese mi objeto en este lugar. Santa Clotilde, situada del otro lado del Sena, es una verdadera joya: al observar su juventud, escrita en su construccion, se experimenta un sentimiento de asombro. En nuestro siglo que marcha tan aprisa, y en esta epoca en que las construcciones para ser buenas han de exigir poco tiempo, se ha levantado en Santa Clotilde un templo gotico puro, sin mezcla de gustos ni estilos. Es una iglesia bellisima y digna de ser vista: acaba de ser terminada y entregada al culto publico. Delante de su elegante fachada principal, se extiende una espaciosa plaza sembrada de jardines, que embellece el cuadro. El verdadero monumento que cuenta hoy Paris, es el Louvre, unido como esta ya a las Tullerias. Parece mentira que en este siglo ligero que tan aprisa marcha, sin detenerse jamas en obras de larga duracion, hayan podido verificarse y en tan corto plazo las obras colosales del Louvre. Ya se ha unido con las Tullerias, y forma un todo sin rival: la gran plaza del Carrousel, portentosamente admirable, es quiza la mas imponente de Europa: el arte, del cual se prescinde con sobrada frecuencia en las modernas construcciones, brilla majestuoso en las obras increibles del Louvre: los buenos arquitectos italianos y franceses que han dirijido los trabajos, han levantado un templo glorioso para el arte: las formas, el gusto arquitectural, las buenas tradiciones conservadas, la severidad de los estilos, la lujosa construccion, el aire imponente que respira, todo el conjunto asi como los detalles, sorprenden y admiran. Digna de aplauso es la constancia con que el actual primer magistrado de la Francia ha emprendido y terminado tan gigantescas obras. Aconsejo a los que visitan Paris que se detengan con frecuencia delante del Louvre, hay mucho que estudiar, hay mucho que admirar. Tambien merecen una visita especial y detenida los ricos museos que embellecen el interior, en particular los de pintura y escultura. Este ultimo, bien ordenado y bastante rico, contiene entre otras obras admirables las estatuas griegas del Gladiador y de la Venus, que llenan de asombro el animo y hacen la apologia de la Grecia artistica: imposible cosa mas admirable, son modelos, son obras eternas, son prodigios de arte. El museo de pinturas, donde brillan las diferentes escuelas que conocemos, reclama muchas visitas de todo aquel que ama el noble arte de Rafael y Murillo. La escuela mas rica que se ostenta en las galerias del Louvre es la flamenca, con sus pleyadas brillantes de inspirados artistas, con sus lienzos animados. La escuela italiana, poderosamente esplendida, luce tambien en el Louvre con toda su pompa: en el salon cuadrado, el mas rico de todos, se leen al pie de lienzos sin rival, las ilustres rubricas de Rafael, Ticiano, Rubens, Pablo Verones, Tintoreto, Leonardo de Vinci, y Murillo, que en medio de aquellos hijos del genio, proclama con dos inmortales Virgenes la pujanza de la escuela espanola, que tambien brilla con todo su valiente esplendor en los salones del Louvre. La escuela francesa, mas rica alli que en ningun otro museo, cuenta tambien con las principales obras de sus inspirados maestros: en resumen, el que visita Paris, no puede dispensarse en modo alguno de ver los museos del Louvre. Los teatros de Paris, estudiados con detencion, contristan profundamente el animo: la moral publica sale eternamente mal parada: es sumamente dificil asistir a la representacion de una comedia en la cual no haya una mujer que engana a su marido, es un detalle casi indispensable. Verdad es que el escritor dramatico que vive en Paris, que estudia la sociedad y la traduce en la escena, no encuentra a todas horas nobles tipos que retratar ... pero de todos modos las formas del dialogo, el publico espanol, el publico ingles, no las puede aceptar nunca. En Espana comprendemos de otro modo el teatro, sera sin duda porque nuestra familia es otra. Esto por lo que hace al teatro moralmente considerado: si hablamos de sus salas y orquestas nada bueno podemos apuntar, absolutamente nada; en todo Paris, no hay un gran teatro, ni uno; orquestas, solo pueden oirse las de la Opera, que es magnifica, y las de los Italianos y Opera-Comica; las demas son orquestas de provincia. Las formas del dialogo, un tanto desenvueltas y libres, contribuyen tambien a la impresion de disgusto que producen las citadas comedias en el animo del que esta acostumbrado a una literatura dramatica digna y moral, que sin ser fanatica ni supersticiosa, respeta siempre la moral, ensena maximas consoladoras, ofrece tipos nobles, y no ofende jamas el pudor de las madres ni de las hijas. El estudio mas consolador que yo he hecho en Paris ha sido el de la lectura diaria de la seccion de _perdidas_ que contienen los periodicos. El alma descansa y se regocija leyendo como yo he leido todos los dias los anuncios que hacen las personas pobres de haber encontrado braceletes de oro, billetes de banco, alhajas preciosas, y lo que es mas aun, monederos y bolsillos con cantidades respetables en metalico: lo publican para que llegue a conocimiento de sus duenos y pasen a recojerlos. iEs admirable, es magnifico, es consolador! Ejemplos como los que cito se ven todos los dias, y los que les dan en general, son personas que carecen de todo recurso, pobres trabajadores, desgraciados. iMagnifico! iyo recojo este dato con mucho placer en mi libro! ies un dato consolador! El alumbrado publico de Paris deja mucho que desear y esta muy lejos de corresponder a la grandeza de la capital. El que quiera persuadirse de la verdad de esta asercion, que se pasee un domingo por Paris despues de la una de la noche, o cualquiera otro dia de la semana. Hay mas faroles en las tiendas que en la calle: esto sucede en el mismo boulevard: tan luego como se cierran las tiendas y hoteles que tienen alumbrado, las calles de Paris se ofrecen un tanto oscuras porque de farol a farol hay una gran distancia, y la luz llega con mucha dificultad. Las calles de Richelieu, Vivienne, Montmartre y otras ciento, tienen, despues de las doce de la noche, una luz dudosa y opaca; esta es la verdad. Continuemos nuestro paseo por la gran ciudad. La fisonomia de Paris cambia todos los dias, hermoseandose; el que hace seis anos visito sus monumentos y sus calles, encuentra hoy tantas reformas y novedades, que apenas puede reconocerle. Aparte de los trabajos colosales del Louvre, que la imaginacion no acierta a comprender hayan sido ejecutados en tan corto plazo, la calle de Rivoli, majestuosa y soberbia, viene a aumentar la admiracion del viajero. En todos los barrios de la gran capital, se han derribado centenares de casas miserables, sobre cuyas ruinas se levantan hoy palacios y elegantes edificios. Las obras del mercado de los granos, delante de la iglesia de San Eustaquio, sitio que afeaba Paris, se han realizado en breve termino, y hoy existen magnificos mercados. El boulevard de Sebastopol, obra que en cualquiera otro pais hubiera durado ocho o diez anos, esta proximo a terminarse del todo, embelleciendo mas y mas Paris. El Bois de Boulogne, los Campos Eliseos, los barrios todos han cambiado de aspecto: el Paris del ano 40 desaparece completamente para dar lugar a una nueva ciudad. El que se propone estudiar en Paris tiene mas medios que en parte alguna del mundo, y por teatros de observacion provechosa y util, tiene, ademas de sus bibliotecas, periodicos, teatros y academias, tiene, decimos, el boulevard, libro de mil capitulos de profunda ensenanza, tiene los barrios de los obreros, los de la aristocracia, los del comercio, los de los desgraciados, el curiosisimo de los traperos: las estadisticas, el alta y baja de la bolsa, las oscilaciones de la politica europea, el vuelo de los periodicos, el tumultuoso estruendo de sus orquestas y bullentes placeres: la tremenda soledad de la desgracia y la miseria, las grandes fortunas pasando al lado de las heroicas y sufridas desgracias, el volcanico y abrasador placer que bulle agitado por todas partes y que grita sin tregua para que no se oiga la desentonada voz de la desgracia: los contrastes mas tremendos, las ruinas y las miserias, la gloria y el dinero: la calma mas perfecta, siempre pronta a convertirse en furiosa tempestad, el oscuro porvenir y el incierto presente: la creencia y la fe al lado del escepticismo y la burla: lo grande mezclado con lo pequeno, todos los contrastes, enfin, todos. Ningun estudio mas provechoso, ninguna ensenanza mas util que la que se adquiere estudiando esa ciudad monstruo que se llama Paris. Entre los paseos deliciosos de Paris, descuella en primer termino el Bois de Boulogne, el sitio de recreo mas admirable que capital alguna de Europa puede ofrecer. Sus frondosas calles de arboles cortados con el arte mas acabado, sus lagos y cascadas, sus praderas deliciosas, sus jardines y artisticos bosquecillos componen un conjunto tan alegre y risueno, tan bello y elegante, que cualquier pintor delicado no podra menos de contemplar absorto y complacido, sus proporciones, sus cuadros, sus luces y sombras, su poesia, enfin. Dentro de su prodigiosa extension se ostenta con el lujo de una primavera privilegiada, el soberbio _Pre Catelan_, deliciosisimo sitio de recreo que reune la mas rica y variada coleccion de flores de Europa. Las fiestas de noche que alli se dan en medio del incendio de luces con que brillan, semejan un cuento de hadas: sus orquestas y teatros, entre los que ocupa el primer lugar el llamado de las flores, por serlo asi en realidad: sus canales y puentes, sus montanitas y cascadas, le convierten en un jardin encantador. Al Bois de Boulogne acuden en numero fabuloso los carruajes mas elegantes de Paris, y la multitud se pasea y se esparce complacida en medio de su grandeza. En el Bois de Boulogne existen ademas otros varios jardines; hay restaurants, casas suizas, cafes, etc., etc. Al lado de la gran cascada se extiende la llanura de _Longchamps_, donde tienen lugar las carreras de caballos. Las lineas de omnibus que recorren Paris en todas direcciones pasan de treinta, todas cuentan un crecido numero de carruajes y prestan un gran servicio al publico ademas de animar la capital con su movimiento y su vida. La tarifa de sus precios es lo mas comodo imaginable; por tres sueldos en la imperial y seis dentro del omnibus, se recorre toda una linea, que generalmente se compone de una gran distancia cruzando Paris de un extremo a otro. Los coches de plaza, regidos desde el ultimo mes de agosto por una nueva tarifa, ofrecen tambien en su bien entendido servicio cuantas comodidades pueden apetecerse: su numero es grande, sus estaciones se reparten por toda la capital; asi es que el viajero encuentra tan luego como lo desea un carruaje a su servicio. Entre los coches de propiedad particular, las lineas de omnibus, las empresas de coches de plaza, carros y vehiculos de toda especie, el numero de carruajes que circula por el interior de Paris se eleva al fabuloso de ciento setenta mil. Segun la nueva tarifa puede tomarse actualmente un carruaje por minutos, no teniendo obligacion de pagar como antes una hora, sino el tiempo empleado; cada carruaje tiene un reloj fijo para indicar el momento en que se toma. Los alrededores de la colosal metropoli son tambien dignos de ser visitados por mas de un concepto. Aparte del esmero y gusto con que esta cultivada la campina, amenizan y hermosean sus terminos los muchos y alegres pueblos que aparecen por todas partes. Como las comunicaciones son tan faciles, merced a los caminos de hierro, el extranjero que desea estudiar y conocer los alrededores de Paris puede conseguir su objeto en pocos dias. En el embarcadero de la calle de San Lazaro encontrara de cuarto en cuarto de hora trenes que le conduciran a _Asnieres, Ville d'Avray, Sevres, Versailles, San Cloud, San Germain_, por precios sumamente comodos. En la misma estacion de la calle de San Lazaro hay una linea ferrea para visitar _Passy_ y _Auteuil_, pasando por _Batignoles, Courcelles, Porte Maillot_ y _Bois de Boulogne_. Dirigiendose el extranjero al camino de hierro del Norte, puede tambien visitar en media hora tres deliciosos pueblos, entre los que descuella por su belleza Enghien, con su tranquilo lago, que cercan lindisimas casas de campo. A cualquier punto que el viajero se dirija y cualquiera que sea la direccion de sus excursiones, tiene la seguridad de encontrar cafes, hoteles y restaurants en abundancia. Como tanto se han impulsado en estos ultimos anos los trabajos de las lineas ferreas de Francia, Paris esta en comunicacion instantanea con todas las capitales de Europa, asi es que diariamente llegan en gran numero los viajeros que de todas las partes del mundo vienen a visitarle. El numero de extranjeros que afluye de todas las partes de la tierra se eleva a una cifra verdaderamente increible, y en Paris, moderna Babilonia, oyense hablar todas las lenguas y se ven todos los trajes. Las carceles de Paris que hace muy pocos anos dejaban mucho que desear, han mejorado bastante su sistema y organizacion, y hoy, aunque no pueden servir de modelo, valen ciertamente una visita detenida cuando se pretende aprender comparando. Las estaciones de las lineas ferreas, edificios que tienen para mi mas importancia que cualquiera otro establecimiento publico, por su alta significacion en la cruzada santa de las ideas, que ellos trasmiten a los pueblos, haciendolos conocer entre si, son verdaderos palacios en Paris. Las de _Strasbourg_ y _Lyon_, la del _Norte_ y la de la calle de _San Lazaro,_ todas son espaciosas y grandes, todas hermosean Paris y todas le animan, depositando en la gran ciudad todos los dias innumerables viajeros que de todas las naciones conocidas se presentan impacientes de conocerla gran metropoli: el movimiento es inmenso. Las bibliotecas publicas con que cuenta Paris son muchas y notables, mereciendo ser citadas la Imperial de la calle Richelieu, la del Instituto, Escuela de medicina, Santa Genoveva, Louvre y otras varias. La prensa periodica de Paris, que desde el advenimiento de Luis Napoleon esta regida por leyes restrictivas que hacen muy dificil su existencia, apenas merece mencionarse, contandose unicamente periodicos literarios de algun valor y vida propia, uno de cuyos organos principales es el _Figaro,_ redactado por escritores de verdadero ingenio. Los jardines publicos donde tan alegremente se baila en el verano, asi como los salones de conciertos, reunen en sus fiestas un gran numero de extranjeros, que avidos corren tras el bullicio y el placer que Paris ofrece en una copa de oro siempre llena. Los jardines de _Mabille_ y _Chateau des Fleurs_, las fiestas de noche del _Pre Catelan_, los conciertos que dirije _Musard_ son otros tantos centros de animacion y movimiento que ninguna ciudad en el mundo presenta como Paris, Roma moderna. Todo lo que halaga los sentidos, cuanto puede satisfacer la vista, el refinamiento mas acabado, en fin, de los placeres todos, bulle y se ostenta por todas partes y bajo todas formas en esa ciudad soberbia que aventaja en corrupcion como en grandeza a todas las capitales. En Paris se satisfacen todos los gustos, todos los deseos, porque se da culto al placer y se ha estudiado hasta la perfeccion la manera de aturdirse en lo frivolo. Los cafes y restaurants de Paris no pueden contarse, tan fabuloso es su numero. Al notar la afluencia tumultuosa que se disputa la entrada en los citados sitios, diriase que Paris come en la calle, que la familia no existe: y a la verdad que no seria muy aventurada semejante asercion; pues todo pensador que estudie la familia en Paris estamos seguros que se desconsolara profundamente. El soplo de duda con que los enciclopedistas empanaron las creencias todas, el tremendo ridiculo con que agobiaron el matrimonio, han hecho profundamente escepticos a los franceses, que creyendo en la soberana fuerza del dinero, apenas sospechan en la mujer, la madre, la esposa, la companera. Otra costumbre hay en Paris y en toda la Francia en general que no dudamos calificar de barbara y cruel: nos referimos a la ceremonia de acompanar al cementerio el mas proximo pariente del finado. Es ciertamente terrible y da lugar a sospechar falta de afecciones; marchan a pie detras del convoy funebre que guarda una persona adorada, a otra que le fue inmediata y querida: ninguna ley, ninguna costumbre del mundo pueden obligar al corazon a que se quiebre y se rompa en tan tremenda prueba; jamas el alma apasionada podra prestarse a un suplicio tan duro. Marchar a pie a la ultima morada conduciendo un ser amado, y ofreciendo su dolor al publico indiferente en tan solemne trance, es una terrible lucha que necesariamente ha de producir, o una muerte al alma, o una indiferencia glacial: no hay medio. Y haciendo aqui un punto final, miremos otra fisonomia de Paris que sea mas consoladora y alegre; visitemos esos sitios que la revolucion gloriosa del 93 ha hecho celebres e inmortales. Aqui se reunia la Convencion: Luis XVI paso por esta calle al dirigirse a la guillotina: desde aqui alcanzo la plaza de la Bastilla, donde el pueblo desplego su omnipotencia; esta casa que sale a nuestro paso cobijo a Mirabeau, palanca poderosa de la revolucion que trabajo en pro de sus triunfos mas de lo que el suponia; aqui vivio Marat; Camille Desmoulins sono tiernas escenas de amor al lado de su amada Lucila en el cuarto que estamos visitando; en este palacio de la plaza de la Greve, se reunia el tribunal que presidio Robespierre; he aqui la morada de Danton; miremos en nuestro derredor al pueblo que nos cerca, es el mismo que con el pendon de la libertad por guia ha paseado la Europa; estos que nos rodean son los del ano 30, los de las jornadas del 48; aqui se resuelven hoy todas las cuestiones de Europa; Paris es en nuestros dias la capital del mundo; aqui vive el secreto del porvenir: Voltaire vivio en la casa que ahora contemplamos; mirad esa modesta vivienda que cobijo a Rousseau; el arte habita hoy esta metropoli; Rossini y Meyerbeer, Verdi y Auber, los poetas y los filosofos, los artistas y los politicos, toda la aristocracia europea del talento, pasa a nuestro lado; los monumentos nos cercan, la actividad nos aturde. ?Donde van tan precipitados esos miles de carruajes que se atropellan en tumulto los unos tras los otros? ?Por que tanto ruido, tanta alegria? ?Donde esta Dios? ?le habeis visto en Paris?... Y las estadisticas de los tribunales, ?las habeis consultado con detencion? ? Visitais la _Morgue_ y la buhardilla del obrero al salir de la Opera o de casa de Vachette? ?Ois como hablan todas las lenguas a vuestro lado? ?Habeis entrado en los templos de todos los cultos que alli viven? ?Por que esa fiebre que agita Paris? ? No es verdad que la gloria tiene tambien alli su asiento? iAh! ciudad encantada y deliciosa! yo te aclamo y te conjuro a la vez; tu me das alegrias bullentes, delicias al espiritu y dolores a la reflexion! Tu eres una y multiple, tu eres un monstruo y una joya: en ti se estudia y se aprende, tu eres un libro colosal, yo quiero vivir contigo, yo quiero leerte, yo quiero verte acostar y levantarte, yo quiero estar cerca de ti. Aunque el lector lo sienta como yo, es preciso abandonar Paris: siguiendo mi itinerario hemos visitado Bayona, Burdeos, y la gran ciudad: ahora, continuaremos nuestra corta expedicion por Francia y acto continuo nos trasladaremos a la patria de Guillermo Tell. Habiendo hecho ya una ligera mencion de Burdeos y Bayona, apuntare algunos detalles antes de terminar el capitulo de Francia, sobre algunas otras ciudades de la misma nacion, que he visitado. Lyon es importante por su floreciente industria: mucho movimiento: algunas calles elegantes, hoteles regulares, buenos paseos y edificios: recuerdos historicos de interes. Marsella, fisonomia animada y bulliciosa, muy concurrido puerto de mar, lineas ferreas de pujante vida, edificios modernos de importancia, buenos hoteles, elegantes tiendas, amenos alrededores. Lyon, Burdeos, Marsella, Estrasburgo, son sin duda alguna las principales ciudades de Francia: las de segundo y tercer orden que conozco no valen en verdad una descripcion separada, a no ser Narbona, que por lo pobre y mezquina, ni puede compararse con la mas desvalida de nuestra Espana: en Narbona se carece de todo, es una aldea grande; y bueno es dejar sentado, para los que sospechan que la Francia es Paris, que pueden contarse otras varias ciudades que en nada aventajan a Narbona. Yo no extrano que asi sea: todas las naciones del mundo estan aun en via de progreso: en Francia, como en todas partes, existen todavia ciudades antiguas que no han sido mejoradas: hago mencion de estas ciudades atrasadas para contestar a los que conociendo solamente Paris, se atreven a afirmar que la nacion toda se encuentra en un estado perfecto de mejoras y adelantos. Por lo demas, esta es la Francia que yo he visto: este es el Paris que conozco, el Paris que he visitado detenidamente cinco veces con objeto de estudiarle. El lector, mal que le pese abandonar la opulenta metropoli que se llama Paris, se viene conmigo a visitar otros paises, a contemplar otras bellezas. El sitio donde ahora nos dirijimos, es sobradamente pintoresco para excitar el interes y la curiosidad: vamos a trasladarnos a la renombrada y poetica Suiza, al suelo donde vive la libertad, a la patria de Guillermo Tell. Alli la naturaleza desplega cuadros tranquilos y admirables: alli tiene grandes escenas que copiar el pintor, alli tiene consoladoras reflexiones que recojer el estadista: en marcha. La bellisima estacion del camino de hierro de Estrasburgo, de la cual he hecho ya mencion, fue mi punto de partida. Como desde Bayona a Burdeos, tome asiento de primera clase en el tren del correo, que sale a las ocho de la noche. De Paris a Basilea, que es la primera ciudad de Suiza, entrando por Estrasburgo, hay una distancia de ciento cuarenta leguas, que recorri en el brevisimo tiempo de diez y seis horas, con la mayor comodidad, y sin el mas ligero accidente, pues el camino de hierro de que hablo es quiza el mejor de la Francia. Es ciertamente prodigioso y admirable el vuelo de las vias ferreas. El dia cinco de noviembre, a las ocho de la noche, estaba yo en Paris; el dia seis, es decir el siguiente, a las doce de la manana, almorce en Basilea, Suiza. Esto no necesita comentarios; con nada se recompensa tal manera de viajar. Carruajes magnificos, elegantes y mullidos, de ocho asientos, donde cojen doce, lo que permite un gran desahogo, tubos de hierro, llenos de agua caliente, perfectamente forrados, se renuevan en cada estacion. Puestos a lo largo, sobre la alfombra de los carruajes, sirven para apoyar los pies, y conservar un grato calor durante la travesia. El servicio de toda la linea no deja nada que desear. La campina desde Paris hasta la frontera suiza, con mucho esmero cultivada, palmo a palmo. Cerca de los limites de Francia, se asienta la ciudad de Estrasburgo, patria del inmortal Guttemberg, que sin pensarlo emancipo la humanidad. Estrasburgo es una ciudad rica y populosa, con su celebrada catedral y su torre dificil; hay buenos hoteles. En este punto se descansa un cuarto de hora; los viajeros, y los equipajes que siguen a Suiza, se trasladan a otro tren. De Paris a Basilea, la Champagne, admirable y rica, y Nancy, ciudad importante. A las ocho de la manana, doce horas justas despues de haber salido de Paris, parti de Estrasburgo, entrando en Basilea a las cuatro horas. De Estrasburgo a Basilea, los Vosges, deliciosas montanas; la Alsacia, castillos, ruinas goticas, monasterios, capillas: Mulhouse, industria floreciente y paisajes alegres y variados. Al entrar en Suiza, empieza a disfrutarse ya de la libertad de aquel pais. Nadie me pidio el pasaporte, nadie me dijo una palabra, ni registro mis cofres persona alguna. La decoracion de la naturaleza cambia de repente al entrar en Suiza. Vamos a Basilea. #SUIZA.# El que ha visitado nuestras Provincias Vascongadas, tiene una idea muy aproximada ya de la pintoresca Suiza. Lagos numerosos, interminables cordilleras de montanas, caprichosamente cortadas, valles por todas partes de eterna verdura, praderas espaciosas y torrentes artisticos, cascadas, y bosques de arboles, paisajes risuenos sembrados de elegantes y ligeras quintas esparcidas por todo el pais: los historicos Alpes coronados de blanquisima nieve, la limpidez de los rios que corren por su centro; todos estos accidentes bellisimos que la naturaleza ofrece por todas partes en Suiza, forman un conjunto delicioso, origen de las seductoras descripciones que en tantos libros se encuentran de ella. Viendola con alguna detencion, se comprende que haya sido teatro fecundo de admirables escenas para los pintores. Basilea, situada a corta distancia de la frontera de Francia, que concluye en el pueblecito de San Luis, es la primera poblacion importante que se encuentra en la antigua Helvecia. Celebre en lo antiguo, por haberse celebrado en su recinto dos concilios ecumenicos, y por haber sido cuna de muchos hombres notables, se ofrecio a mi recuerdo con mas interes del que en efecto dispierta en el animo del viajero. Una de las principales bellezas que tiene para mi Basilea, es el celebrado Rin, rio, que como elegantemente dice madame de Stael, semeja el genio tutelar de la Alemania, con sus ondas puras, rapidas, majestuosas, como la vida de un antiguo heroe. El Rin efectivamente es magnifico, parece inalterable, a juzgar por la eterna serenidad de sus cristales. Los sitios que el recorre participan de su quietud. En Basilea, punto en que le vi por primera vez, se presenta tranquilo, e imponente por su grandeza. Corre silencioso a los pies de la catedral, y a la izquierda se pierde en lontananza, como una inmensa sabana de luz: a la entrada de la ciudad hay un larguisimo puente que salva toda la anchura del rio. La catedral de Basilea, situada en la plaza del Mercado, merece visitarse bajo diferentes aspectos. Su arquitectura es gotica, y por lo tanto notable y digna de verse. Consta de tres naves: en su sacristia actual, se celebro el famoso concilio, en el cual fue destronado el papa Eugenio IV. La tumba del famoso filosofo Erasmo, autor del _Elogio de la Locura_, se encuentra dentro de la misma iglesia. Apenas llegue a Basilea, hice lo que en las demas ciudades que visito por vez primera: me lanzo a la calle para ver lo que haya digno de atencion. Para llegar a la Catedral me condujo la casualidad por la plaza del Mercado, y la impresion que me causo oir el detestable aleman que en dicho punto se habla, no podre describirla; solo recuerdo perfectamente que es tan aspero y gutural como la musica mas destemplada y ronca. Basilea es una de las ciudades mas ricas de Suiza; sus relaciones comerciales, y su proxima situacion a la Francia, la dan mucha importancia. La ciudad tiene algunos edificios notables: la construccion de las casas, diferente de la de los demas paises, y especial de la Suiza, es muy digna de atencion[8]. La madera, abundantisima y excelente, puesta alli por todas partes por la mano sabia de la Providencia, en compensacion de las nieves y los hielos que hacen tan frio el pais, es el elemento principal de la edificacion. Esbeltas y graciosas son efectivamente todas las casas; con sus lienzos de incrustaciones en madera, pulida y habilmente trabajada, ofrecen un espectaculo tan nuevo como curioso. Limpias y brillantes lucen a los rayos del sol, porque con el frio y la nieve la madera conserva eternamente su tersura y solidez, sin que jamas suceda lo que en los paises meridionales que hacen de la madera un facil combustible, volviendolas el calor esponjosas y dispuestas siempre a inflamarse. El frio de quince grados bajo cero que se experimenta en algunos cantones, como el de Berna, ha hecho sabios a los indigenas en materia de precauciones contra su rigor. Es de notar la costumbre acertadisima de colocar dobles puertas en todas las habitaciones de las casas; cada una se abre y se cierra en sentido inverso. Como la madera es tan solida, y no esta sujeta a las influencias atmosfericas, que pueden aumentar o disminuir su volumen, ajustan hermeticamente, haciendo imposible la entrada de la mas insignificante columna de aire. Con las ventanas sucede lo mismo. Las componen dobles vidrieras que abrigan mucho las habitaciones, porque son impenetrables a la temperatura de fuera. Los poeles, estufas que yo llamare, son unos aparatos admirablemente dispuestos, que se encuentran en todas las casas de Suiza: cada dos habitaciones tiene regularmente un poele: fabricados con ladrillo, y muy bien preparados, se calientan por la manana, y templan la estancia para todo el dia: aproximando las manos a los azulejos limpisimos que forman su capa exterior se experimenta un gratisimo calor. En la Biblioteca de Basilea vi un ejemplar del _Elogio_, con notas marginales del mismo Erasmo, con dibujos de su amigo Holbein. En el Museo el retrato de Lutero, y el de Holbein. Para ir a Berna desde Basilea es preciso resignarse a la diligencia, pues el camino de hierro que ha de unir ambas ciudades, se encuentra solo en proyecto: felizmente la travesia se hace en doce horas, y con todas las comodidades posibles[9]. Lo primero que me ocurre consignar, es el admirable estado de las carreteras de Suiza. Sin ceder a ningunas de las mejores de Europa, las sobrepujan en numero. De Berna solamente, ciudad que solo cuenta treinta mil habitantes, parten diez y nueve carreteras, tan solidas, tan lisas, tan cuidadas, tan bellas, que nada dejan que desear. Admira doblemente semejante estado de las vias publicas, recordando que el pais, subdividido en tantos gobiernos como cantones, y pobre como es, apenas se comprende quien y como las ha hecho. Hay verdadera profusion de carreteras, lujo de comunicaciones, todas buenas: los hilos electricos cruzan la Suiza entera en todas direcciones. Caminos de hierro desde Basilea a Estrasburgo, Paris, Francfort, Berna. Durante los meses de febrero y marzo, en los que todo el pais semeja una sabana sola con tres palmos de nieve, lo que hace el paisaje monotono, porque es el mismo en todas partes, las diligencias tienen la originalidad de rodar sin ruedas, y con gran velocidad. Unos trineos de madera, dispuestos en forma de cajas, reciben sobre si el carruaje, y los dos listones que forman su base, resbalan admirablemente bien sobre el pavimento, de nieve y hielo. Los caballos arrastran las diligencias con mas facilidad que si estuvieran armadas como en el resto del ano, con ruedas, y el movimiento es tan igual y tan suave como el de los caminos de hierro. A las ocho horas de haber salido de Basilea[10], entre en Berna, notando la extrana costumbre que tienen todos los mayorales de diligencias de la Suiza de tocar una corneta al entrar y salir en las poblaciones: hace muy buen efecto, porque todos ejecutan algun aire del pais que da mas suavidad al movimiento. Estamos en Berna. #BERNA.# La capital federal de la Suiza, banada por el rio Aar, que la cerca por todas partes, cuenta treinta mil almas de poblacion. El interior de la ciudad ofrece muy poco que observar: se compone de sesenta a ochenta calles solamente, tan uniformes y parecidas, que molesta y fatiga la monotonia de su conjunto: todas tienen soportales cubiertos, necesarios para la nieve. Entre los edificios mas principales de Berna, descuella la Catedral, que aunque pequena, es bella, porque es gotica. El ridiculo protestantismo, que blasona de liberal, y protector de las obras de la inteligencia, cuya omnimoda supremacia proclama, se ha ensanado estupidamente con todas las imagenes de santos tallados en piedra, que embellecian y decoraban todo el exterior de la catedral, dejando unicamente intacta una alegoria escrita en piedra, que corona la puerta principal de la iglesia, y sobre la cual se ven algunos papas que se han condenado por sus crimenes: he aqui el protestantismo, que en nombre de la libertad, mutila con la picota de la burla y la ignorancia, la riqueza arquitectural con que la estatuaria gotica bordaba las fachadas de los templos. Inutil pretension; el escarnio que pretendieron arrojar sobre el catolicismo, patrono de las artes, se volvio de rechazo contra ellos. Desfigurando la catedral como lo han hecho, dejan atras a las tribus de Atila, que se prosternaban llenas de entusiasmo delante de las maravillas del arte arquitectonico-cristiano. El palacio Erlack, que contiene la oficina del presidente de la confederacion, es otro edificio notable. El grande hospital, situado en una ancha calle, que puede llamarse plaza, merece ser visitado por mas de un concepto: el servicio interior no deja nada que desear: la belleza del edificio es digna del objeto a que esta destinado. El lema escrito sobre su puerta es magnifico, _Christo in Pauperibus_: es un modelo[11]. Sobre todos los edificios de Berna, sobresale por su hermosura y grandeza el nuevo palacio del Parlamento, recientemente terminado. Es una soberbia mole de piedra, de tres cuerpos, de esbelta arquitectura, gotica en su mayor parte: el interior corresponde a lo que desde fuera anuncia. No esta terminado completamente. Berna tiene universidad literaria a la cual concurren de 150 a 200 estudiantes por ano. A proposito de letras, placeme consignar que la Suiza tiene organizada la instruccion como ninguna nacion de Europa. Y seame permitido protestar que en esta asercion nada hay exagerado: tengo el habito de estudiar antes de emitir un juicio. He visto por mi mismo las universidades y escuelas de Suiza, casi en su mayor parte: he leido las estadisticas, he comparado, y encuentro que la Francia esta muy atras, sumamente rezagada, y a una larga distancia de la Suiza. Tan extendida esta la instruccion en la antigua Helvecia, que es sumamente dificil, sino imposible, encontrar un hombre del pueblo que no sepa leer y escribir. Casi todos, ademas de su lengua, hablan el frances en la Suiza alemana. Por su parte la Suiza francesa, con la ciudad de Ginebra a su cabeza, una de las mas avanzadas de Europa, no se queda detras. Bueno es apuntar aqui mismo una observacion digna, que en este momento se me ocurre. La instruccion en Francia, y en otros paises, ha servido para aumentar la cifra de las estadisticas criminales, por estar mal dirigida: en Suiza sucede lo contrario. En el momento en que escribo estas lineas, recuerdo que hace mas de medio ano que estoy en Berna, ciudad de treinta mil habitantes. Este numero de personas, en el plazo de seis meses, dia por dia, no han visto cometer ni siquiera un robo, ni un asesinato, ni una herida, ni una disputa. Esta reflexion aislada y sin comentarios, habla muy alto: agreguemos otra que aumenta su importancia. El proletarismo es la plaga social de Suiza, abundan por todas partes los mendigos.... La pobreza y la instruccion ?no engendrarian por todas partes desbordamientos sociales? estudien los politicos miopes sobre este contraste. No sucede asi en Francia; alli el pueblo es bastantemente grosero, literariamente hablando; tiene un barniz de cortesania que esta en la sangre, pero lee y escribe en corto numero y con dificultad. Los alrededores de Berna son, como toda la Suiza, admirables: praderas de eterna verdura, cascadas, torrentes, montanas, casas de campo. Las carreteras, a nivel de las mejores de Europa, se ofrecen en abundancia por todas partes, con una verdadera prodigalidad. Hay en Suiza, volviendo a la instruccion publica, el fabuloso numero de cinco mil quinientas escuelas, a las que acuden cuatrocientos mil discipulos. Estas dos cifras, teniendo en cuenta que la poblacion de toda la Suiza se compone solamente de dos y medio millones de habitantes, habla con incontestable elocuencia en pro del estado intelectual del pais. Los establecimientos penales de Berna se hallan muy bien organizados: tanto los hombres como las mujeres de las prisiones, son empleados con especialidad en los trabajos del campo. En Suiza existe la verdadera libertad politica a que aspiran en vano las demas naciones. La accion del gobierno, que en todos los paises se siente a todas horas y en todas las operaciones, no interviene en los habitos del pueblo suizo. En ninguna parte se encuentra un soldado; los agentes de policia en corto numero, tolerantes y humildes, en contraste con los de otras naciones, apenas se dejan ver, absteniendose muy bien de practicar esa serie de ataques a la libertad individual que parece constituir su principal instituto en ciertos paises. Los agentes del poder en Suiza, empezando por el presidente de la Confederacion Federal, son extremadamente humildes y modestos. He conocido dos, el coronel Frey-Herosee, y el doctor Furrer, ambos instruidos, modestos, hombres de Estado, probos y rectos. Desconocen el lujo, viven como el ultimo ciudadano, y se mezclan con todos. iTienen _seis mil_ fr. de sueldo anual! La estadistica, que forma la verdadera historia de los pueblos, presenta en la antigua Helvecia con respecto a instruccion y moralidad caracteres propios de la civilizacion, datos consoladores, cifras envidiables. Entre los lagos mas notables de la Suiza, sobresale y descuella el de Lucerna, ciudad catolica, y una de las primeras. A todas horas encuentra el viajero que llega a Lucerna lindisimos vapores que comoda y economicamente le conducen a los mas pintorescos sitios de la Suiza. Durante el verano, los extranjeros de todos los paises, es decir, los viajeros de toda Europa, recorren el lago de Lucerna. La villa de Thun [12], distante cinco leguas de Berna, tiene tambien un precioso lago, como lo son todos los del pais, patria de ellos. Thun tiene su hermoso hotel de Buenavista y esta rodeado de deliciosas montanas. Ginebra, ciudad la mas avanzada de la Confederacionon Helvetica, es sin disputa bajo el aspecto literario uno de los primeros centros de Europa. Calvino fundo una universidad. La Biblioteca principal de Ginebra contiene 60,000 volumenes. Patria de muchos hombres notables, entre ellos Rousseau, Calvino, madame Stael, Lesage, Huber y otros muchos, conserva hoy sus tradiciones literarias. Hay en Ginebra un buen numero de periodicos politicos, gabinetes de lectura, sociedades literarias, academias y demas centros de inteligencia, brillando en su seno muchos hombres distinguidos. Alli conoci muchos profesores eminentes, y el politico Fazy. El mejor paseo de Ginebra es el de la Isla con una estatua dedicada a Rousseau. Bajo el aspecto politico, es Ginebra la verdadera capital federal: cierto es que en Berna reside el gobierno, cierto que alli se reune la Asamblea Federal, pero no lo es menos que en Berna nada se dice ni discute como en Ginebra: en la ciudad de Calvino la politica dramatiza todo, la discusion se mantiene siempre animada. El comercio de Ginebra es tambien mas importante que el de Berna: dentro de tres anos acrecera la importancia de esta ciudad con el camino de hierro que la unira con Lyon; hoy esta terminado y abierto al publico: hay escelentes hoteles como el de _Londres_ sobre el lago de Leman. Los mejores hoteles de Berna son el de la _Couronne_ y el del _Faucon_. El lago de Ginebra es delicioso [13]: surcado por lindos y comodos vapores, que hacen la travesia de Lausanne, ofrece un espectaculo admirable. Comodidad y economia encuentra el viajero para ir a Ginebra desde Lausanne por el lago: el golpe de vista es admirable; se ve la altisima cabeza del Monte Blanco, los _Glaciers, Chamouny_, los _Alpes_. La celebrada relojeria de Ginebra merece ciertamente la pena de verse; se construyen cien mil relojes cada ano, casi todas las tiendas ofrecen relojes del pais. La Suiza exporta muchos miles para toda Europa y America. Friburgo, ciudad catolica tambien, tiene unos paseos y alrededores asombrosos: casi todos los extranjeros que visitan la Suiza, se dirijen a Friburgo para oir los celebres organos de la catedral y ver su atrevido puente colgante. Los lagos de Interlaken y Brienz, cerca de Thun: los once que se divisan desde Righi, el de los cuatro cantones, todos, porque esa es la verdad, todos merecen seguramente un viaje: tienen los lagos una belleza especial que seduce y enamora. Nada mas admirable que su aspecto: estan casi todos rodeados de azules y transparentes montanas coronadas de blanquisima nieve: la suavisima tranquilidad de sus azules ondas, que surcan lindisimos vapores, el cielo limpido azul que le sirve de cupula, cerrado por las altisimas montanas que le sirven de marco, como el de Interlaken, hacen del lago un deliciosisimo recreo que la imaginacion no alcanza, que solo su vista ofrece. Los esplendidos y abundantes hoteles que por toda la Suiza se encuentran, servidos como ningunos de Europa, la lujosisima opulencia de carreteras admirables, y digo opulencia porque ese nombre conviene a un pais donde por todas partes se multiplican: lo comodo y bien dispuesto de sus muelles diligencias, todo esto unido a sus pintorescos sitios hacen de la Suiza en el verano la residencia escojida de todos los viajeros de Europa. La Suiza, que a pesar de su cortisima riqueza publica, de sus insignificantes impuestos y de su exagerada modestia posee tan fabuloso numero de carreteras-modelos, ha entrado tambien ya en la mejora de los caminos de hierro, y no se halla todo el pais cruzado de caminos ferreos porque carece de recursos pecunarios, no por otra cosa, y porque el terreno todo es montanoso. A pesar de los cuantiosos gastos que exigen obras de esta naturaleza, y de los poquisimos elementos del pais, cuentanse ya abiertas al publico y en explotacion cinco lineas diferentes, que aunque de corta extension son utilisimas. De Bale o Basilea parten dos; de Zurich otra, y de Lausanne e Yverdun las restantes, ademas de la de Ginebra a Lyon. Se trabaja mucho en su continuacion, y se emprenden otras nuevas. Lo que es un verdadero secreto para el viajero, es el admirable estado de todas las carreteras de Suiza, a pesar de que por ninguna parte se encuentra un peon caminero, gendarme ni cosa parecida. Parece ciertamente cosa de magia: la Suiza ni tiene ni puede sostener mas que un reducidisimo numero de empleados en razon a su facilisima organizacion y su modestia y falta de recursos combinados: con mucho trabajo se encuentra un peon caminero de los pocos que hay. Es sumamente raro ver uno: pues bien, a pesar de todo, no hay en Europa mejores carreteras. La seguridad que ofrecen es absoluta, un ano proximamente he habitado la Suiza, en ese largo tiempo no se ha cometido ni siquiera un robo, ni una tentativa. Pues con esto sucede como en las carreteras: admirables sin peones camineros, segurisimas sin un gendarme. Las praderas y las fuentes abundan por todas partes: no se andan veinte pasos en todo el territorio de la Confederacion sin encontrar airosas casas y poeticos prados. Puede decirse que la poblacion reside en el campo. Con esta circunstancia, unida a sus valles, cascadas, lagos y montanas, los viajes por la antigua Helvecia son un verdadero placer. De los tres millones proximamente de habitantes que constituyen la nacion, hay una tercera parte de catolicos: el resto se compone de protestantes y judios, estos en corto numero. El protestantismo en Suiza, esta, como en todas partes, subdividido en infinitas sectas, cada una de las cuales pretende poseer la verdad ... lo que basta para juzgarle, pero en Suiza existe la verdadera tolerancia religiosa, y todos los cultos se respetan y se estimulan mutuamente. En Berna, ciudad que yo he habitado ordinariamente, como residencia del cuerpo diplomatico, solo existe una iglesia catolica: las demas, inclusa la Catedral, estan destinadas al culto protestante, que carece de ceremonias y solemnidades de todo genero. Durante el verano, se dan conciertos en la Catedral, como en un teatro, con objeto de hacer oir a los extranjeros el celebrado organo de dicha iglesia. La legislacion civil y criminal de cada canton es diferente; como lo son la lengua y la religion. Entre otras muchas sentencias que he tenido la curiosidad de leer, resalta la siguiente por su originalidad. Un ciudadano suizo, del canton de Zurich, avecindado en el de Schwitz, el mas antiguo de la Helvecia, fabrico cuarenta monedas falsas, de veinte centimos cada una de valor, lo cual, reducido a nuestro modo de contar, forma la insignificante suma de treinta reales. Descubierto su crimen y reducido a prision, ha sido condenado a "cinco dias de ayuno en la prision, extranamiento del canton por diez anos y cuarenta palos." Este es el tenor testual de la sentencia. Como esta he tenido ocasion de leer otras de diferentes cantones. Como documento original, he creido conveniente apuntarle en mi libro. Esta sentencia, con otras muchas de este genero, que con frecuencia se pronuncian en Suiza, da muy mala idea de la cultura del pueblo en general. A pesar de esto, el estado del pais es floreciente, y la estadistica criminal mas reducida que en ninguna otra parte de Europa. ?Puede esto explicarse? dificilmente: este es uno de los muchos fenomenos que la vida de los pueblos ofrece en su conjunto, y que escapan al analisis. Las universidades de Suiza son tres: Basilea, Zurich y Berna: el ano 1855, asistieron a ellas 166 estudiantes de medicina, 350 de teologia, 400 de derecho y 500 de filosofia. Publicanse en Suiza 225 periodicos en las tres lenguas del pais, alemana, italiana y francesa; hay diferentes bibliotecas, sociedades literarias y academias. Ginebra, segun he apuntado ya, es la primera ciudad de la Confederacion Helvetica, considerada como centro de las ilustraciones literarias del pais, como residencia de los hombres politicos mas avanzados. Tan luego como se concluyan las lineas ferreas que han de reunir Ginebra a Lyon y Berna, la patria de madame Stael, importante ya bajo todos aspectos, acrecera prodigiosamente en significacion. El caracter pacifico de los suizos, rasgo peculiar de las razas germanicas, que tan gobernables las hace, en ninguna ocasion le he estudiado mejor que en las reuniones del pueblo todos los domingos. En los hoteles de segundo y tercer orden, reunense habitualmente crecido numero de familias, con mujeres, hijos y esposos. Se sientan pacificamente al lado de una mesa, beben su indispensable cerveza, hablan, rien, cantan en coro, pero jamas disputan. Importa muy poco que la cerveza, con su accion inflamable, pueda calentar el cerebro, importa muy poco que en una misma pieza, y en diferentes mesas, haya a veces reunidas trescientas personas que fuman, cantan y beben, no importa, ninguna botella se rompe, ninguna silla se estropea, nadie disputa, todos se retiran habitual y tranquilamente a sus casas para volverse a reunir el proximo domingo. Apliquese esta costumbre a nuestra raza latina, ora sea francesa, italiana o espanola; a la media hora de estar reunidos se han roto la cabeza algunos de los convidados, y cada vez que se encuentren juntos bebiendo habra disputas. Esta diferencia caracteristica, aplicandola en sentido mas alto e importante, explica en algun modo la facilidad con que se gobiernan las razas germanicas y la causa de los trastornos casi continuos de los pueblos latinos. El ano de 1855, segun datos oficiales, se celebraron en Suiza 16,270 matrimonios: el numero de ninos nacidos en dicho ano fue de 363,40, y el de ninas el de 33,660, lo que forma un total de 70,000 nacidos. Sabido es, y en otro lugar lo decimos, que la poblacion total de la antigua Helvecia no llega a tres millones. Las defunciones acaecidas en el mismo ano de 1855 fueron en numero de 55,500 personas. Los matrimonios pueden calcularse a razon de uno por cada 147 habitantes, un nacido por cada 34, y una defuncion por cada 43 personas. El sexo masculino, contra lo que generalmente sucede en otros climas, vive en Suiza menos que el femenino; tampoco hay muchos ejemplos de longevidad en ningun sexo. Con respecto a su industria, de la que en otro lugar nos ocupamos, tenemos que anadir datos muy preciosos sobre el comercio que ha hecho en 1856 con los Estados-Unidos de America. En los doce meses de 1856, la Suiza ha remesado a los Estados-Unidos de America las siguientes partidas: en relojes, por valor de 2,404,575 dollars; en tejidos de seda, por valor de 4,875,636 dollars; en articulos de algodon y bordados, por valor de 641,927 dollars; en sombreros, cintas de seda, por valor de 444,135; total de sus remesas 8,368,074 dollars; cada dollar son 20 r., 20 mrs. Esta crecidisima suma para un pais pequeno como la Suiza, y producto de su comercio con una sola nacion, demuestra palpablemente cuan grande es el progreso de su industria, que vende con ventaja sus artefactos en todos los paises y que fomenta tan grande comercio. En relojeria, el canton de Neuchatel solo, segun datos oficiales, ha construido en 1856 1,600,000 relojes: anadase a esta extraordinaria cifra el inmenso numero de relojes que en Ginebra se fabrican, y se comprendera la importancia immensa de su relojeria. La casa de Echer Wyss y compania en Zurich, cuyos establecimientos industriales ocupan medio barrio de la ciudad, da trabajo a 3,000 operarios, y de la citada casa salen todos los dias magnificas maquinas de vapor y excelentes aparatos de todo genero. La sederia tambien es otra industria floreciente que prospera en el mismo canton. En 1855 se contaban en Suiza quince establecimientos de banco, o giro, con un capital de 64 millones de francos: la circulacion de billetes en el referido ano fue por valor de 10 millones francos y el giro total ascendio en todo el ano a 1,354,111,309 fr., suma muy respetable y muy elevada atendiendo a la poblacion y riqueza social de la Suiza. El credito de que goza la nacion, merced a sus sabios gobiernos y excelentes e inmejorables instituciones, es el mas envidiable; y practicamente se ha visto con motivo de la cuestion con la Prusia, habiendose ofrecido a la Suiza por banqueros de todos los paises cuanto dinero pudiera necesitar. La industria se encuentra tambien en Suiza floreciente y en un estado de prosperidad envidiable: alli todo se mejora, todo progresa, a la sombra de buenas leyes fielmente ejecutadas. Conocida es en Europa y America la admirable relojeria de Ginebra, que despues de surtir a todo el mundo con sus acabados productos, aumenta todos los dias la riqueza de la ciudad, embellece sus magnificas tiendas y aumenta la riqueza de la ilustradisima y sabia Ginebra, que ve levantarse al rededor de su prodigioso lago soberbios edificios de moderna construccion, que nada tienen que envidiar a los mejores de cualquiera otra capital de Europa. Ginebra, que sobresale en Europa por sus academias y sus sabios, que tiene una vida literaria, que guarda sus tradiciones, que esta poderosamente hermoseada por la naturaleza con su Monte Blanco, su lago, y su admirable decoracion, tiene, ademas de su brillante relojeria, otras muchas y avanzadas industrias, sobresaliendo tambien en toda la Europa en el arte de montar diamantes y en todo lo que se refiera a joyeria. El canton de San Gall[14] cuenta con sus celebradas blondas y encajes, industria avanzadisima, que cada dia prospera mas. El canton de Zurich ocupaba en 1855 en la manufactura de seda 30,000 trabajadores, contando 24,000 telares. El canton de Basilea, industrioso tambien por excelencia y muy comercial, es uno de los mas ricos de la Suiza. Su capital, Basilea, tiene muchas y respetables casas de comercio, caminos de hierro a Francia, Alemania y centro de Suiza, bancos y establecimientos industriales, muchas relaciones comerciales y riqueza y prosperidad siempre crecientes. Excelentes fabricas de papel y seda: se fabrican instrumentos de musica. El canton de Soleure, catolico en su mayor parte, se distingue tambien con sus fabricas de gas, de algodon, tabaco, y papeles pintados. El canton de Glaris descuella y sobresale por sus excelentes fabricas de panos; es muy industrioso como tambien el de Neuchatel. Los principales rios de Suiza son el Rin, el Aar, el Reuss, el Orbe, y el de Sane: entre los lagos de recuerdos esta el de Bienne, cerca de Berna, en el cual estuvo Rousseau. El canton del Tesino, agricultura floreciente, fabricas de sombreros de paja, mucha riqueza, catolico. Tiene tambien, como todos los cantones de la pintoresca Helvecia, sus tranquilos y poeticos lagos, entre los que descuella el _Mayor_, que tuve el gusto de admirar sentado largo tiempo a sus orillas con un libro en la mano. El canton de Soleure, cuya capital bana el Aar, es muy comercial, tiene fabricas de algodon, de gas, tabaco y otras industrias: el de Turgovia, industrial y fabril; muchas fabricas de tejidos de seda: Schaffhouse, capital del canton del mismo nombre, y patria del grande historiador Muller, tiene tambien mucho comercio por el Rin. En Lausana, uno de los cantones que sobresalen por sus establecimientos literarios y piadosos, existe un colegio de ciegos digno de ser visitado y objeto de admiracion merecida. Fundado con el alto y cristiano pensamiento de educar y recojer a los infelices privados del esencial organo de la vista, no pregunta a ninguno de sus patrocinados cual es su nacionalidad: admite y recoje a todos los ciegos que se presentan, de cualquier pais y religion que sean; tiene esa magnifica circunstancia. El ano de 1855, epoca en que yo residia en Suiza, entraron en el establecimiento de Lausana 207 ciegos: de este crecido numero solo 47 pagaron su asistencia, siendo educados y alimentados gratuitamente por el establecimiento los 160 restantes del numero de los que entraron en el ano. El colegio cuenta con un magnifico local, excelentes profesores, muy buena alimentacion, sabio sistema, condiciones de higiene, practicas admirables, y en fin, cuanto desearse puede. Los ciegos aprenden musica e idiomas, entre las diferentes asignaturas que componen la ensenanza; el colegio cuenta con muy buenas maquinas para ensenar la musica, siendo verdaderamente una institucion admirable. El pueblo suizo es majestuoso, sencillo, patriarcal, pastor, laborioso, cultivador, piadoso, patriota, soldado, y por encima, y como sirviendo de corona, libre, eminentemente libre, idichoso pueblo! iDios vele eternamente por su santa independencia! Un pueblo que tiene tan magnifica historia debe ser libre y tiene indisputable derecho a serlo. Voy a consignar aqui en mi libro una pagina de oro de tu libro historial; esa pagina se abre el 17 de noviembre de 1307, fecha memorable, fecha eterna. El dia 17 de noviembre de 1307 se reunieron los treinta patriotas eminentes fundadores de la Suiza: el sitio que escojieron para celebrar su asamblea fue el pintoresco promontorio de Grutli, que con veneracion piadosa he visitado, y alli, con los corazones fuertes, en presencia de Dios, y resueltos a crear un pueblo, pronunciaron el siguiente juramento: "Nosotros juramos en presencia de Dios, delante del cual los reyes y los pueblos son iguales, de luchar y morir por nuestros hermanos, de obrar y sentir en comun, de no sufrir violencias ni tampoco cometer nosotros mismos injusticias, de respetar los derechos y propiedades del conde de Hapsbourg, de no hacer ningun mal a los vireyes, pero si de poner un termino a su tirania." iSublime y noble juramento que cumplieron! fundando la independencia de esa magnifica Suiza, que plegue a Dios conservar siempre libre. Los primeros que prestaron ese magnifico juramento tan elocuente, tan moral, tan patriotico, fueron los insignes patricios Walter, Furst, Stauffacher, Melchthal, Werner, nombres augustos que la Suiza reconocida guarda y guardara eternamente en su memoria. En la reunion del 17 de noviembre de 1307, se acordo que el dia del levantamiento general fuese el 1 deg. de enero de 1308. En la aldea de Altorf, que he visitado dos veces, tuvo lugar la tremenda escena con Gesler y Guillermo Tell, que tuvo precision de apuntar y tirar su flecha a la manzana que colocaron sobre la cabeza de su hijo ... uno de los suplicios mas barbaros que jamas han sido impuestos a padre alguno. En la misma aldea de Altorf, hay una fuente de piedra coronada con la estatua de Tell tirando su flecha. La Suiza es la moderna Arcadia; Guillermo Tell era pescador, su pueblo pertenece al canton de Uri, que con los de Schwitz y Unterwald componen los tres primeros cantones que formaron la liga y el fundamento de la nacionalidad suiza. A estos tres cantones se unieron los primeros, Lucerna, Zurich, Glaris, Zug y Berna: al terminar el siglo XV, entraron a reforzar la liga los cantones de Soleure y Friburgo: Basilea, Apenzel y Schaffhouse fueron admitidos en ella al comenzar el siglo XVI. Estos trece cantones confederados constituyeron la celebre liga helvetica, que por espacio de mas de trescientos anos combatieron con gloria para todos, y vergueenza para el Austria, que nada pudo conseguir, a excepcion de las muchas derrotas que soporto, no obstante sus ejercitos y recursos, mayores que los de los suizos. El ano 1798, se cambio la constitucion de la Suiza: las republicas de Ginebra y de Mulhouse, en union con el obispado de Basilea, se incorporaron, mejor dicho, fueron incorporadas a Francia. En tiempo de Napoleon, y despues de una gloriosa revolucion, se redacto el acta de _mediacion,_ por la cual la Suiza formo una confederacion compuesta de diez y nueve cantones. A la caida de Napoleon, por una acta del congreso de Viena (1815), recobro la Suiza las cesiones hechas a la Francia, a excepcion de Mulhouse; adquirio parte del territorio de Gex y de la Saboya, con lo cual quedo mas completo el nuevo canton de Ginebra. Desde entonces formo una confederacion de veinte y dos cantones que hoy por ventura existe, libre y prospera. En 1848, se ha redactado una nueva constitucion mas conforme con el estado actual de la Suiza, y mas beneficiosa para su organizacion politica [15]. El principal redactor de esta constitucion, que fue presidente de la Asamblea en 1848, es el coronel Ochsenbein, persona dignisima y de eminentes cualidades, y a la cual he tenido el gusto de conocer y tratar. En mayo de 1855, el tribunal cantonal de Obwald, en Suiza, pronuncio la siguiente sentencia, original por mas de un concepto. Un ciudadano suizo, culpable de un robo verificado en una iglesia de Samen, ha sido condenado a lo siguiente: "Un cuarto de hora de argolla, vigilado por el verdugo, a 60 palos dados publicamente por el ejecutor de la justicia, a tirar durante cinco anos de un carreton, a diez anos de internacion en su distrito natal, a no poder casarse jamas, a la perdida de sus derechos civiles y politicos, a ejercicios piadosos, a hacer penitencia en la iglesia, con un baculo en la mano, y una cuerda al cuello, a danos y perjuicios y a los gastos del juicio." Los establecimientos penales de la Suiza, estan en perfecta consonancia con su admirable estado de progreso. Un regimen interior ejemplar y religioso, los trabajos del campo, el buen sistema de alimentacion, la ensenanza que reciben, los ejemplos morales que se les ofrecen, las practicas religiosas a que tienen que consagrarse, todo en una palabra es admirable y no deja nada que desear. He visitado los de Berna, Friburgo, Ginebra, Lucerna y algunos otros, y en todas partes he encontrado el mismo orden, la misma exactitud. La instruccion publica, que es la estadistica de la inteligencia, la que con plena verdad patentiza con sus cifras el estado de un pueblo, esta en Suiza a una altura superior a la de los demas estados de Europa. Sus datos consoladores, sus riquisimos anales, que componen el verdadero libro historial de la Suiza, manifiestan la apremiante necesidad en que se encuentran los demas gobiernos de Europa de difundir y propagar la instruccion, sin la cual los pueblos no pueden ser libres, sin la cual los pueblos no prosperan, sin la cual no hay vida posible: porque el embrutecimiento del pueblo es la razon de ser de las tiranias, es el apoyo de los despotismos. He tenido complacencia en comparar la estadistica de la instruccion publica en Suiza con la de Francia, Inglaterra, Austria y Prusia, y la diferencia notabilisima que hay en favor de la libre Suiza, proclama en voz alta y con la incontrovertible elocuencia de los numeros, el prospero estado de la Suiza bajo el aspecto intelectual, y la superioridad con que aventaja a los demas pueblos en la propagacion de lo que a todos se debe, de la instruccion, que al ver como la regatean los gobiernos de algunos pueblos, diriase que no pertenece de derecho a todo hombre, a todo ciudadano. Los gobiernos al propagar la instruccion, al educar a todas las clases, y a todos los individuos, no hacen mas que cumplir con su deber; para algo se han reunido los hombres en sociedad: no es solamente con el objeto de pagar los impuestos y soportar las cargas de la nacion; el estado por su parte, les debe proteccion, defensa de sus derechos si son atacados, instruccion gratuita; es un deber imprescindible, y faltan a todo lo pactado los gobiernos que no lo practican, y cometen una usurpacion, y autorizan a los pueblos a no reconocer su autoridad. Volviendo ahora a Suiza de la que una digresion necesaria me ha apartado un momento, basta consignar que existen en la Confederacion Suiza 5,500 escuelas, a las que concurrieron en el ano de 1855 430,107 discipulos. Esas dos cifras admirables, en un pueblo de menos de tres millones de ciudadanos, bastan para colocarla en un alto y envidiable puesto: esos datos relevan de todo comentario, hablan por si solos mejor que todas las frases. Los hospitales y demas establecimientos de beneficencia, estan en relacion con sus instituciones y adelantos: la caridad cristiana, la primera de las virtudes, esta magistralmente entendida y practicada en los establecimientos piadosos de la Suiza. Cuentanse tambien muchas y admirables casas de enagenados; a media legua de Berna, se levanta un majestuoso edificio destinado a la asistencia y curacion de los pobres locos: es admirable bajo todos conceptos, y como el son los demas que he visto en diferentes cantones; el de los alrededores de Berna esta magnificamente situado; delante se ostentan verdes y lozanas praderas, un abundoso y pintoresco bosque le rodea, y le circuyen los Alpes, con sus elevadas cumbres. El gobierno de la Suiza es el unico que puede llamarse verdaderamente libre, eminentemente popular. Segun la constitucion de 1848, que se venera y se practica, que no es una ley escrita, sino una verdad realizada, los pueblos son los que hacen todo interviniendo, como es logico y de pleno derecho, en todos los asuntos del Estado. Los negocios locales los dirije y resuelve el consejo de cada canton, cuyos individuos elige el pueblo: los asuntos generales de la confederacion estan del mismo modo encomendados al pueblo: la asamblea federal, compuesta de los diputados de toda la nacion, elige el presidente y los ministros de la confederacion; y como los diputados son los genuinos representantes del pueblo, la gobernacion es siempre popular, como debiera serlo en todas partes. Los presidentes de la confederacion son elegidos por solo un ano: al terminar su magisterio, ponen de manifiesto todos sus actos, son juzgados por la opinion publica, y se retiran tranquilos, entrando su sucesor cada ano a ejercer la suprema magistratura. La eleccion de ministros la hace tambien la asamblea federal: los poderes de los ministros duran seis anos, ejercen sus cargos bajo la presidencia del primer ciudadano de la confederacion, presentan sus actos dos veces por ano al juicio de la asamblea, y terminados sus poderes, vuelven a su condicion anterior o son reelegidos si se han hecho dignos. Las elecciones de presidente y ministros se hacen del modo mas patriotico y tranquilo: la Suiza no conoce esa libertad tumultuosa que otros pueblos proclaman equivocadamente: en Suiza es publica la vida de todos los ciudadanos: el que mas ama la justicia y la libertad, el que mas se acerca al buen ciudadano, es elejido y votado por la Asamblea, que representa el pueblo. De este modo, la gobernacion del Estado reune todas las condiciones de acierto deseables: todos los ciudadanos, desde el primero al ultimo, intervienen en la gestion de la cosa publica, de este modo estan perfectamente garantidos los derechos del pueblo. Los sueldos modestisimos de los empleados publicos aligeran las cargas publicas, y hacen que la Suiza se vea libre de esa enfermedad que se llama empleomania, y que tan funestos resultados produce en algunos pueblos de Europa. El presidente de la confederacion, magistrado supremo, de igual categoria que cualquier soberano, tiene _seis mil francos de sueldo al ano_ que es todo el tiempo que dura su cargo: vive modestamente, sin criados, sin carruajes, sin fausto: y su autoridad es tan respetada como la del primer soberano de Europa, porque la autoridad en Suiza es la ley. He conocido dos presidentes, el coronel Frey-Herosee, y el doctor Furrer, ambos probos, rectos, ilustradisimos, modestos. En Suiza tienen tambien la inmensa dicha de no conocer los ejercitos permanentes, carga pesadisima que en los demas pueblos de Europa aumenta los presupuestos, hace imposible la economia y dificulta el reinado de la libertad. Todo suizo es soldado, y cuando la patria lo necesita, se levanta en veinte y cuatro horas un poderoso ejercito, que no esta asalariado, y que solo combate por la patria. Este es el cuadro exacto de la confederacion suiza, consolador para los que amamos la libertad, consolador para el filosofo, para el estadista, para el politico. Dos son los problemas dificiles que yo encuentro actualmente en Suiza, y los unicos que pueden ofrecerse en contraste a sus grandes progresos y admirables instituciones: el pauperismo, y el indiferentismo religioso que trabaja sus sectas innumerables de protestantes. La crudeza del clima, la poca extension del territorio, y la modesta riqueza publica de la Suiza, explican el pauperismo, que existe, no por las leyes, de ninguna manera; no a causa de su organizacion, sino porque la Suiza es pobre, y porque el clima es duro. No esta en sus defectos sociales el pauperismo, no; es una fatal consecuencia que puede irse amenguando, como se hace, pero que no puede extirparse de repente. No obstante su grande numero de mendigos, y su popularizada instruccion, la estadistica criminal es la mas corta de Europa, no solo comparada con los estados grandes, sino tambien con los de menos e igual poblacion. De todos modos el pauperismo en Suiza es un dificil problema. El otro es mas general, y de grande importancia para el porvenir de un pueblo. He penetrado en todos los templos de las diferentes comuniones protestantes que hay en Suiza, he asistido a sus ceremonias, he presenciado sus solemnidades, y en todos los templos y por todas partes, solo he encontrado un terrible indiferentismo, peor que la falta de creencias: un pueblo indiferente en religion podria concluir por serlo en politica y en moral, y ese pueblo se perderia. La filosofia panteista alemana, tan popularizada en Suiza, es la causa originaria de la indiferencia religiosa. Esperemos que esa enfermedad desaparezca; yo asi lo espero, y asi lo quisiera, pues un pueblo tan grande y tan sabiamente gobernado, necesita para conservarse, creer en Dios, dispensador de todo bien, y Padre de todos los pueblos. Y aqui termina mi capitulo sobre la Suiza, pueblo de mi predileccion y en cuya prosperidad tanto me intereso. iDios vele por la independencia de su suelo! #INGLATERRA#. La impresion que el viajero recibe dirijiendose a Londres desde Paris, como yo lo hice, es triste, verdaderamente triste. La bulliciosa alegria que rebosa por todas partes en la animada capital de Francia, contrasta de un modo singular con la fria y reservada gravedad de Londres. En el momento de llegar a Calais o Boulogne, comienzan a divisarse las nebulosas costas de Albion. La travesia de Paris a Londres, que se verifica en el brevisimo termino de doce horas, es agradable y facil. Al reflexionar sobre la corta distancia que separa ambas naciones, parece mentira que se encuentren tan marcadas y profundas diferencias: nada mas cierto sin embargo: las doce horas de distancia, significan otra religion, otra lengua, otras costumbres, otro caracter, otras leyes, otra familia, otra manera de vivir. Para el que ama el estudio y procura recoger con cuidado las observaciones que la vida de un pueblo ofrece, es sumamente util el viaje a Inglaterra. El pueblo ingles solo tiene en el continente apologistas o detractores: unos condenan su civilizacion, otros la encomian y preconizan, sin que acierten a formular un juicio imparcial que condene lo malo y aplauda lo que sea bueno. Yo no abrigo la pretension de juzgar con entera exactitud la Inglaterra: ni la indole de este libro se acomoda a un detenido estudio de su civilizacion, ni he vivido bastante tiempo en su seno para poderla apreciar con pleno conocimiento de causa. A pesar de todo, y sin contar para nada con las opiniones emitidas hasta hoy sobre Inglaterra; prescindiendo de toda prevencion, y limitandome a exponer en un breve capitulo las observaciones que yo he tenido lugar de hacer, expondre mi juicio sobre la Inglaterra con la misma imparcialidad que he usado al ocuparme de las demas naciones que conozco. Ni empleare calificaciones duras ni emitire elogios apasionados; contare lo que he visto y nada mas. Es una opinion casi recibida generalmente, la de creer que la Inglaterra marcha a la cabeza de la civilizacion; no admitiendo yo semejante teoria, es de suponer que mis apreciaciones no sean por todos admitidas: yo las expondre sin embargo, con la seguridad de que son fundadas. Lo primero que yo me apresuro a consignar con satisfaccion, es el admirable estado de la familia en Inglaterra. Esta institucion social, tan eminente, principal fundamento de un pueblo, se halla sabiamente comprendida y organizada del otro lado del canal de la Mancha. La familia inglesa, seguro cimiento de la moral publica, vive en el orden y en las afecciones: con sus excelentes circunstancias educa buenos hijos para la sociedad, y buenos ciudadanos para la patria. El legislador que organice un hogar domestico con sabia economia, trabaja en pro de la sociedad, que es su reflejo. En la familia inglesa hay algo que yo no quisiera ver; como por ejemplo las leyes que hacen un tanto dura la condicion de la mujer, pero a pesar de todo, no puedo menos de admirarla. Sentadas estas breves apuntaciones que he creido necesario consignar, antes de conducir al lector a Inglaterra, vamos a ponernos en marcha. Sali de Paris a las ocho de la noche en tren directo. A la una de la madrugada llegue a Calais, embarcandome por la vez primera: la travesia hasta Douvres la hice en dos horas, sin haber sentido la mas leve incomodidad. En Douvres nos registraron apenas el equipaje, nos dieron un documento para poder salir de Inglaterra, vieron nuestros pasaportes, recobramos el camino de hierro, y a las cuatro horas entramos en Londres. Deliciosa es ciertamente la campina que el viajero encuentra desde Douvres a Londres. Verdes y abundantes prados donde pastan numerosos rebanos de ganado lanar, adornan y embellecen el paisaje. Al entrar en la colosal ciudad, es decir, al llegar al embarcadero de London-Bridge el tren que nos conducia, paso por en medio de otros cinco que en diferentes direcciones marchaban, todos con grande numero de coches, henchidos de gente. Tan portentosa actividad, tan grande numero de lineas ferreas arrancando de un solo punto, dan una excelente idea del movimiento industrial del pueblo ingles. Tocome por casualidad entrar en domingo en la nebulosa ciudad, y la impresion que recibi fue la que experimentan todos los extranjeros que llegan por la primera vez en semejante dia; tristisima, de aburrimiento. La iglesia anglicana, que desde la epoca de la reforma se gobierna de un modo especial, prohibe en su _libre_ fanatismo toda vida y todo movimiento en el dia del domingo. Cierranse los comercios y oficinas de todo genero, cierranse los establecimientos publicos, cierrase todo, a excepcion de los clubs y tabernas, donde desde cierta hora de la tarde se destapan las botellas y se abren los labios. Contrastes como los que he visto en Londres, no los ofrece pueblo alguno del mundo. El domingo, dia de silencio y de recojimiento, en el que todo esta cerrado, en el que no hay espectaculos, en el que a nada puede jugarse en los cafes, ese dia he visto en los jardines de Cremorne-Gardens la procacidad la mas descarada: en ese mismo sitio de recreo no habia musica ni habia baile porque era domingo, pero no es menos cierto, que a pesar de la _religiosidad oficial_, las mujeres publicas paseaban a centenares, ofendiendo escandalosamente la moral publica. En Londres, el domingo, es preciso comer pan de la vispera porque no puede cocerse en semejante dia. Durante mi permanencia en Londres en julio de 1855 tuvo lugar la famosa escena de Hyde-Park, nueva en su genero. La policia disolvio los grupos repartiendo muchos golpes y haciendo prisiones: el pueblo por su parte, se contento con silbar a los _policemen_ y resistir un poco. El bill que se habia presentado al parlamento, prohibiendo las bebidas al pueblo en el dia del domingo, unico de la semana en que descansa, y en el cual tiene cerradas las bibliotecas y el mismo palacio de cristal, donde pudiera aprender algo, el bill que negaba al pueblo lo que la aristocracia se concede profusamente[16], ese bill digo, que produjo las reuniones del pueblo en el parque[17], las escenas con la policia, y el miedo de los nobles, fue retirado antes de discutirse. La nobleza de Inglaterra, que tiene el escandaloso monopolio de la riqueza, del poder, el bienestar y las regalias todas, empezo en ese dia a conocer que su reinado puede terminar. La organizacion social del pueblo ingles, su _vida practica_ que he visto, las mil y mil barreras que le separan de la aristocracia, esas desigualdades insultantes que alli se ven, esos privilegios-leyes que destruyen la igualdad social, atacan la dignidad humana y adulan el orgullo de unos cuantos, todo ese viejo edificio ingles, casi feudal, a pesar de todos los discursos que se hacen por todo el mundo, diciendo que la Inglaterra marcha a la cabeza de la civilizacion, puede caer un dia en astillas, a impulsos del hacha revolucionaria, a impulsos de un movimiento, quiza mas proximo e inevitable que lo que casi todos creen. El que quiera hablar de la orgullosa Albion, que se venga a Londres a visitar las clases, _a ver la vida_, a escuchar la respiracion social. He tenido la satisfaccion de ver confirmadas las opiniones que por escrito habia yo formulado antes de viajar por Inglaterra. La libertad en Inglaterra es como todo lo que alli existe, _nueva, sui generis_: hay mil fenomenos y contradicciones casi indescifrables; pero por encima de todo, dominando todos los ruidos, sirviendo de punto culminante y resolviendo todo, la Inglaterra para tratar los asuntos de fuera es _comercial, negociante, inglesa_, ni conoce paises, lenguas ni religiones, suma, resta, y multiplica. Dentro, en su casa, es despotica para con el debil, el ignorante y el pobre ... y yo quiero la libertad general, que empieze por comprender al pobre, al ignorante y al debil: dentro es aristocratica, orgullosa, tiene _clases_[18], y esa sola palabra insulta. Por ventura la revolucion moral esta proxima, y nada en verdad mas necesario, nada mas logico, nada mas legal. La Inglaterra necesita aun reformas: el pueblo necesita un cambio radical, profundo; Cromwell ni supo ser ni fue nunca revolucionario; era un fanatico de mas ambicion que talento, y antes que amigo del pueblo lo fue de la hipocresia religiosa que le movia: y basta, vengamos a nuestro viaje. El aspecto de las principales calles de Londres es magnifico: el movimiento de los miles de carruajes de todas especies que inundan la poblacion, el inmenso gentio que pulula siempre en todas direcciones y por todas partes; sus millares de tiendas, todo el conjunto de tanta vida comercial, ofrece algo de maravilloso e imponente. Los miles de omnibus, porque se cuentan por miles los que circulan por todas las calles, ofrecen algo de nuevo para el que guste de hacer observaciones, enfermedad que yo tengo en sumo grado; puede decirse con toda propiedad que los habitantes de Londres estan viajando todo el ano sin salir de la capital de Inglaterra: vense en todos los omnibus senoras que entran y salen con sus pequenos sacos de noche, lo mismo que en las diferentes lineas de caminos de hierro que dentro de Londres hay, para ir de un barrio a otro. Las distancias son enormes, colosales, esto se comprende facilmente con solo hacer una observacion. La mayor parte de las casas de Londres, casi todas, estan ocupadas por una sola familia; los habitantes ascienden a mas de dos millones y medio; figurese pues el lector si la extension de la ciudad sera grande. El Tamesis, que separa el Londres industrial del comercial y elegante, ofrece tambien un portentoso cuadro de animacion, con los colosales edificios que bordan sus riberas, con los elegantes puentes que le interrumpen, con el grande numero de vapores que llenos de gente le cruzan a todas horas. Atolondra y pasma la ruidosa animacion de Londres: el tumulto y agitacion de Paris es agradable, es animado, es de otro genero: en la ciudad inglesa todo es carbon de piedra, fardos de telas; todas las casas de Inglaterra tienen el mismo color sombrio, los tejados estan henchidos de chimeneas, todas estan ennegrecidas, no hay una sola casa de fisonomia alegre, el humo de la fabricacion y la tristeza de la atmosfera, siempre viuda del sol, han pintado con sombra toda la construccion inglesa. La casa mas modesta de Londres vista interiormente es linda y curiosa: todo esta ordenado y limpio. Un pequeno jardinito, de dos varas de extension, se tiende como una alfombra delante de la puerta, que capitulo esta cercada por una verja de hierro. Las plazas de Londres son magnificos jardines que abundan con lujosa profusion por todas partes: la vista de tanto jardin, el gran numero de parques que existe, y el rico y verde arbolado que llena todos los sitios, embellece extraordinariamente la poblacion, distrae la vista de la monotonia de las casas y purifica y mejora sin duda alguna el estado de la atmosfera, siempre cargada de carbon. Los teatros de Londres no valen lo que debieran ni corresponden a la grandeza de la ciudad. En _Covent-Garden_ oi a la Grisi, a Mario, Tamburini, Lablache, etc., y a decir verdad no me emocionaron, eran celebridades historicas, nada mas: el teatro, que tiene su paraiso como el Real de Madrid, es grande, pero pobre, esterior e interiormente. El de _Drury-Lane_, donde tambien habia opera, y de cuya compania formaba parte el tenor espanol Puig, es oscuro, con incomodas localidades y un publico excentrico. Los jardines publicos del otro lado del Tamesis, y los de Cremorne-Gardens en el barrio de Chelsea, son muy buenos; profusion de alumbrado de gas, profusion de flores y verdura, musica, circo, fuegos artificiales. Las calles mas hermosas de Londres son la del Regente, la de Oxford, y Portland-Place. Picadilly y Bond-Street son los sitios mas elegantes. iEspectaculo repugnante! todos los dias se ven en las calles hombres y mujeres ebrios. Las iglesias de Londres, desde que existe el protestantismo, han perdido toda su belleza y magnificencia: nada en verdad mas triste y frio que penetrar en la soberbia iglesia de San Pablo, de igual forma que San Pedro de Roma; la desnudez absoluta del templo, en el cual no se ve un solo altar ni imagen alguna de santo, el vacio prosaico de aquellas inmensas naves que nada dicen, la ausencia completa de la solemnisima pompa que acompana a la ceremonia catolica, todas estas circunstancias reunidas hacen de San Pablo un esqueleto frio, que solo despierta dos emociones: la de la grandeza del sentimiento que le dio vida, la de la pequenez del que le ha disecado, que le ha muerto. Lo mismo sucede con la famosa abadia de Westminster, llena, como San Pablo, de objetos profanos, estatuas de marinos, bustos de hombres de estado, tumbas de reyes y literatos. Como escribo mi libro guiado por los recuerdos, necesito el desorden con que la memoria me cuenta; antes que se me olvide, quiero consignar que en la abadia de Westminster hay un rincon que se llama de los _poetas_, donde estan los ilustres trovadores de Albion, faltando, que me choco mucho, pues al momento lo note, la tumba de Byron. Un sentimiento de hipocresia ha negado al ilustre poeta el consuelo de dormir entre Shakespeare y sus dignos companeros. La iglesia es una soberbia creacion gotica, en toda la pureza de su imponente gallardia: Westminster es, sin duda alguna, uno de los mejores templos que he visto. En frente esta el famoso Parlamento, magnifico y colosal edificio, gotico todo, purisimo, admirable. La fachada que mira al rio, cuyas aguas le lamen humildemente, es rica de arte y decoracion. Las obras que se han hecho y continuan haciendose, son prodigiosas; van gastados millones de libras esterlinas. Las dos torres colosales y altisimas, una de las cuales esta concluida, colocadas como estan formando un lienzo, el que da frente a la Abadia, son por si solas dos monumentos de arte, admirables y magnificos, llenos de un riquisimo manto de adornos goticos, del mas delicado trabajo. Esto solo las torres; despues, el edificio es colosal, augusto, sorprendente. Para entrar en el, el primer salon bajo que se cruza, es el mismo en que fue juzgado Carlos I deg., el mismo en que se reunia el largo Parlamento, el mismo que Cromwell desocupo de la manera que todos saben. Es un soberbio salon, cubierto de labores de arte y con una lindisima techumbre. Al cruzarle en toda su extension se presenta una escalera, al fin de la cual se ofrece un saloncito de forma circular; a la derecha, la camara de los lores, a la izquierda, la de los comunes. Las dos son pequenas, pero magnificas: mucha semejanza con el coro de una iglesia catolica: soberbias maderas, profusion de molduras y dorados, gusto sajon-gotico. El interior de las camaras, en medio de una sesion, es un espectaculo curiosisimo. Excepto el que habla, todos tienen sus sombreros puestos, tumbanse en los cojines, muchos duermen comodamente, otros hablan; la tribuna destinada para el publico es pequena: todo es lo mismo en Inglaterra, formas, apenas se da participacion al pueblo en las sesiones de las camaras: en el centro del salon y sobre una mesa, esta la corona y el cetro de la Albion; el canciller, o presidente, viste un traje ridiculamente extrano: cubre su cabeza la historica peluca blanca con que se vienen adornando los presidentes desde el origen del Parlamento. La sala de sesiones de la camara de los Comunes es mayor que la de los Lores: ambas estan elegantemente vestidas con el ornamento gotico mas escojido. Frente al Parlamento hay una estatua del celebre Canning. La moda de las estatuas ha llevado a los ingleses hasta el extremo: Wellington, que sin la oportuna ayuda de los prusianos, es derrotado en Waterloo: Wellington, que vuelto a Londres despues de esta batalla, se ha dormido al compas de los vitores que le han dirijido, sin cuidarse para nada del ejercito ingles, cuya organizacion por el descuidada ha producido los desastres de Oriente, ese Wellington, digo, tiene en Londres tres o cuatro estatuas, cinco o seis calles con su nombre, y otros tantos _squares_ o plazas, en donde se lee Wellington. Todos los extremos se tocan: en nuestra Espana las escaseamos hasta el punto de negarselas a muchos que las merecen: en Inglaterra las prodigan hasta el abuso. El sentimiento monarquico tambien, o al menos su apariencia, se halla escrito por todas partes en Londres: aparte de los infinitos establecimientos nacionales, que alli se llaman _reales_, todos los carruajes publicos llevan una corona, y debajo escrito _Victoria reina_. En el paseo de Hyde-Park, no puede entrar en carruaje mas que la aristocracia; los coches de alquiler, siquiera conduzcan al hombre mas virtuoso e ilustre del mundo, no tienen entrada en el paseo ... juzguen esto los que declaman tan alto en loor de esa nacion.... Entre las plazas de Londres que merecen ser vistas, descuellan las de Trafalgar y Waterloo: ambas son grandisimas, con soberbios edificios, y sus correspondientes estatuas de Nelson y Wellington. La Cite, que por si sola es una verdadera ciudad, llama poderosamente la atencion del viajero: ella encierra en su seno la Bolsa, el Banco, el Correo, San Pablo y mil otros establecimientos de giro mercantil, que hacen de su recinto el punto mas animado del globo sin duda alguna. A una de sus calles sale el puente de Londres[19], cubierto eternamente por encima de carruajes y peatones: por debajo, de vapores. A la izquierda del fin del puente esta el embarcadero de la linea de hierro de Paris, Southampton y otras seis o siete. El centro de la Cite necesita verse para llegar a comprender la posibilidad de un movimiento tan enorme: millares de carruajes cubren el suelo en todas direcciones, es imposible cruzar de un lado de la calle a otro; solo marchando con estraordinaria precaucion se libra uno de ser atropellado; no por la torpeza de los cocheros, que sea dicho con verdad tienen mas destreza que en parte alguna, sino por el increible numero de coches que en circulo y en confuso torbellino se confunden y aprietan. El lord corregidor es el rey de la Cite; para entrar en su recinto la reina, necesita la venia de aquel funcionario: los polizontes de la Cite se diferencian de los de Londres en los vivos de las mangas: a proposito de policia, recuerdo que solo para el Tamesis hay en Londres una policia especial. Los omnibus que circulan por la Cite como por toda la capital de Inglaterra, son como diligencias: de trecho en trecho y a horas precisas renuevan los tiros; eso solo prueba las distancias de la colosal London. Lo que seguramente posee Inglaterra de mas valor, es sin duda alguna el famoso palacio de cristal. Ni Londres, ni todas las provincias del Reino-unido, tienen cosa mas admirable: es un monumento prodigioso, es la realizacion brillante de una grande idea, es un titulo de gloria, es una pagina de oro. Para ir a visitar el famoso templo de la industria, hay trenes de diez en diez minutos: la travesia se hace en un cuarto de hora poco mas. El embarcadero parte del centro de un barrio, y los vagones vuelan por encima de los tejados al tiempo de salir: la vista de Londres desde los carruajes en semejante momento, ofrece algo de curioso y de nuevo que no puede menos de llamar la atencion. Al llegar al palacio, se presentan al viajero dilatados y esplendidos jardines, que son como la alfombra que se tiende al pie del edificio: fuentes y estanques en abundancia hermosean el lienzo que la vegetacion ofrece, siempre lozana en Inglaterra. Cerrando el cuadro se levanta el majestuoso palacio, todo de cristal, soberbio y admirable. Tres grandes y anchas rampas, con graderias y estatuas de piedra y marmol, dan entrada al pie del palacio. Tres cuerpos colosales forman el frente; cierran los flancos otros nuevos, recientemente levantados. El palacio tiene, ademas del bajo, otros tres pisos. Abundan en profusa riqueza los esplendidos salones, entre los que descuellan el del patio de los leones de la Alhambra, fielmente copiado. El salon egipcio, con decoracion pura de jeroglificos y estatuaria egipcia: el asiatico, con pomposa elegancia, y otros muchos de que yo no me acuerdo. Dentro del palacio, y en medio de los salones, hay lo que en Paris he visto copiado, fuentes abundosas y elegantes, arboles de todos los climas, flores en profusion. Las infinitas columnas que mantienen el palacio, todo de cristal, y que parece sustentado en los aires, son de hierro, esbeltas, finas, elegantes. La brillante claridad de todo el edificio, como de cristal que son sus lienzos, el perfume de las flores que en sus salones crecen, el canto de los abundantes pajaros que alli viven, la rica decoracion que viste todo, el murmullo de las copiosas fuentes que brotan en medio de los salones, la vista de la campina, que sin obstaculo alguno se ofrece por todas partes, rodeando el edificio, todo este conjunto reunido, me causo una gratisima emocion. Al pie del edificio una banda militar ejecuta todos los sabados escogidas piezas de musica. Inutil es anadir que para que nada falte, dentro del palacio hay un hotel, abundantemente surtido, con su correspondiente cocina inglesa. Los palacios que la Reina tiene en Londres no valen ciertamente la pena: son buenos edificios, cercados de elegantisimos parques, con ganados y estanques, como el de Whitehall cerca de la Abadia, pero no son monumentales. Los lores tienen muy buenos hoteles casi todos en _squares_, plazas que son fragantes bosques de arboles y jardines, que por todo Londres se encuentran. La torre de Londres, celebre por las catastrofes de que ha sido templo, solo a traves del prisma historico de los recuerdos, ofrece interes. Hallase situada a la izquierda del puente de Londres, desde el cual se goza un magnifico panorama, con una ciudad a cada lado del rio, con vapores elegantes que sin cesar cruzan, con templos y palacios en abundancia a derecha e izquierda, con Richmond al fin de un lado, y con la torre de Londres al otro. Londres es solo agradable para los ingleses: asi como Paris es la ciudad de todos los extranjeros del mundo, la capital inglesa no puede gustar mas que a los hijos del pais. La sociedad es la mas dificil e innaccesible: si un extranjero no es _introducido_ no hara una sola relacion aunque permanezca un ano, pero una vez _introducido_, la sociedad es agradable y facil. La cocina inglesa, que no todos los extranjeros aman, es la unica que hay, porque escasean los hoteles y restaurants de Paris, y escaseando hay que someterse. El caracter de la ciudad es serio y grave, los domingos horriblemente tristes, solo el comercio, y nada mas que el comercio, constituye la vida inglesa: aunque hay teatros y diversiones, excepto los domingos, es inutil buscar la alegria, no se halla en parte alguna: es dificil, sino imposible, comer a gusto del individuo: en una palabra, Londres no hace nada por los extranjeros; Paris, todo: en la capital de Francia encuentra el viajero la realizacion de todos sus gustos, su manera de vivir; en la capital inglesa, es preciso plegarse al ajeno estilo, renunciar a lo conocido y agradable: en Paris se olvida uno si ha salido de su patria, en Londres nunca se deja de ser extranjero. La razon se explica facilmente: son dos pueblos antipodas en todo: habitos, antecedentes, caracter, modo de vivir, todo diferente, todo distinto: esto en cuanto a los extranjeros en general: yo de mi se decir que aunque en Londres recorri y guste cuantos placeres ofrece la capital, aunque vivi en una buena casa, y estuve constantemente obsequiado, sali de su recinto no con pena, como me sucede al abandonar Paris, sino sin trabajo: contento, si, muy contento, de haber visitado la curiosa capital de los ingleses, satisfecho del viaje que juzgo necesario para el que quiere estudiar la sociedad inglesa, pero sin el sentimiento mas pequeno, sin violencia alguna. Londres, en 1856, ha dado al mundo un espectaculo repugnante: la propiedad y la vida amenazadas e inseguras; los ciudadanos, en medio de las calles, apaleados; los robos y los insultos hechos de dia en medio de la metropoli; los caminos todos de los alrededores de Londres cubiertos de mendigos, que se ocupaban en acometer y maltratar a las mujeres desvalidas. Esto en cuanto a la seguridad individual: la higiene publica ha tenido los enemigos siguientes: aparte de sus nieblas, frios y lluvias, se han adulterado en Londres, segun datos oficiales, todos los articulos alimenticios. Estos mismos generos se han vendido con pesos falsos, de suerte, que ademas de falsearse con perjuicio de la salud publica todos los articulos de primera necesidad, se vendian con pesos y medidas falsas ... esto no necesita comentarios, y estos hechos son oficiales, publicados por el gobierno ingles, para ensenanza de los que atribuyen a Londres una civilizacion pujante, avanzada y llena de vida. Con respecto a la moral publica, los tribunales de Londres se han ocupado en 1856 de un inmenso numero de procesos que traducen una corrupcion general de costumbres. Las carceles han recibido un contingente extraordinario, cuyo numero desconsuela; se han cometido robos escandalosos por empleados publicos, asi como por agentes de companias de caminos de hierro; los nombres de Robbson Redpath, y otros, cuyos actos criminales tanto han escandalizado a la moral publica; las catastrofes de Dean Paul, Sadler y otros; los suicidios, los actos de embriaguez; los 36,000 obreros que pasearon las calles de Londres, hambrientos, miserables, sin trabajo; los 1,200 millones de libras esterlinas gastados en la guerra de Oriente, que han aumentado enormemente la deuda publica, que como una losa de marmol pesa sobre la Inglaterra, todos estos acontecimientos reunidos forman un conjunto poco envidiable para un pueblo que se llama libre y civilizado. Los divorcios, que ultrajando la moral y el pudor, se _arreglan con dinero_, rebajando la dignidad humana y escarneciendo a la mujer, son otro cuadro tremendo que ningun pueblo debiera ofrecer a la consideracion publica. Lo que ha salvado hasta hoy a la sociedad inglesa, el timbre mas alto que tienen, su gran dote, es el respeto que todos los ingleses profesan a la ley, y su acendrado amor patrio. Sin estas dos condiciones, en especial la primera, la revolucion hubiera llamado ya imponente a las puertas de Inglaterra, y la sociedad entera se hubiera conmovido hasta en sus cimientos. En 1856, nacieron en Londres 44,159 ninos, y 42,674 ninas: fallecieron del sexo masculino 28,894 personas, y 26,892 del femenino; el numero total de habitantes que contaba Londres en diciembre del mismo ano, era de 2,616,246, cifra crecidisima, y la mayor de todas las capitales de Europa. Segun una memoria publicada en Londres en enero de 1857, las personas que viajaron por el Tamesis en todo el ano de 1856 fueron en numero de cuatro millones. Esta crecidisima cifra, que parecera exagerada al que no ha visitado Londres, no sorprende en modo alguno al que ha visto el numero extraordinario de vapores que durante todo el dia cruzan el Tamesis, conduciendo generalmente cada uno cuantas personas cojen sobre los puentes. Marchan con gran velocidad, y al pasar por debajo de los puentes del rio, bajan instantaneamente sus chimeneas sin detener la marcha, volviendo a levantarlas inmediatamente despues de cruzar el arco por donde atraviesan. El golpe de vista que ofrece el Tamesis, en un dia claro del mes de julio, es magnifico y grande: el rio imponente y anchisimo, con sus magnificos puentes, y surcado por innumerables vapores; y cercando el rio, por ambas riberas, dos grandes lienzos de palacios, iglesias, monumentos: es un admirable sitio de recreo la vista del Tamesis. Los establecimientos penales de Londres, que hace pocos anos se hallaban en un estado lamentable, han recibido ultimamente grandes mejoras, y su situacion actual es digna de ser estudiada por los viajeros. Cuentanse en Londres diferentes bibliotecas publicas perfectamente organizadas y servidas: los museos de historia natural, escultura, artes y pintura, son dignos de visitarse con detenimiento por las riquezas que contienen: en el de pinturas hay obras portentosas que admirar de las diferentes escuelas que conocemos. Otra de las grandes conquistas que el pueblo ingles ha hecho desde que esta gobernado constitucionalmente, es el respeto que se profesa a la seguridad individual. Es magnifico y admirable; y al consignarlo aqui, tengo una verdadera satisfaccion, y desearia que los demas gobiernos de Europa imitaran en este punto a la Inglaterra. Lo mismo se puede decir de sus sabias leyes sobre imprenta, institucion alta, augusta y civilizadora, a la que deben los pueblos cuanto bueno poseen, tribuna publica de la sociedad, defensora de los oprimidos; si, la Inglaterra ha comprendido mejor que nadie el gran poder de la imprenta, por eso le acata y le respeta, por eso la prensa inglesa es libre. iOjala lo sean pronto todas las prensas de Europa! Manchester, Liverpool y Southampton, son las ciudades que conozco de Inglaterra ademas de Londres. Una vez que ya hemos escrito todo lo que de la capital de Inglaterra nos ha llamado la atencion, vamos a apuntar unas breves noticias relativas a las ciudades industriales arriba mencionadas. Liverpool, que en muy pocos anos ha aumentado su poblacion de un modo fabuloso, y que en la senda de los adelantos fabriles marcha con paso resuelto y en continuo progreso, cuenta hoy con una poblacion de 250,000 habitantes. Sus lineas ferreas, que la ponen en rapida comunicacion con Londres, Manchester, y otros muchos puntos, aumentan su importancia. La ciudad es grande y hermosa; pertenece al condado de Lancaster; su situacion favorable, como punto intermedio entre Irlanda e Inglaterra, la proporciona grandes ventajas comerciales. El rio Mersey bana sus alrededores, y la inmensa fabricacion que ocupa la actividad industrial de la ciudad, engrandece todos los dias su importancia y significacion. Hay hoteles excelentes, bastantes edificios de consideracion y algunas calles muy buenas. Lo que el viajero debe visitar en Liverpool, como en todas las poblaciones industriales de la Albion, son los establecimientos fabriles, verdaderos centros del poder ingles, teatros de su grandeza, monumentos de su civilizacion. La mecanica con todos sus prodigiosos adelantos, la industria, con sus progresos, el orden admirable que reina, los productos que ofrecen, todo es digno de ser visto, todo merece estudiarse. Los alrededores de Liverpool son tambien deliciosos, y para recorrerlos hay mucha facilidad, valen la pena de ser vistos. De Liverpool me diriji a Manchester, perteneciente como Liverpool al condado de Lancaster, y centro principal de la industria; cuenta con una poblacion de 200,000 almas, cuando hace un siglo era una pequena e insignificante ciudad de cuarto orden. La industria, floreciente y poderosa como en Liverpool, es la que ha dado tan rapido vuelo a la ciudad. Esta situada sobre el rio Irwell, y cuenta con mas de trescientas maquinas de vapor, cuyo crecidisimo numero parece increible: funcionan en Manchester mas de 30,000 telares, y prestan vida y movimiento a su actividad prodigiosa. Sus lineas ferreas a Liverpool, Londres y otros puntos aumentan todos los dias su riqueza. De esta ciudad, dire lo mismo que de Liverpool, que es preciso visitar los establecimientos fabriles con preferencia a todo; son en Inglaterra las grandes obras nacionales, los monumentos. Tiene Manchester edificios majestuosos, hoteles, paseos, hermosas calles, y una animacion industrial pujante. Tambien son dignos de visitarse, como en Liverpool, los deliciosos alrededores de la ciudad. Si el extranjero tiene intencion de permanecer bastante tiempo en Manchester o cualquiera otra ciudad de Inglaterra, necesita absolutamente, si no quiere aburrirse, hacerse presentar a algun _club_, unico medio de conocer la sociedad y de distraerse en algun modo. Una vez presentado lo pasara bien. Como Manchester es visitado por muchos extranjeros, y como su fabricacion y comercio le prestan mucha importancia, hay bastante animacion en sus calles y paseos: los hoteles son regulares; cuentanse muy pocos edificios notables, como arte. Y aqui terminan nuestros ligeros apuntes sobre Manchester y Liverpool. De Southampton hablare despues; ahora nos trasladamos a _Italia_. #ITALIA#. El viaje a Italia le hice desde Suiza. Sali de la capital federal en la diligencia de Lucerna, travesia corta y deliciosa que se verifica en once horas. Llegado a Lucerna me traslade a Fluelen por el lago de los Cuatro Cantones. Nada mas poetico, nada mas agradable que cruzar la distancia intermedia entre Lucerna y Fluelen: el tiempo que se emplea es el de dos horas y media. Los pequenos vapores que viajan de un punto a otro, ofrecen comodidad y aseo. Al comenzar la travesia, el viajero contempla admirado las encumbradas montanas de Riggi y Pilato, coronadas de nieve, que esconden su cabeza en las nubes. A medida que el vapor avanza, surcando las azuladas ondas del lago, que rodean montanas de cortes y perfiles caprichosos, los recuerdos historicos de Guillermo Tell van presentandose a la vista, el interes crece y se dispierta, la travesia se hace corta y agradable. Recuerdase con placer que en ese mismo lago se libro el ilustre Tell de los sicarios de Gesler que preso le conducian a Lucerna, despues del tremendo castigo a que le condeno el tirano, obligandole a tirar sobre la cabeza de su hijo. Los sitios todos que recorrio Tell interin permanecio escondido; la capilla donde los fundadores de la Suiza se congregaron, todos esos recuerdos agradables renacen en el animo del viajero con toda la fuerza y verdad de un acontecimiento de la vispera. Las cordilleras de montanas que en forma de graciosos anfiteatros rodean el lago, el cielo que se refleja en las olas, la armonia del conjunto, todo habla al alma. A las dos horas y media estabamos en Fluelen[20]. Al llegar a este ultimo punto, tome billete hasta Milan, y como Fluelen se encuentra al mismo pie de los Alpes, por el lado de San Gotardo, cuya carrera era la que yo seguia, empezamos desde el momento a subir. La diligencia nos condujo por una admirable y soberbia carretera hasta llegar a una legua del San Gotardo, convento que, como el de San Bernardo, se halla situado en la cima de los Alpes. Solo viendolo, puede uno formarse idea exacta de lo que voy a referir: el que no ha hecho ese camino duda. Desde Fluelen hasta el Hospital, sitio en que tuvimos que abandonar la diligencia, para marchar del modo que mas adelante dire, subimos constantemente las infinitas pendientes de esos centenares de montanas que puestas las unas sobre las otras forman lo que llamamos Alpes. Cascadas estupendamente atronadoras y magnificas que descienden impetuosas de lo alto de los Alpes; rios tormentosos, que corren gritando entre penascos, salpicados de espuma, blanquisima como la plata; precipicios de mayor extension que la que puede medir el ojo humano; puentes como el del Diablo, perfectamente designado con ese nombre, por debajo del cual ruge con la poderosa voz de su colera el impetuosisimo Reuss, que rompe entre piedras, con un espantoso ruido; abismos de profundidad espantosa; montanas de nieve del grueso de veinte y tres varas que amagan desplomarse: todo esto, reunido, forma el camino desde Fluelen hasta el Hospital. Al llegar a este punto tuvimos que dejar la diligencia, porque la nieve, no limitandose como antes a cubrir los costados, llenaba la carretera. Seis pequenos cajones de madera, llamados trineos, sin ruedas, sin cubierta, de media vara de altos, y lo mismo de anchos, fueron los encargados de recibir a todos los que veniamos en la diligencia. En cada cajoncito, nos colocamos dos viajeros, en otros nuestros equipajes; y cada cajoncito, arrastrado por un caballo, empezo a resbalar con trabajo por aquella carreta henchida de nieve. A derecha e izquierda lienzos de grandisimo espesor de nieve congelada amenazaban cubrirnos de un momento a otro: cuatrocientos hombres con hachas, tendidos a lo largo del camino, iban abriendonos paso. Antes que se me olvide, voy a consignar el efecto de aquella inmensa blancura; deslumhra, y no puede soportarse: todos los hombres que alli trabajan tienen anteojos verdes: nosotros tuvimos precision de mirar siempre a un punto fijo, a la ropa de nuestros gabanes negros. Rodando con dificultad, con precipicios espantosos a los lados, incomodos en los estrechos cajones, llegamos a la cima de los Alpes, a una altura de que solo viendolo se cree possible llegar; tanto habiamos subido. Alli, sobre la cima, se levanta el San Gotardo, muchas veces ya cubierto por la nieve, y vuelto a reedificar; solo quedan dos monjes: la casa estaba casi toda cubierta de nieve, era en el mes de junio.... En diciembre nadie pasa, ni los pajaros. No hay voces bastantemente entusiastas con que pregonar la grandeza de los Alpes: el Oceano como los Alpes dan la idea del infinito, traducen Dios, inspiran el recojimiento. iBien haya mi viaje a Italia, que tan grande emocion me produjo con la presencia de sus Alpes! Una vez alli era preciso bajar, por supuesto en los mismos vehiculos: rodando lentamente y con un exquisito cuidado, fuimos descendiendo por un estrechisimo sendero, por encima de la carretera, pero con un fondo de treinta varas de nieve. Una tras otra bajamos doce colosales montanas, creyendo encontrar en cada falda la suspirada llanura: ivana esperanza! para descender de aquella prodigiosa elevacion, donde estan las fuentes del Rin, del Tesino, del Reuss, y de otros muchos rios, lo cual solo prueba la tremenda altura que sera, era necesario bajar, bajar, y bajar siempre. Puedo asegurar que no senti ningun frio a pesar de aquella temperatura, las emociones me mantuvieron el calor: nada mas portentoso que semejante viaje; pueden con gusto aceptarse los riesgos que se corren, a trueque de verlo una vez. Millares de cascadas blanquisimas, valles inmensos atestados de nieve, rios que se despenan, montanas de cortes y perfiles sorprendentes, rios que corren por debajo de una espesa y petrificada capa de nieve; una carretera portentosamente soberbia, que basta para inmortalizar al ingeniero que la dirijio por en medio de aquellos altisimos montes de nieve eterna; todo es admirable, todo es grandioso, todo es sublime. A as seis horas de tan penosisimo y espuesto viaje, y con gran contentamiento de todos, encontramos la diligencia que nos esperaba. Ocupamos nuestros respectivos asientos, y despues de seis horas, siempre bajando, llegamos a Bellinzona, capital del Tesino[21], donde descansamos una hora. Todo el camino es admirable: de Bellinzona a la frontera de Italia se encuentra el Lago Mayor, con sus cristalinas y azuladas ondas: la campina esta bien cultivada, recuerdo que el vinedo esta plantado con mucho gusto, abrazadas las vides, formando pabellones. En todos los pueblos del canton del Tesino, se ven en las paredes imagenes de santos, en especial de la Virgen. Como pueblo italiano que es, en todo se ve la mano del clero: aunque forma parte de la Confederacion Helvetica, conserva toda la fisonomia italiana. El dia 1 deg. de junio, a medio dia, llegue a la frontera lombarda, sitio llamado _Ponte Chiasso._ Al momento vi los austriacos que tanto debian hacerme sufrir en el resto del viaje por Italia, con sus medidas sobre pasaportes. Me basto ver su dominacion en Venecia y Lombardia para sentir y llorar la suerte de Italia. En fin, sigo mi viaje; de otro modo, escribiria muy largo contra los austriacos. Registraron minuciosamente los equipajes, ojearon los pasaportes, los embadurnaron con sellos y visas, y seguimos en la diligencia. A los quince minutos de la frontera, se presenta el celebre lago de _Como_, lindisimo y poetico como todos los lagos, que tanto me encantan. La campina de _Como_ es riquisima, semeja un paraiso: todo esta cultivado, y la vegetacion mas hermosa engalana todos los terminos. Muchos y elegantes palacios se levantan al rededor del delicioso lago: muchos y elegantes jardines completan el cuadro de _Como_. Chocome y me gusto ver la mantilla espanola en la mayor parte de las mujeres: la peina que en Valencia llevan las mujeres del pueblo adornaba tambien las cabezas de las italianas. _Como_ es un lugar encantador: desde alli seguimos a _Camerlata_, que esta tocando, y alli tomamos el camino de hierro hasta Milan, pasando por Monza, donde estaba Radetzky. El tiempo que se emplea desde Camerlata a Milan, es el de una hora poco mas: el movimiento es desigual e incomodo, la nivelacion no esta bien hecha: los coches son buenos, soberbia la campina. Los vagones, en Milan y Venecia, tienen todos puertas de comunicacion entre si: no se ha hecho para comodidad del publico: es para dar paso a la policia, que recorre todo el tren, pidiendo y recojiendo los pasaportes: dan un documento con el cual se recoje en Milan. Le preguntan al viajero a que hotel va a hospedarse, cuanto tiempo piensa permanecer, etc., etc., etc. No quiero dejar correr la pluma porque la paciencia se acaba. Entre en Milan el dos de junio hospedandome en el _Hotel de la Ville_, en el Corso, frente por frente a la iglesia de San Carlos Borromeo. La Catedral es lo primero que debe visitarse: blanquisima como una paloma, como de marmol que es toda, gallarda y esbelta, con su rica arquitectura y su prodigiosa decoracion de estatuas, que se cuentan por miles. La catedral de Milan, soberbio y magnifico monumento que el cristianismo ha levantado, es una obra colosal que solo la fe de nuestros mayores pudo construir. Monumentos de la importancia de esta iglesia, traducen altos sentimientos de verdadero amor a las artes y de portentosa fe cristiana. Es un pensamiento muy generoso el de emprender una obra que no puede verse terminada por los mismos que la empiezan: hay patriotismo y abnegacion en acto semejante. Todas las catedrales goticas que cuenta la Europa, son otros tantos poemas que afirman la grandeza de los siglos que las levantaron. La catedral de Milan, principiada en 1276, no esta hoy mismo terminada: tan colosal es su plan. Napoleon hizo concluir la fachada principal en la cual hay diferentes gustos y arquitecturas. El conjunto del edificio, sorprendente y magnifico, produce una grata emocion en el animo: tiene la forma de una cruz, gallarda, esbelta, blanquisima, deslumbrante. El esplendido ropaje gotico que viste, su prodigiosa decoracion de estatuas, sus atrevidas flechas, sus elegantes detalles, sus formas galanas, todo hiere la imaginacion, todo admira y seduce. Coronando el edificio, y sobre la aguja mas alta, se destaca impalpable y aerea la estatua de la Virgen, fundida en bronce, esbelta y admirable; su actitud atrevida revela un gran pensamiento, apenas tocan sus delicados pies el ligero pedestal que la sustenta; se lanza a los aires, toca apenas la tierra y esconde su cabeza en las nubes, es la corona del templo. Lo que causa verdadera pena al animo, es el observar las mutilaciones horribles que los viajeros, en su mayor parte ingleses, han practicado con un grande numero de estatuas de las infinitas que coronan el templo. Es un verdadero sacrilegio maltratar las obras del genio y dejar atras a los barbaros, que sin duda las respetarian. Nosotros deseariamos que se adoptasen medidas severas para impedir que los que visitan la Catedral tocasen a objeto alguno. Es un prodigioso espectaculo el que ofrece al espectador que se coloca en lo alto del Domo, el poblado bosque de estatuas que coronan las gallardas agujas que suben hasta perderse en las nubes; su numero parece fabuloso, pasan de seis mil las que existen. La fachada principal se compone de cinco cuerpos elegantes, con sus soberbias puertas de entrada. Solo por el lado de la fachada principal se presenta el edificio en su majestuosa grandeza; los demas lienzos de su elegante construccion aparecen ocultos entre las apinadas casas que le cercan, lo cual produce una verdadera pena, pues la Catedral merecia presentarse sola y despejada a la admiracion del viajero. El interior del templo es tambien suntuoso e imponente: cinco naves inmensas cruzan la iglesia en toda su longitud, y otra nave lateral, tan grande por si sola como una iglesia, forma una elegante cruz. Detras del altar mayor se abren tres grandes rosetas de ciento cuarenta y cuatro cristales cada una, pintadas con la mayor riqueza de colores imaginable. El coro, unido al altar mayor, es magnifico: adornado con primorosos bajos relieves; debajo esta la tumba de San Carlos, que merece verse. La mejor calle de Milan es la del Corso, especie de boulevard, aunque sin arboles y sin grande anchura; le adornan algunos palacios y buenos edificios, muchos y elegantes comercios, cafes, y hoteles (albergos). Cerca de la catedral, a su izquierda, esta el palacio imperial, donde habito Napoleon: merece verse; encierra algunos buenos cuadros y hay una magnifica capilla, soberbios salones y objetos de arte. La plaza de armas, donde esta el arco de la Paz, es colosalmente grande: no dejo de chocarme en el acto que lo vi, el castillo y las fortificaciones vecinos del arco de la _Pace_: al pie del arco, que es magnifico, y sobre el cual se levantan ocho enormes caballos de bronce formando una alegoria dedicada a Napoleon, se tiende el camino del Simplon. La plaza de San Fedelle, aunque pequena, es muy linda, la adornan buenos edificios. San Carlos Borromeo, frente por frente del _Hotel de la Ville_ es una iglesia nueva, de forma circular y elegante. Tocando con la iglesia hay un pasaje, unico que vi en Milan. La Bolsa tiene tambien su palacio correspondiente. Los cafes son buenos, se sirven baratos y excelentes sorbetes. Hay muchos y buenos coches de alquiler; por las calles de Milan se va en carruaje con mucha comodidad, hay en todas las calles dos listones de baldosa por donde resbalan las ruedas, de modo que el movimiento es suavisimo, y la celeridad grande. En el Corso hay jardines publicos a imitacion de los de Mabille de Paris, pero no tan buenos. El Museo de pinturas esta en un gran palacio donde se halla la Biblioteca, y donde habia exposicion de artes cuando le visite. Es preciso dirijirse a la iglesia de Santa Maria de la Gracia, cubierta como esta su bizarra arquitectura, con el color historico del tiempo, y una vez en la iglesia y aun sin ir a Santa Maria es necesario ver a todo precio el famoso cuadro de Leonardo de Vinci, que representa la cena de Jesucristo con los Apostoles: este magnifico cuadro que los frailes mutilaron barbaramente, y los profanos al arte restauraron de un modo torpe, se encuentra en una habitacion del claustro de Santa Maria, que hoy sirve de cuartel: esta pintado en la pared, y es una inspiracion sublime del celebre Vinci. En Milan como en todas las poblaciones de Italia, existe un numero grande de iglesias, algunas notables, sin incluir la catedral, que es un prodigio del arte. En materia de comunicaciones tiene Milan caminos de hierro a Camerlata y Treviglio: este ultimo, que es el de Venecia, estara muy pronto terminado completamente: hay diligencias para casi todas las ciudades de Italia: las carreteras, en general, son magnificas. El celebre teatro de la Scala, donde oi a nuestro compatriota Echebarria en la opera _El Profeta_, es majestuoso en el interior, sin llegar, como ninguno de los que he visto en todos mis viajes, a la grandeza de nuestro coliseo de Oriente. El exterior de la Scala es pobre y de muy mal gusto: tiene la apariencia de una casa particular, y una entrada reducida, de tan pesimo gusto como la del teatro de Oriente de Madrid por el lado de palacio, cuya forma es la misma. La escena esta muy bien servida en la Scala, no deja nada que desear; excelente y numerosa orquesta, mediana compania. No dejare de consignar, ya que me acuerdo, que durante la representacion guardan sus sombreros todos los espectadores que hay de pie en el parterre y que se situan a derecha e izquierda entre la pared y las butacas: costumbre que no me parecio extremadamente galante. Hay en Milan muchos y buenos coches publicos, regulares hoteles, gabinetes de lectura, teatros, paseos, buenos cafes y muchas mujeres hermosas. Los austriacos, de quienes hablare poco, porque me exalto al solo recuerdo, patrullan dia y noche por la ciudad, hacen sonar sus sables en la primera fila de butacas de la Scala, que les pertenece, impiden pensar y hablar, etc. De Milan, me diriji a la poetica, desgraciada y heroica Venecia. Sali de Milan en linea de hierro hasta Treviglio, una hora de camino: alli tome un omnibus que me condujo en tres horas a Cucallo, y de alli a Venecia en camino de hierro, empleando nueve horas. Las estaciones de las lineas ferreas que arrancan de Milan, son pobres y estan mal hechas: al subir a los carruajes es necesario ensenar el pasaporte que piden en el camino diez o doce veces dentro de los mismos vagones, segun se va marchando. Los alrededores de Milan son admirables: les he visto por tres lineas distintas, y por todas partes la campina se ostenta lozana, y enriquecida con una vegetacion profusa. De Milan a Treviglio no se encuentra ningun pueblo de importancia: de Cucallo a Venecia, se encuentran las ciudades de Brescia, Verona, Vicenza y Padua: todas, excepto la ultima, a la izquierda yendo a Venecia desde Milan. La primera que se encuentra es Brescia, ciudad de cuarenta mil habitantes, situada al pie y sobre una montana: solo la vi de paso; tiene muy lindo aspecto, y muchas y elegantes torres. Entre Brescia y Verona, se presenta el lindisimo lago de Garda, de treinta millas de extension, el mayor de Italia, desde el cual por medio de excelentes vapores se hace el viaje a Trento, al Tirol y otros varios puntos. Verona, ciudad importantisima, tiene sesenta mil habitantes, una agricultura floreciente, industria de sedas y otros ramos de riqueza publica, a la cual sacan los austriacos el 25 por ciento, segun tuve lugar de observar enterandome por medio de algunos contribuyentes. Verona como Brescia esta situada tambien sobre una montanita, se presenta en forma de anfiteatro, tiene muchas y buenas iglesias entre las que descuella la catedral, edificios, paseos, un caudaloso rio con elegantes puentes, buenos hoteles y cafes. La mejor calle de Verona es la Nueva; siguiendo hasta su fin se encuentra el palacio de Radetzky, al cual da entrada un patio sombrio. En la misma calle se ve el palacio donde en 1815 se reunio el congreso en que se conjuro contra la libertad espanola. La gran plaza de Verona es muy notable por contener todavia dentro de su recinto un soberbio coliseo, construido por los Romanos: se conserva casi completo, con sus anfiteatros: hoy en vez de las luchas, se ejecutan comedias durante el dia. Hay tambien en Verona, considerada como monumental, un arco romano, de triunfo, que sirvio para la entrada de un emperador: en la calle en que esta este arco se conservan todavia los listones de baldosas de la via que conducia a Roma, para cuya ciudad, a pesar de tan grande distancia, habia como desde todas excelentes caminos. Vi tambien, porque con interes lo busque, una piedra que queda ya solamente de la tumba de Julieta, la apasionada de Romeo. El rio Adige rodea casi toda la ciudad. Hay por de contado, pues estan alli los austriacos, murallas, fosos, canones, fortificaciones. Al lado del camino de hierro, se encuentra el Campo Santo. Hay siempre en Verona, como punto centrico entre Milan y Venecia, 30 a 40,000 tudescos. Despues de Verona se pasa por Vicenza, ciudad de treinta mil habitantes: un poco antes de llegar, y situados sobre una elevacion, se ven los restos de los castillos mismos que habitaron los celebres Montecchi y Capuleti. Vicenza tiene, como es indispensable en Italia, muchas iglesias; aunque no vi la ciudad, conte al pasar mas de treinta torres, entre las que descuella una altisima. La campina, desde Milan hasta cerca de Venecia, es soberbia y admirable: el cielo azul, sereno, bellisimo; el aspecto de las ciudades que salen al paso, encantador. Despues de Vicenza sigue Padua, con cincuenta mil habitantes, un crecidisimo numero de iglesias, buenos y muchos edificios: entre los templos descuella el titular de San Antonio de Padua, donde se conservan reliquias del mismo. Despues de Padua, se llega a la magica Venecia, donde entre a las ocho de la noche. Momentos antes de penetrar en la encantada ciudad, se cruza, en el ferrocarril por supuesto, un soberbio puente de piedra de media legua de largo, compuesto de 222 ojos, obra que costo veinte millones de reales: se llama puente de San Segundo. Le han construido para que el camino de hierro pudiera llegar hasta dentro de Venecia, como llega, pues el embarcadero esta a la entrada del gran canal. Se cruza por medio de el, y conducido por el vapor, el conjunto de lagunas que cercan la ciudad por el lado de Padua: como el puente no tiene mas anchura que la necesaria, y desde los vagones no se ve, el viajero se figura atravesar el mar con un ferrocarril que resbala por su superficie. Yo, aunque la obra es notable, hubiera deseado que no la hicieran, pues con el han quitado a Venecia su fisonomia de flotante y poetica, aislada como esta entre las aguas que la cercan por todas partes. Al apearme en Venecia, entre con los demas viajeros en la sala de equipajes, en la cual todo el mundo tiene obligacion de descubrirse; no por cortesia, sino porque estan alli los austriacos, mas insolentes que en parte alguna. Antes de llegar y en el mismo camino de hierro, nos recogieron los pasaportes; al apearnos, nos preguntaron nuestros nombres, nos hicieron designar el hotel adonde nos dirigiamos, y los dias que pensabamos permanecer en su recinto. Nos registraron los equipajes, y despues tuvieron la bondad de dejarnos seguir a nuestros hoteles.... Una gondola me condujo desde el desembarcadero del camino de hierro, al hotel de la Luna, donde permaneci. Era de noche, habia luna; para llegar a mi hotel, cruzamos muchas calles, es decir muchos canales: el movimiento, las luces del cielo, los recuerdos que se agolpaban a mi imaginacion del poderio antiguo de la republica veneciana, los infinitos palacios de marmol que vi hasta llegar al hotel, el numero de gondolas que se cruzaban, las palabras dulces que mi gondolero cambiaba con otro de su oficio cada vez que doblaba una esquina, para evitar un choque; las musicas que oi al pasar por enfrente de la soberbia plaza de San Marcos, todo este conjunto hiriendome poderosamente la fantasia, hizo que oyera yo con disgusto la voz del gondolero, anunciandome que habiamos llegado al hotel. Inmediatamente que me dieron un cuarto en el hotel y guarde mi equipaje, me lance a la calle, y a los dos pasos, pues el hotel de la Luna esta tocando, me encontre de improviso en la plaza de San Marcos. Describir mi emocion no es posible; dire si puedo lo que vi, y lo dire como todo lo que va escrito, ayudado solo por los recuerdos, sin querer consultar un libro, mis recuerdos y mi cartera; alli apunto siempre mis impresiones. La plaza de San Marcos, mas larga que ancha, tiene la sin rival basilica de San Marcos, formando la fachada principal: a la izquierda un palacio que ocupa todo el lienzo de las antiguas procuradurias; a la derecha el Palacio del Emperador, todo el lado, y da vuelta a la Piazzetta: y en frente de la basilica otro cuerpo majestuoso; he aqui los cuatro frentes de la gran plaza. A la izquierda de la iglesia, se levanta aislada una alta torre que llaman Campanella. Arcos prodigiosos, de gusto, de arte, de belleza, de formas, dan vuelta a las tres fachadas de la plaza. Debajo de ellas se ofrecen entre un profuso alumbrado de gas centenares de elegantes tiendas y cafes. La plaza de San Marcos, como toda Venecia, sin exceptuar una sola calle, esta muy bien embaldosada. A las doce del dia, es curioso ir a la plaza de San Marcos a ver dar de comer a las palomas: centenares de ellas, que pasean constantemente en medio de la multitud, y a las cuales nadie molesta, comen su racion en medio de la plaza. Un veneciano rico dejo en su testamento una manda con este objeto. El Palacio Ducal, que esta unido a la basilica de San Marcos, es uno de esos palacios que suena una fantasia acalorada, es la realizacion de un sueno: es una grande obra monumental, a cuyo pie hay dos columnas traidas de Asia, un grupo de Alejandria, con cuatro antiquisimas figuras pegadas a la pared; describo sin orden, segun mis apuntes taquigraficos, segun me acuerdo, adelante. La fachada principal del Palacio del Dux se construyo a mediados del siglo XIV, bajo la direccion del maestro Buono, aunque algunos pretenden que fue Calendario el arquitecto. De cualquiera modo, es un edificio magico y admirable, de estilo gotico, y uno de esos prodigios del arte que tanto abundan en Italia. La osadia de la construccion del Palacio Ducal tiene algo de verdaderamente temerario: el inmenso cuerpo superior, mole pesadisima y abultada, tiene por todo fundamento y base dos series de ligeras y esbeltas columnas. El material le componen exclusivamente los marmoles blanco y rojo: todos los chapiteles de las columnas son obras maestras de arte. Las fachadas de este mismo palacio que miran al canal y a la iglesia de San Marcos, son mas modernas que la principal: son obra del renacimiento: los estilos de ellas son diferentes, habilmente combinados; los arcos ogivales juegan con los arcos redondos resultando una miscelanea pintoresca y magnifica; los marmoles de diferentes colores que componen su material, son de los mejores, y la vista se recrea contemplando tan soberbio palacio. A su poderosa belleza se agrega la excelente situacion que ocupa: unido a la portentosa basilica de San Marcos, con fachada admirable sobre la _Piazzetta_, con lienzos soberbios del lado del canal, con grandes edificios en frente, con la plaza de San Marcos al lado. Esto en cuanto a su exterior: ahora vamos a penetrar en sus inmensos salones, ricos de arte y elegancia: pero antes de llegar a su cuerpo principal tendremos ocasion de detenernos a admirar la esplendida escalera de los Gigantes. La escalera de los Gigantes, construida en el siglo XV, parece una mentira: un artesonado brillante, unas labores que no se ejecutan en cera; al pie hay dos colosales estatuas de marmol, Neptuno y Marte. La escalera de oro propiamente llamada tal con tallados del metal de su nombre, con un lujo de decoracion de que no hay ejemplo, con un prodigioso gusto artistico, con artesonados y techumbres de maravillas, con gradas de marmol y porfido, con tallados de estatuas de maestros, en una palabra, con milagros. El Palacio Ducal se compone de muchos salones: el del Gran Consejo, donde se reunian 1,500 miembros, contiene todos los retratos de los duxes que han presidido la republica: falta el de Marino Faliero que fue decapitado; en lugar del retrato, hay un cuadro que cuenta el tragico suceso. La techumbre, vestida de molduras, esta cubierta de cuadros magnificos de Pablo Verones, Ticiano, Tintoreto, etc. En la pared principal del salon, hay un cuadro portentoso de Tintoreto, el mayor de los conocidos; llena la pared, representa el Paraiso; es un modelo de dibujo, colorido, pensamiento y ejecucion; es una obra maestra tiene, mas de cuatrocientas figuras: es admirable. En el centro del salon hay dos inmensos globos; a la izquierda, entrando, hay en un estante de libros varios manuscritos de Petrarca, Catulo y otros escritores ilustres. El salon del senado, magnifico como todos los del Palacio Ducal; hay dos inmensos cuadrantes que en vez de minuteros tienen los signos del zodiaco para senalar las horas: cuadros de los primeros artistas, techo de molduras, puertas de ebano. El salon de mapas contiene grandes y excelentes grabados que designan todos los viajes y descubrimientos que hizo el famoso veneciano Marco Polo, que fue de los primeros que visitaron la America. El salon del Consejo de los inquisidores de estado, que se componia de tres miembros, esta poblado de lienzos del Verones, soberbios, como todos los que brotaron de su paleta: el pavimento de este salon, como el de todos, es de mosaico el mas precioso de marmoles incrustados. El salon de embajadores, donde el presidente de la republica, el Dux, recibia a los ministros de las cortes extranjeras, tiene puertas de ebano y cedro, traidas de la iglesia de Santa Sofia de Constantinopla, silleria admirable, cuadros. El salon del Consejo de los Diez con lienzos tallados maravillosamente. Salon de delaciones, con cuatro puertas y un buzon, por donde sin ser visto se denunciaba a los conspiradores; y ahora que hablo de conspiradores, bueno es anadir que las prisiones, de estado estan separadas del Palacio Ducal solo por un canal estrecho, que salva un puente de piedra, por el cual pasaban los presos desde el palacio ducal a la prision. Este puente que une ambos edificios se llama puente de los Suspiros, llamado oportunamente asi, por los lamentos que naturalmente exhalaban al cruzarle todos los que se veian privados de su libertad. Los escritores franceses, que tienen el buen talento de equivocar todo, y de juzgar ligeramente, han descrito las prisiones con negros y romanticos colores: yo las he visitado, estan en el mismo estado que cuando las construyeron: no son alegres como no lo es calabozo alguno, pero nada tienen de lugubres; el Gran Canal esta delante, por el lado las bana otro canal, algunos morian ahogados con solo abrir la puerta de su calabozo, eran rarisimos. En el salon del gran Concilio, colocandose en el balcon principal, el que esta enfrente del Gran Canal, se goza de un punto de vista de que no hay ejemplo; el canal de San Marcos a los pies, en frente los soberbios edificios de la Aduana y la iglesia de la Salud; a la derecha el Palacio del Emperador; jardines, canales, gondolas, el mar, buques, palacios. Todo el cuadro del balcon por fuera esta adornado de estatuas; entre ellas hay una que el sublime Canova hizo a la edad de catorce anos. Todo el exterior del Palacio Ducal presenta el aspecto mas pintoresco, gallardo y artistico posible: sus elegantes arcadas, sus esbeltas columnas, sus millares de ogivas, sus calados maravillosos, sus diferentes estilos entre los que domina el arabe, todo es soberbio, todo es magnifico. No he visto palacio alguno en Europa mas admirable, bajo todos aspectos, como riqueza, como arte. La razon se comprende: Venecia ha sido por espacio de catorce siglos una poderosa y pujante republica: ella ha hecho las conquistas de San Juan de Acre, de Constantinopla, de parte de la Grecia: Venecia ha sido por mucho tiempo el pirata ilustrado de los mares; sus hombres de estado, sus marinos, sus pintores, sus generales, sus conquistadores, no tenian otra ciudad que engalanar mas que Venecia, y de aqui el que esta ciudad sea una sultana oriental, engalanada como una reina: sus conquistadores la han traido de Grecia caballos de bronce, estatuas, columnas de Constantinopla; ebanos, cedros, agata, marmoles, columnas; de todas partes han traido atavios a su ciudad querida, que sentada sobre las aguas, rodeada de lagunas, y pobre en su origen, pues solo contaba una docena de pescadores, ha ido creciendo y brillando, con los talentos y conquistas de los esforzados hijos que ha engendrado. Aparte de sus generales y conquistadores ilustres, ella ha dado nacimiento al Ticiano, a Tintoreto, a Canova, a mil y mil celebridades, que la han llenado de cuadros y estatuas, de cuadros y estatuas modelos; solo asi se cree ser cierto lo que el viajero ve en Venecia; solo recordando su historia, se explica y comprende su magnifica grandeza. La basilica de San Marcos, que solo tiene en el mundo un rival, San Pedro de Roma, aunque le supera en algo, es otro de los portentos de Venecia: cuanto mas se ve, mas crece el asombro, cuanto mas se examina mas necesidad hay de acordarse de la historia, para admitir como cierto lo que se ve; tantos son los prodigios que contiene. En todo el templo no hay un solo atomo de madera comun: oro, marmol, porfido, ebano, cedro, agata, plata, estos son los elementos: la iglesia tiene tres naves; todas las tres naves, todas las paredes, todo el pavimento, se compone de cuadros y alegorias estupendas de mosaico de marmol: este prodigioso trabajo, verificado en el siglo XIII, cuando apenas se conocia en el mundo artistico el mosaico, haria honor a nuestros dias. No dejo correr mi entusiasmo porque deseo que el lector se emocione por si mismo con la sola descripcion. ?Que puede decirse de una iglesia que tiene paredes, techo y pavimento, sembrado de preciosos mosaicos en marmol? ?Que puede decirse de los ilustres venecianos que comprendieron y ejecutaron obra tan magna? El altar mayor, sencillisimo y elegante, se compone de cuatro columnas de porfido, robadas a Santa Sofia de Constantinopla: las cuatro asombrosas columnas estan coronadas de una cupula de porfido tambien: todas las puertas del templo son de bronce, incrustadas de estatuas, diriase es el templo de Salomon. El oratorio de la cruz, que segun se entra esta a la izquierda, en el centro de la iglesia, fue traido tambien de Constantinopla; la cupulita elegante que le cubre, es de agata, de porfido, de oro, no hay marmol, alli seria vulgar, comun; cuatro columnitas esbeltas de porfido de brillantes colores, un Cristo divino. Tiene el templo dos organos, un soberbio coro lleno de portentosos mosaicos, abundancia de estatuaria, canonigos con traje de obispos, millares de columnas de marmoles, y jaspes los mas preciosos. La basilica cuenta con cinco cupulas vestidas de mosaicos: la puerta de la sacristia, toda de bronce con el retrato del Ticiano, todas esas maravillas reunidas y otras muchas de que no hago mencion, porque de todo no puedo acordarme y porque mis apuntes, tomados en la misma iglesia, son cortos, forman el interior de San Marcos. En cuanto al exterior, no tiene nada que no sea tambien prodigioso. Encima de la puerta principal de la iglesia, por la parte de fuera, hay tres enormes caballos de bronce traidos de Atenas: sirvieron en Roma para adornar un arco el dia de la entrada de Neron. Napoleon se los llevo a Paris, despues han sido devueltos y colocados de nuevo donde estan. Delante de la iglesia, se levantan tres altisimas astas de cedro donde se izaban las banderas de la republica ... ahora el pabellon austriaco. En la _piazzetta_ de San Marcos, tocando con la Plaza y dando el frente al Gran Canal, dos gigantes columnas de granito, traidas de Alejandria, coronadas la una por una estatua de San Teodoro, primer patron de Venecia, la otra por un leon, simbolo de la fuerza: son de una sola pieza, admirables. La fachada de San Marcos, que da frente al reloj llamado de los leones, porque hay dos de marmol, tiene en la pared, entre millares de mosaicos, un adorno persa, quiza el unico en Europa; representa Ceres, en un carro tirado por dos leones. Todas las fachadas de la basilica, sin contar la principal con sus porticos elegantes, sus estatuas a centenares, su exquisito gusto, su fisonomia admirable y nueva, su lujo arquitectural, son obras maestras, son museos. Volviendo al Palacio Ducal donde tantos portentos se esconden, nadie salga de su recinto sin ver el museo de escultura que hay en uno de sus infinitos salones. El museo de escultura que existe en el Palacio Ducal de fenecia, deposito de tesoros artisticos, se halla en uno de sus bajos salones. Aparte de la belleza artistica del salon, de sus elegantes ornamentos, y de su lindisima techumbre, cuentanse entre las muchas obras, modelo de escultura que le enriquecen, dos estatuas originales del rey de los escultores, de Fidias mismo. La pureza de las formas, la suavidad de los contornos, la finura prodigiosa de las lineas, todo revela el cincel griego: Canova, digno rival de Fidias, ha enriquecido tambien este delicioso gabinete de escultura con obras brotadas de su mente: cuentanse cinco o seis bustos acabados de este maestro. La escultura egipcia esta tambien alli dignamente representada: Roma y Atenas han dado tambien su contingente. La antigueedad, presente alli bajo el prisma historico, artistico, reprende en elocuente silencio la esterilidad de tantos siglos como se han hundido en el rio de las generaciones sin llegar a su altura. El arte moderno, poderosamente inspirado, se afana noblemente por vengar con sus adelantos el atraso de los siglos pasados: alli esta Canova, gloria de nuestros dias, alli esta Sansovino, moderno tambien, que ha llenado a Venecia de prodigiosas estatuas: alli estan Victoria y otros muchos: aconsejo a todos los viajeros que no salgan del Palacio Ducal sin visitar el museo. El muelle de Venecia es verdaderamente pintoresco: cuando la ciudad tenia vida propia y era una respetada republica que contaba con una valiente y poderosa armada, debia fascinar de encanto. A sus orillas estan los artisticos lienzos del palacio que llaman del Emperador: la admirable fachada del Palacio Ducal que mira al Gran Canal; el lindo puente de la Paja; las prisiones, unidas, segun he apuntado ya, al Palacio Ducal por medio del Puente de los Suspiros; el Adriatico; enfrente, las admirables iglesias de la Salud, la de San Jorge, el bello edificio de la Aduana, el canal de la Judea, rodeado de iglesias y palacios; infinidad de gondolas que a manera de coches de plaza aguardan, arrullandose dulcemente, al que primero se llega: las embarcaciones del comercio extranjero a la embocadura del Adriatico: todo, todo es admirable. iPlegue a Dios que la dominacion austriaca concluya pronto y para siempre! Plegue a Dios que los italianos sacudan ese espiritu de provincialismo que ha hecho imposible su unidad nacional, matando su independencia! iPlegue a Dios que yo vuelva a Venecia, la encantadora, pero sin ver a los austriacos! Me acuerdo en este instante del nombre del general que mandaba en Venecia cuando estuve; llamase Gorgoski, de nacion polaco, y a proposito me ocurre una reflexion. El emperador de Austria, que tiene subditos de tan diferentes paises, lenguas y costumbres, sigue la tactica de mandar a Italia guarnicion de hungaros, a Hungria italianos y tudescos, y asi en las demas provincias de su imperio. Oprime con los oprimidos ... ?Porque no se ponen de acuerdo los hungaros de Italia, y los italianos de Hungria, para dar la libertad y la independencia a sus respectivos paises? ?porque sirven de instrumento a la tirania del mismo que a unos y otros ha sometido y esclavizado? ?Porque?... triste es decirlo, pero figurome no equivocarme si encuentro la respuesta con solo consultar el corazon humano. Somos propensos a oprimir, amamos la libertad y nos place dominar: ese mismo hungaro, ese mismo italiano que han combatido con denuedo, cada uno en su casa, para sacudir el yugo y conquistar la independencia, se prestan facilmente a tiranizar en el extranjero, sirven de guardia pretoriana al que con gloria combatieron, y se vejan y esclavizan entre si, con grande contentamiento del que los impera.... iMiseria humana! iadelante y basta! me olvido de mis viajes y de todo en recordando a los austriacos. Hay en Venecia muchas y maravillosas iglesias: la de San Nicolas, proxima al Campo de Marte, junto al embarcadero del camino de hierro, es uno de los templos mas antiguos de la ciudad; su color historico, si se me permite la expresion, hace su fachada interesante. Es pequena, pero muy linda, es la parroquia de los pescadores, primitivos fundadores de Venecia. San Sebastian, situada tambien junto al Campo de Marte, tiene un aspecto muy gallardo, corona el edificio una elegante cupula, y a los lados de esta, se levantan pomposamente dos esbeltas torres. La Salud, templo erigido por los venecianos al terminarse una peste que diezmo la ciudad, se ostenta magnifico enfrente de la _Piazzetta_ de San Marcos, tocando con la Aduana: consta de cinco fachadas elegantes, adornadas cada una con graciosas columnas que coronan los ordenes jonico y corintio confundidos, con muchas y admirables estatuas. Es increible el numero de estas que hay en Venecia: cada iglesia es un museo propiamente dicho, cuadros y estatuas, pero nada vulgar, todo obras del genio, por todas partes estan Tintoreto, Verones, el Ticiano, por todas partes se encuentran Canova, Sansovino. La iglesia de la Salud, cuajada de estatuas, tiene su torre, su cupula, sus cinco fachadas; el interior, con monumentos y adornos de arte exquisitos. La iglesia de San Juan y San Pablo, en el Campo del mismo nombre, admirable; estilos gotico y bizantino: a la puerta del templo hay un monumento de marmol dedicado a un general: la iglesia consta de tres naves, la enriquecen estatuas de Canova y Vitoria, cuadros de Pablo Verones, Ticiano y Tintoreto: el pavimento es de marmol; hay diferentes tumbas de duxes; entre ellos esta la de Steno, miembro que fue del Consejo de los Diez, y uno de los que condenaron a muerte a Faliero; hay tres estatuas de bronce debidas al cincel de Sansovino, un cuadro de Jose, el Espanoleto. En una capilla magnifica de la misma iglesia, esta el portentoso cuadro de la Crucifixion, por Tintoreto: la batalla de Lepanto, por el mismo. En esta capilla esta el altar del Rosario, erigido inmediatamente despues de la celebre batalla naval de Lepanto; esta rodeado de cuadros y estatuas maravillosas, las paredes que rodean el altar estan elegantemente vestidas de bajos relieves admirables, con estatuas de Torreti, maestro que fue de Canova: las tres naves del templo son altisimas. Tocando con la iglesia se halla el Hospital civil, con fachada de marmol y cedro. La iglesia de los Jesuitas, del otro lado del Gran Canal, con fachadas ricas de estatuas de marmol que apoyan columnas corintias: el pavimento del interior, marmol; la techumbre de frescos. Entrando, el primer altar de la izquierda, un cuadro inimitable del gran Ticiano; representa el martirio de San Lorenzo, obra maestra, como todo lo que broto de su inspirada paleta. Las paredes de la iglesia, mosaico; el pulpito, esculpido en marmol griego, de forma gallarda, de ejecucion asombrosa: proximo al altar mayor, a la izquierda, un divino lienzo del Tintoreto representa el Paraiso: el presbiterio tiene un pavimento de marmol incrustado, tan maestramente hecho que es necesario, indispensable, tocarlo con las propias manos para persuadirse de que no es una alfombra. El tabernaculo es de lapiz lazuli; por todos lados hay estatuas de Sansovino; la pila de agua bendita es de marmol de Egipto. ?No es verdad que parece mentira tanto arte, tanto genio reunido? ?No son museos, y museos admirables, las iglesias de Venecia? ?No es ciertamente notable que en una sola iglesia haya todo lo que brevemente he apuntado? iAh! nada como Venecia, su impresion me durara siempre, el arte esta alli en todas partes, iy que arte! ique arte! Y aqui solo se leen los apuntes de mi cartera, no todo lo vi, hay mucho mas, es admirable. Recorriendo mis apuntes veo que hay todavia algo que decir de la iglesia de la Salud: en su sacristia, hay cuatro cuadros del Ticiano, gloria del arte; uno de ellos representa San Marcos: hay en la misma iglesia de la Salud una capilla separada dedicada a la Virgen, dos elegantes columnitas, estatuas de marmol; se edifico en 1670 despues de una asoladora epidemia; la peste esta alli representada por una vieja, excelente idea. En todo el templo no se ve otra cosa que marmol, jaspes preciosos, Ticianos, Sansovinos; la forma de la iglesia es circular, soberbia cupula, cuadros de Jordan. Este desorden es el que a mi me place; despues de haber descrito la iglesia de la Salud en una de las anteriores paginas, he vuelto a ocuparme de ella; la razon es muy sencilla, hojeando la cartera de viajes he encontrado nuevos detalles: los traslado a este libro, precipitadamente escrito. Con este metodo, el lector sigue el mismo rumbo, el mismisimo itinerario que yo segui en Venecia: si describo en dos sitios un mismo lugar, prueba de que le visite dos veces. La iglesia del Redentor, situada del otro lado del canal de _Giudecca_, de la Judea, es soberbia como todas, y antes de que se me olvide, seame permitido referir ligeramente una escena que me conmovio al ir a visitar la iglesia. Era el 18 de junio si no me equivoco: habia procesion en el barrio de los pescadores, San Nicolas. Yo, al llegar en mi gondola al pie de la iglesia del Redentor, pregunte a un hombre que se aproximo, como hacen siempre que las gondolas tocan en la orilla, le pregunte, digo, cual era la funcion que se celebraba aquel dia. El hombre a quien me diriji era un venerable anciano, pobremente cubierto con un raido traje. Al oir mi pregunta doblo la cabeza, y despues de un silencio religioso de algunos minutos, me dijo con acento emocionado: "Antiguamente, en tiempo de la republica, cuando yo era un muchacho, se celebraba una gran fiesta: todos los pescadores, ataviados con sus mejores galas, venian en procesion a esta iglesia, habia mucha animacion, mucho contento, mucha alegria: hoy ... no hay nada, senor, silencio y tristeza ... la patria no existe...." Mi caracter, que avido busca estas emociones por todas partes, mi opinion respecto a los austriacos, la ancianidad respetable del veneciano que tenia delante de mi, su acento tierno y sentido, todo me penetro en el alma, todo me conmovio. Como no hay nada a mis ojos mas sagrado que el amor de Dios, la familia, la patria y la libertad, como vi profundamente triste al hombre anciano que acababa de hablar, como supuse que le seria dolorosa la idea de morir, el, tan anciano, dejando a la patria en poder de los tiranos, quise consolarle, quise consolarme a mi mismo, augurando la proxima emancipacion de la heroica y abatida Venecia, le hable con calor, con pasion, segun mi costumbre, segun mis creencias: y su entusiasmo, nunca muerto, se desperto, y su fisonomia, plegada por el tiempo y el sufrimiento, se dilato animandose, y me tendio una de sus tremulas manos que yo me apresure a estrechar, y juntos llamamos a Venecia en apoyo de Venecia, y juntos pedimos a Dios la emancipara, y juntos desahogamos el corazon; yo tan emocionado como el. iPobre Venecia! esto me paso, no he podido menos de contarlo; continuemos nuestro paseo a la iglesia del Redentor. Tiene, como todas, bellezas de arte, cuadros y estatuas, elegantisima fachada, gusto arquitectonico, formas y estilo. A la entrada del Gran Canal, las iglesias de San Simeon y Carmen Descalzo: ambas de marmol, en su mayor parte, sabor monumental, primorosos adornos, fisonomia artistica. El templo de San Eustaquio, proximo al elegantisimo palacio de Pesaro, en el Gran Canal, admirable tambien. Visite por de contado, al dia siguiente de llegar a Venecia, las celebres e historicas casas que habitaron Canova, Ticiano, y el Petrarca. Vi tambien en el Palacio Ducal el cuarto en que estuvo preso el immortal Silvio Pellico. La casa que habito Canova tiene una inscripcion sobre la puerta que lo indica; esta en una plazuelita que se llama de San Marcos. La del Ticiano es de pobre aspecto, cuatro ventanas y un jardinito: hallase situada en una callejuela sin salida, proximo a la calle del Aguardiente. Venecia tiene 150 canales, que son sus calles; estan cruzados por 340 puentes, entre los cuales descuella el de Rialto[22] a la salida del Gran Canal. Todas las calles de Venecia, sin exceptuar una, estan embaldosadas, de modo que se marcha con la mayor comodidad: abundan los comercios y tiendas elegantes; el numero de ellos que cuenta la ciudad, segun observe en una estadistica que busque en Venecia, es el de 5,200. Hay, segun los datos de la municipalidad, 20,000 casas, y 160,000 habitantes. En materia de teatros publicos solo vi tres, y no creo que haya mas: el de Fenice, que es el principal y muy bueno; el de Apolo, y el de la Malibran: no habia compania de opera cuando yo estuve. En cambio se oyen musicas todas las noches en la bellisima plaza de San Marcos: de los muchos cafes que alli se encuentran, y de los cuales el de _Florian_ es el mejor, sacan mesas y sillas a la plaza, que toda esta perfectamente embaldosada. Alli acude mucha gente, y los delicados sorbetes que se sirven se toman agradablemente oyendo diferentes cuadrillas de musicos y cantantes que se suceden en el orden de sus conciertos al aire libre. Por lo regular, mejor dicho de seguro, cada grupo de musicos tiene por postulante una encantadora veneciana, de ojos negros y perfecta hermosura. Inutil es anadir que recoje bastantes _esbancigas_, moneda austriaca que alli circula, del valor de una lira italiana. Ya que por incidencia he hablado de las venecianas, bueno sera decir que son arrogantemente hermosas: las mujeres mas bellas que he encontrado en todos mis viajes. No es extrano pues que el Ticiano adorne sus inspirados lienzos con tan raras y sorprendentes bellezas que nos parecen ideales: los originales de sus seductoras mujeres los hallaria por todas partes, se paseaban a su lado, no hizo mas que copiar. Son verdaderamente admirables las venecianas: sabido es que nuestras arrogantes espanolas son celebradas en toda Europa por su belleza; pues yo, todo lo que puedo decir, a pesar de mi inmenso amor patrio, es que no sobrepujan a las hijas de la un tiempo poderosa y temida republica reina del Adriatico. Vamos ahora a los encantados palacios de Venecia. El famoso Gran Canal, teatro de tanto recuerdo, por cuyas serenas ondas han cruzado tantos valientes capitanes, tantos inspirados artistas, tantas hermosas mujeres, tantos arrojados marinos, todo el senado y aristocracia veneciana en sus elegantisimas gondolas: ese celebrado canal, que ha escuchado tantas palabras de amor, tantas serenatas de trovadores, que ha presenciado tantas citas, que ha servido de palenque a la bulliciosa alegria de sus animadisimos carnavales, ese lindisimo canal, que vio cercar sus riberas por ambos lados de estupendos palacios de marmol, que se vio surcado, sin quejarse, por tantos centenares de lujosisimas gondolas; ese historico canal, que crecia en magnificencia y hermosura todos los dias a compas de las conquistas venecianas que le adornaban de marmoles y jaspes preciosos; ese canal, digo, contemporaneo de la grandeza de la republica, es hoy testigo tambien de su postracion y abatimiento. Pareciome al recorrerle de un extremo a otro, las diferentes veces que le cruce, que solo me paseaba por en medio de ruinas y escombros: su rica historia de conquistas y aventuras hablabame con el silencio y la soledad. En vano diriji mis afanosas miradas a los innumerables palacios que bordan el canal; cerrados estan todos sus balcones y ventanas: las gondolas no estan como en lo antiguo ancladas a las puertas de los palacios esperando a los venecianos que con sus elegantes vestimentas le cruzaban sin cesar: todo es silencio y tristeza, todo es soledad y ruinas ... itanto mejor! asi es como debe estar la patria el dia que ha perdido su independencia ... vestida de luto, llorosa, afligida. Yo me alegro que los austriacos busquen inutilmente la historica animacion de Venecia: el silencio los rodea, viven solos, enteramente aislados, ni un solo paisano se reune jamas con el tudesco, viven con el arma al brazo; el silencio de la ciudad que en su desgracia llora, les reprende su cobarde usurpacion. iAh! ?cuando sera libre? siempre me llevan los recuerdos, no lo puedo remediar, iba a hablar de los palacios y no se cuanto he escrito en un minuto: vamos atras. Entre todos los bellisimos palacios del Gran Canal, descuella y sobresale el de Pesaro: se compone de tres cuerpos, cada uno enriquecido con esbeltas columnas de los mas preciados marmoles, vestido con el brillante ropaje de las arquitecturas gotica y arabe: con un opulento lujo de preciosos ornamentos que lejos de hacerle degenerar en churigueresco aumentan la belleza de su severidad. Tres grandes puertas en forma de arco le dan entrada por el lado del Canal Grande: hallase como todos rodeado de agua, novedad deliciosa para el viajero. Para llegar a sus puertas es preciso ir en una gondola: las primeras gradas de la escalera que le dan acceso, hallanse cubiertas por el agua: se atracan las graciosas embarcaciones a unas astas que a las puertas de los palacios se encuentran, y se penetra con toda comodidad en el vestibulo. Los patios, con elegantes columnas de marmol; la regia escalera principal, embellecida con magnificas estatuas; todo el interior en una palabra, aunque silencioso y triste, correspondiendo a la admirable fachada del canal. Nada ciertamente mas artisticamente bello que el palacio de Pesaro, situado al centro del Gran Canal y unido al de Catalina Cornaro, reina que fue de Chipre. El palacio de Pesaro, como todos los del Gran Canal, esta solo y triste, deshabitado y en abandono; hanse ya casi extinguido las familias de los senadores y de los duxes: como falta la patria falta todo: los palacios portentosos que alli abundan se venden por insignificantes cantidades: la celebre Taglioni posee tres en el Gran Canal: con lo que la han costado apenas podrian pagarse los cimientos de uno solo. El palacio de Catalina Cornaro es hoy oficina del Monte de Piedad ... es un gallardo y majestuoso edificio, que, como todos los del Gran Canal, costo millones; fue animadisimo teatro de bailes, reuniones y aventuras; hoy ... recuerdo triste de un pueblo que fue nacion, y al presente _provincia_ de Austria. Frente por frente al de Catalina Cornaro se levanta el palacio de Cadoro, admirable y bello: a su lado el de Marcello, donde existe un opulento deposito de antigueedades de arte muy digno de ser visitado; conocese en Venecia bajo el nombre de coleccion _Riccheti_: hay muchos y buenos cuadros, estatuas, mosaicos, pedreria, tapices, molduras, cuanto puede desearse: alli compre un reloj que me dijeron haber pertenecido a Catalina Cornaro, figura que yo he tratado de dibujar en mi primer ensayo dramatico. El palacio de Gritti, proximo al puente de Rialto, en su mayor parte de marmol, admirable. Este palacio, como otros muchos que hay hacia el fin del Gran Canal, tiene por fuera, en sus paredes, nada menos que frescos del inmortal Ticiano: las lluvias, el tiempo y la incuria, han medio borrado los sublimes toques del gran maestro. Asi es todo Venecia: maravilloso y sorprendente, pues sorprende y maravilla ciertamente ver que lo que ningun palacio de las grandes ciudades de Europa tiene apenas en su interior, frescos del Ticiano, los palacios de Venecia, la oriental, porque asi es preciso llamarla corrigiendo el mapa, los tienen por fuera. Tocando tambien con el puente de Rialto, el palacio bellisimo de Manin[23], ultimo dux, que por su sobra de buena fe y falta de energia fue causa del triunfo de Napoleon. Los estilos de este palacio, los de casi todos los del Gran Canal, son gotico, corintio, arabe y paladio, felizmente combinados, sin mezclarse. Otro de los mas elegantes palacios del Gran Canal es el de Foscari, triste como esta, mas seductor aun: es todo gotico, soberbio, admirable. Se encuentra a la revuelta o recodo del Canal, da frente a los cinco palacios de Mocenigo y al de la familia Cornaro. Tocando con el de Foscari, el palacio Balbi, donde habito Napoleon: el de enfrente, uno de los cinco de Mocenigo, sirvio de morada al ilustre Byron; alli escribio los primeros cantos de su _Don Juan_. Palacio del Hotel de la Villa, alli cerca, frente al palacio que fue Embajada de Espana: al lado un elegante puente de hierro que hace poco han construido. Entrando en el Gran Canal, por el desembarcadero del camino de hierro, a la izquierda, frente a una iglesia, un medio palacio, de historia original. Pertenecio a Francini, noble veneciano que tenia dos hijos: al morir, dispuso que heredasen por iguales partes, y no habiendose convenido de modo alguno, en razon a la perversidad del uno, se demolio exactamente la mitad del hermoso palacio, quedando dividido por el medio segun se ve hoy todavia. Hacia el centro del canal, los palacios de la duquesa de Berry, de Don Juan, el hermano de Montemolin, y del duque de Burdeos. El palacio de Bellas Artes, tambien en el Gran Canal, encierra milagros de arte; nadie salga de la encantada ciudad sin visitarlo. La sala de la Asuncion, llamada asi por el cuadro del Ticiano del mismo asunto, es verdaderamente una joya de inmenso valor. Aparte del lienzo que da nombre a la sala, y que por si solo puede enriquecer cualquier museo de Europa, hay Tintoretos y Veroneses divinos a derecha e izquierda: alli estan tambien la primera y la ultima de las obras del gran Ticiano, cinco soberbias telas en la techumbre, cuatro de Verones, otro del inmortal veneciano, incrustados entre preciosas molduras. Un portentoso prodigio del Tintoreto, dando frente al cuadro de la Asuncion. En otra sala que hay contigua, es preciso permanecer un par de horas por lo menos: la coleccion de disenos de Rafael que alli se ofrece a la admiracion, es por si sola un precioso museo: al lado de los disenos se ostentan inimitables ocho o diez cabezas del Ticiano: no hay nada mas admirable; y en esta misma sala tambien, para que nada falte al interes del arte, poderosamente sobreexcitado y satisfecho ya, se encuentra perfectamente conservada en una caja de cristal la mano derecha del gran Canova: la misma que manejo el cincel que ha producido tan asombrosas estatuas. A proposito de hombres celebres, y ahora que me viene a la memoria, tambien visite la casa que habito Goldoni, el autor de tan buenas comedias. Otra visita indispensable en Venecia es la del Seminario Patriarcal, proximo a la iglesia de la Salud. Alli abundan, como por toda la ciudad encantada, las obras de su mas distinguido hijo, cuadros del Ticiano: el Verones ha escrito tambien su inspirado nombre en soberbias telas que alli brillan. La fabrica de tabacos, con un espacioso y bello edificio, se halla junto al Campo de Marte, detras de San Nicolas; merece verse; coleccion admirable de mujeres encantadoras, de belleza artistica. Hay en Venecia buenos hoteles y cafes, tiendas elegantes, profuso alumbrado de gas, sociedad amabilisima y facil, bibliotecas, muchisimos edificios notables, buenas librerias. No tengo mas apuntes que consultar: escrito queda cuanto mi memoria recuerda haber visto; sali de la ciudad para regresar a Milan, con la cabeza y el corazon henchidos de recuerdos que conservare toda mi vida, con fervientes deseos de volver un dia, con ardientes plegarias por la emancipacion de la ciudad querida. Con lo que yo vi, hay asunto para un volumen; yo me he limitado a trazar en compendio, y segun el orden de mis apuntes, todo lo que queda apuntado. Saludemos nuevamente a Venecia y emprendamos el camino de _Turin_. Pero antes de salir de Venecia, tengo que apuntar una cosa que habia olvidado. El mismo dia que llegue a Venecia, chocome, y lo pregunte, porque las airosas gondolas que recorren las calles estan vestidas de luto, con bayetas negras. Yo, con mi caracter exaltado, supuse, antes de preguntarlo, que seria una manifestacion de luto nacional por la perdida de la independencia; halague esta idea, y temi que no fuera cierto mi pensamiento, y en verdad no lo era. Un veneciano que tenia pretensiones de erudito, me conto con aire melodramatico la historia de Faliero y su tragica muerte, haciendo partir de este acontecimiento la costumbre de tener enlutadas las gondolas. Esta explicacion no me satisfizo, porque bien se deja entender que aparte de que fue justa y ejemplar la sentencia de Marino, el senado y el dux no hubieran tolerado una manifestacion tan contraria a sus soberanos decretos. Nada repuse a mi companero, calle y tan luego como supe donde estaba la Biblioteca, hice lo que siempre que tengo una duda, busco inmediatamente el medio de resolverla. En mi calidad de extranjero, nada tenia de extrana mi pregunta: me diriji al que me parecio ser director del Establecimiento, y con extrema cortesia satisfizo mi curiosidad. La cuestion es muy sencilla: los nobles de Venecia, dados a la opulencia y al lujo, empezaron con sus elegantisimas gondolas, que es como si dijeramos coches de gala, a oscurecer las del dux. El fausto fue creciendo cada dia: el Gran Canal viose henchido de magnificas gondolas, con incrustados de marfil, con estupendas molduras, con cortinajes y pabellones de damasco. Despertose un sentimiento muy pronunciado de rivalidad que dio origen a enemistades, duelos, y crecidisimos dispendios en las familias. El momento habia llegado; el Senado veneciano, que jamas se dejaba imponer, y que en mas de una ocasion tuvo arranques que no correspondian a un poder republicano, dispuso, e hizo bien a mi juicio, en atencion a las fatales consecuencias que producia, que todas las gondolas, sin exceptuar una, fueran iguales, y estuvieran cubiertas con una bayeta negra. La ley se ejecuto, y hoy esta aun en vigor; he aqui todo explicado. De Venecia regrese a Milan deteniendome en Verona: ya he hablado de esta ciudad. En Milan visite de nuevo la catedral, y teniendo que volver a Suiza sin atravesar los Alpes por el peligroso y encantador paso del San Gotardo, decidi dirigirme a Turin, para entrar en Suiza por el Monte Cenis y la Saboya: asi lo ejecute. En Milan tome billete en la diligencia hasta Novara, cuya distancia se recorre en siete horas. La carretera es sobradamente buena, no deja nada que desear; pintoresca y deliciosa la campina. Al cruzar la frontera de Milan para entrar en territorio piamontes, antes de Novara, la policia austriaca detuvo una hora la diligencia, nos registraron los equipajes, hojearon y visaron los pasaportes; y con el pecho prodigiosamente dilatado, con el jubilo del que sale de un calabozo para recobrar la libertad querida, con el alivio de una ponderosa carga que me oprimia, sali del territorio que profanan los tudescos, y pise el liberrimo suelo del _Piamonte_. Habia salido de Milan a las seis de la manana, entre en Novara a las dos de la tarde. Inmediatamente se agolparon a mi cabeza todos los recuerdos de Carlos Alberto, y solo asi me intereso Novara, que en verdad tiene poco que ver. Quiza un pensamiento de ambicion fue causa de la derrota de Carlos Alberto; quiza la ambicion que en Novara se mostro fue origen de deplorables acontecimientos... ?Quien sabe si a no ser por ella Milan y la heroica Venecia no hubieran sacudido su ominoso yugo? En Novara estuve una hora: a las tres de la tarde subi a uno de los coches del tren que salia para Turin, y a las diez de la noche entre en la capital del Piamonte. El camino de hierro que une Turin con Novara esta muy bien acabado; sus terraplenes y nivelaciones, acertadamente concluidos, prestan al movimiento de los carruajes una facilidad suma. Ninguna poblacion notable se encuentra en todo el trayecto: la campina es deliciosa y alegre, esta bien cultivada: las estaciones todas muy animadas, el servicio esta bien atendido. A media legua de Turin hicimos alto: todos los viajeros y equipajes se trasladaron a los omnibus que aguardaban, media hora despues entramos en Turin. El camino de hierro no estaba completamente terminado mas que hasta el sitio indicado. Hoy llega a Turin. #TURIN.# La capital del Piamonte, que yo habia sonado bellisima, es una ciudad muy linda, no puede negarse, pero extremadamente monotona e insustancial. Todas sus calles estan cortadas por el mismo patron; fastidia y cansa una igualdad tan estudiada: sus arcadas magnificas, que prudentemente repartidas hubieran dado fisonomia a la ciudad, hermoseandola, encierran la vista en circulo tan limitado y monotono que cansan hasta el disgusto. Aunque la ciudad es pequena abundan las colosales plazas: la mas bella para mi es la de _Victorio Emmanuel_, al extremo de la ciudad. Su extension es prodigiosa; hallase circuida por tres fachadas de indispensables arcos, elevados y espaciosos como todos. Cierrase en forma de semicirculo por el lado de la larga calle que conduce en linea recta a la plaza del _Palazzo Vecchio_. A los pies de la inmensa plaza se tiende el historico Po, con sus cristalinas y abundantes ondas. Desde el centro de la citada plaza se ofrece un cuadro muy pintoresco: el caudaloso rio, que salva un elegante puente de piedra de cinco arcos, al fin del cual, y dando frente, se levanta la iglesia de la _Gran Madre di Dio_, con su esbelta cupulita por corona, y un humilde peristilo con columnatas por frente: a derecha e izquierda y cerrando el horizonte, artisticas montanas, vestidas pomposamente de verdura. A la derecha, y situado sobre una pintoresca colina, se presenta un convento de frailes; a la izquierda, la bellisima iglesia de la _Superga_, con elegantes columnas, dos torres y una airosa cupula. Antes de pasar adelante quiero apuntar la impresion que me produjo la vista de los frailes. En Venecia fue donde por primera vez pude examinar de cerca un monje. Acostumbrado a oir hablar de ellos desde mi ninez, en el sentido que hoy se hace; persuadido yo de que es una institucion que paso para fortuna de la humanidad, y que paso para no volver jamas; sin tener una idea precisa de ellos, porque en Espana fueron abolidos cuando yo tenia siete anos, confieso francamente que al pasar junto a mi el primero que se ofrecio a mi vista en Venecia, me separe espontaneamente por un movimiento casi repulsivo. Le observe con curiosidad suma, y cuando le perdi de vista, me felicite nuevamente, como lo habia hecho otras veces, de que no les hubiera en mi pais. Estoy hasta la evidencia convencido de que los monjes han pasado para siempre y por fortuna; las instituciones humanas todas tienen su epoca. Otra de las buenas plazas de Turin es la de _Carignano_: ancha y espaciosa, con majestuosos edificios. La plaza del Palacio Viejo, detras del cual reside el rey de Cerdena en un edificio que llaman palacio, por equivocacion sin duda, es grande y despejada como todas las de la ciudad: a ella desembocan las calles mas elegantes, donde el comercio tiene sus lujosas tiendas[24]. El Palacio Viejo, que aislado se ofrece en medio de la plaza, no logro interesarme un minuto a pesar de su antigueedad venerable y su color historico. Sus lienzos desiguales y abandonados, sus viejos torreones, su balconaje oscuro y pobre, su mezquina estatura que no llega ni con mucho a la talla de los palacios, todo su conjunto en una palabra no ofrece nada que admirar, razon por la que seguimos adelante, y a la verdad que es un apuro no pequeno para mi, que no se donde llevar al lector: itan diferente es Turin de Venecia[25]! Uno de los mas bellos ornamentos de la capital del Piamonte para mi, es natural, y nada debe a los hombres. Hablo de los magnificos Alpes, siempre portentosamente admirables, con su secular cabellera de blanquisima nieve. El nombre de la nacion indica sobradamente la situacion de los Alpes en Turin: _Piamonte_, es decir, al pie de los montes. Efectivamente, al entrar en muchas calles de Turin, rectas y llanas en su mayor parte, presentanse de repente los Alpes, cerrando el horizonte, cerrando la calle, materialmente al pie. Esta soberbia decoracion, que tanto me seduce y encanta, hermosea a mis ojos las calles de _Torino_, cierra majestuosamente los horizontes con montanas de plata que al esplendor del sol deslumbran, nos ofrece dentro de la ciudad las esplendidas magnificencias con que Dios engalano su perfecta obra, y embellece todo, el cuadro y los accidentes. Esta tan intima vecindad de los Alpes, hace que el invierno en Turin sea excesivamente frio, si bien se neutraliza su accion como en Suiza por la frecuencia y abundancia de las nieves. Las iglesias de Turin, consideradas bajo el aspecto del arte, no ofrecen absolutamente nada que admirar[26]. Es Turin quiza la unica poblacion de Italia que carece de templos monumentales, de iglesias donde el arte brilla: recorri muchas y no encontre una sola que merezca un elogio, se entiende bajo la calificacion de artistica. Uno de los sitios mas pintorescos de los alrededores de Turin es el llamado _Vigna della Regina_: frondosidad y verdura, alegres y blancas casas, colinas lindisimas. A poca distancia del Puente del Po, que une como ya he dicho la plaza de Victor Manuel a la iglesia de la Gran Madre de Dios, acaba de construirse un puente colgante que yo cruce despues de haber pagado una corta cantidad que exigen por el paso, segun sucede en Londres en varios puentes. El _Dora_ corre tambien por Torino. Una gran calle, anchisima y espaciosa, con dobles filas de arboles, rodea la ciudad por un lado; es un paseo muy bueno que hermosea la proximidad del Po. En Turin existen muchas librerias que surte en su mayor parte el comercio de Paris: encuentranse muchos y buenos libros: los gabinetes de lectura y las bibliotecas, asi como los demas establecimientos literarios de Turin, estan bien montados y comprendidos. En materia de hoteles y cafes hay abundancia, en especial de los ultimos, que por todas partes se encuentran. Los teatros, a excepcion del Real, son de pobre aspecto; estaban muy poco animados cuando yo los vi: bien es verdad que la tragica Ristori con toda la compania del primer teatro de verso de Turin se hallaba en Paris, donde despues la vi. Asisti a una representacion de la _Linda_ en un miserable teatro llamado _Cervino_, teatro que esta a la derecha de la plaza de Victor Manuel. La compania era detestable; la orquesta de provincia; el interior del llamado teatro dificil de describir: la _Linda_ que cantaron, muy fea, con perdon de Donizetti; que sea dicho con verdad no la hubiera conocido. El mejor teatro de Turin es el Real. Una de las visitas que ningun extranjero debe dispensarse en Turin es la del Museo Egipcio. El edificio en que se halla la coleccion egipcia es un antiguo palacio que esta en una de las principales calles de Turin, la calle Nueva. En el mismo establecimiento hay una corporacion literaria y un gabinete de agricultura. Segun me dijeron en Turin, la coleccion de momias y bustos egipcios de que hablo, fue reunida y comprada por un frances que queria vendersela a Luis Felipe. Parece que no habiendose convenido en el precio, Carlos Alberto ofrecio lo que pedian y la obtuvo, enriqueciendo de este modo su pais con una rara y preciosa coleccion. En el piso bajo del edificio, ocupan dos salones, estatuas, bustos, columnas y restos de templos, todo egipcio puro, con sus correspondientes jeroglificos y sus ininteligibles inscripciones. Es curiosisima esta coleccion, y digna por mas de un concepto de ser visitada. Alli, en presencia de aquellas columnas, la antigueedad renace, y el Egipto, que antes que la Grecia misma fue cuna del saber y de una civilizacion muy adelantada, sobre todo en artes, se ostenta todavia joven y artistico. Hay alli cinco o seis estatuas de los infinitos dioses que el politeismo egipcio creo para halagar sucesivamente todas las pasiones, aun las mas torpes. Tambien se encuentran en esta coleccion cuatro o cinco templos egipcios en miniatura; dan una exacta y cumplida idea de los verdaderos, porque contienen hasta el mas pequeno detalle. En el ultimo piso estan las momias, perfectamente conservadas e intactas, despues de los siglos que cuentan. Entre ellas hay una de un sacerdote egipcio de remota antigueedad: cuentanse diez y seis o diez y ocho admirablemente conservadas. El gabinete de historia natural es tambien curioso: se compone de riquisimas colecciones de aves, cuadrupedos, pajaros, etc., etc., en muy buen numero. Hay unos empleados muy amables, que, mediante cierto saludo expresivo de manos, explican y ensenan todo. Alli tambien, como en el nuestro de Madrid, se ensena muy bien disecado y puesto el colosal esqueleto de un megaterio. Los tres reinos mineral, animal y vegetal con sus diferentes ramificaciones y familias, estan dignamente representados con ricas colecciones. El gabinete ocupa diferentes salones; los objetos estan muy bien clasificados. El museo de pinturas, cerca del palacio que habita Victor Manuel, es pobremente pobre y apenas merece una hora de examen: componese en su mayor parte de copias, y los buenos maestros de las escuelas de Venecia, Florencia y Roma no aparecen por alli. El aspecto general de Turin, es el de un pueblo que cuenta cuatro dias de existencia; todo es nuevo, todo es reciente, todo moderno. En vano se pregunta el viajero donde estan los edificios que en todas partes existen de las generaciones que fueron; inutil es querer buscar el Turin del dia anterior; no se le encuentra, porque no existe. Esta circunstancia, muy atendible para mi, que busco en un pueblo sus antecedentes y su pasado, unida a la de su cansada monotonia de un todo igual, me hicieron abandonar Turin a los pocos dias de mi llegada. Esto mismo creo sucedera a todos los extranjeros que como yo vayan con el unico objeto de visitarle. El sistema de comunicaciones, desde que el Piamonte ha entrado de buena fe en la senda de un pueblo constitucional, que marcha sin obstaculos a su desenvolvimiento y progreso, ha recibido un impulso importantisimo, que ayudando a su presente enriquece ya el porvenir, porque sabido es que las comunicaciones son hoy una segura fuente de progreso y riqueza. Parten de Turin diferentes lineas ferreas bien construidas y llenas de vida y animacion. Por todos los sitios que recorren van repartiendo vida y movimiento, aproximan los pueblos a la capital; cambian ventajosamente, y con utilidad general, todos los productos; promueven las obras de utilidad y de recreo por donde pasan, y aumentan en una palabra la riqueza publica, como sucede en todos los paises que cuentan buenas comunicaciones. De Turin hay caminos de hierro a Novara, Genova, Alejandria y Suse, al mismo pie de los Alpes. Las lineas todas son muy importantes, en especial las de Novara y Genova: los carruajes son buenos, excelente nivelacion, movimiento y servicio. El camino de hierro de Turin a Suse, linea de unas catorce leguas espanolas, habla muy alto en pro del Piamonte. La linea, importante bajo todos aspectos, marcha por el lado de los Alpes, y en direccion a la Saboya, venciendo grandes obstaculos materiales, como son las faldas de esos tremendos montes que rodean Turin. Esta fue la que yo escoji para regresar a Suiza. Sali de Turin a las tres de la tarde: a las cuatro y media llegamos a Suse, tocando materialmente con el Monte Cenis, y por consiguiente con inmensas alturas que subir. Su paso por alli es ya imposible; yo habia tomado billete desde Turin a Ginebra: llegado a Suse subi a la diligencia, tirada por catorce vigorosas mulas, y despues de subir constantemente nueve horas, llegamos a la cima del altisimo monte, coronado de nieve resplandeciente. Eran las dos y media de la madrugada; en un hotel que alli existe tomamos cafe con leche, y seguimos nuestro camino, que desde alli es de descenso, y de descenso constante, no interrumpido un momento hasta llegar al mismo Ginebra. El camino es soberbio, imponente, magnifico: los Alpes, esos portentosos montes que he tenido el sin igual placer de cruzar por diferentes sitios; esas altisimas montanas que el grande hijo de Cartago atraveso el primero, por uno de los milagros que aborto su genio, se ofrecieron de nuevo a mi admiracion al atravesar la Saboya. Valles profundos henchidos de nieve, cascadas bulliciosas y brillantes, precipicios de inconmensurable grandeza, el pequeno San Bernardo, colinas seculares de perfiles y contornos pintorescos, una asombrosa carretera que los salva y cruza desde el lado de Suse, cerca de Turin, hasta las mismas calles de Ginebra, todos estos accidentes reunidos, hicieron de mi viaje un estudioso y agradable recreo, que me produjo una no interrumpida serie de emociones halagueenas. A media legua de Chambery, capital de la Saboya[27], empiezan a verse las magnificas y numerosas casas de campo que la aristocracia de Saboya y los ingleses y alemanes que viajan han levantado en su derredor. Es un delicioso sitio de recreo en los meses de verano, con la agradabilisima vecindad de los Alpes, el pintoresco Chamouny, el Monte Blanco, el hospicio de San Bernardo, y los _Glaciers_. La capital de la Saboya tiene muy pocos encantos para el viajero: solo hay dos calles buenas: al fin de la principal, se levanta un monumento consagrado a un hombre verdaderamente grande y modesto: es una fuente de marmol, coronada por una estatua de bronce, busto del ilustre ciudadano de Chambery[28] que lego parte de sus inmensos bienes a los pobres; que levanto y fundo con bienes raices propios la casa de expositos, que detras de su estatua se levanta, que creo y doto una escuela de educacion gratuita para los pobres, y que hizo enfin otras muchas obras de relevante caridad, que granjeandole el amor de los que le conocieron, le ha asegurado la veneracion de los que viven y el respeto de los que vendran. Hay en Chambery dos buenos hoteles y otros muchos medianos, un teatrito, una catedral curiosa, algunos cafes, y una calle de tiendas elegantes. Desde Chambery a Ginebra, se encuentran algunos pueblos importantes: la campina esta bien cultivada, en cuanto se puede, y es muy limpio y alegre el aspecto de los pueblos que salen al paso desde Chambery a Ginebra. Llegue a esta ultima ciudad que ya he descrito al hablar de Suiza, y desde Ginebra a Berna, encontre mas comodidades que en ningun pueblo de Europa. Hice la travesia en catorce horas, pasando por Yverdon y Neuchatel, viajando en vapor por lagos, en vapor por tierra, en diligencia y en omnibus, todo en poco tiempo, y admirablemente bien. Y aqui terminan mis apuntes del viaje a Italia: el recuerdo agradabilisimo de Venecia le guardara eterna y cuidadosamente mi memoria: ninguna de las grandes capitales que he visitado, tanto en Europa como en America, me ha producido la emocion que la reina del Adriatico hizo en mi animo; bien es verdad que Venecia no se parece a ninguna ciudad. El paso de los Alpes por el San Gotardo merece por si solo un viaje: buen recuerdo tambien. La Italia tiene excelentes carreteras, y los medios de comunicacion reciben todos los dias un grande impulso. El Piamonte marcha a la cabeza de los demas pueblos de Italia, y sus vias ferreas bien construidas, abarcaran dentro de poco y sujetas a un solo centro comun, las diferentes provincias que constituyen el reino. Nada digo de Florencia, porque solo permaneci veinticuatro horas en su recinto; faltame visitar detenidamente Roma y Napoles. Y ahora que quedan recopiladas y en compendio mis impresiones de Italia, el lector me sigue a una corta expedicion al que fue un dia teatro de Lola Montes, y desde alli a Viena. #ALEMANIA.# De Berna a Munich, capital de Baviera, hay solamente un paseo. Esta circunstancia, que me proporcionaba el deseado placer de conocer en pequeno la Alemania, el pueblo mas pensador de Europa, me decidio a hacer un corto paseo de Berna a Munich, y de alli a Viena. Desde la capital federal de Suiza a Zurich, la diligencia recorre la distancia en trece horas: alli se toma el corto trecho que hay de camino de hierro, se vuelve a subir a la diligencia por tres horas, y se llega a la frontera bavara, y desde alli a Munich, camino de hierro, tres horas y media. Las comunicaciones en Alemania tienen algo de diferente de todas las demas de Europa: la grave formalidad que caracteriza a los hijos de la Germania, hasta en el mas insignificante detalle de la vida, imprime un caracter especial a todo lo que ellos hacen, a todo lo que ellos emprenden. La dignidad y el espiritu humilde reunidos, hacen de los alemanes unos seres complacientes y formales, que yo prefiero con mucho a la falsa e interesada cortesia de los franceses, a la seca y desabrida aspereza de los ingleses, y a la humillante insinuacion de los italianos. Yo amo la Alemania: he tenido la complacencia y la satisfaccion de ver confirmadas las opiniones que habia formado de las naciones de Europa que he visitado antes de salir de Espana. Cierto es que para juzgar los pueblos es indispensable visitarlos: el frecuente y continuado trato con los extranjeros hace que desaparezca del todo y para siempre esa prevencion que para tratarlos tiene aun el hombre mas instruido, cuando no ha salido nunca de su pais. Se ven y aprenden muchas cosas nuevas, se ensancha el circulo de los conocimientos, se toma una idea cierta del estado de los pueblos que viven mas alla de las fronteras de su pais, se adquiere insensiblemente y sin advertirlo una suma de conocimientos especiales, se estudia, se ve, se toca, se compara, se discurre con exactitud sobre la grandeza y decadencia de las naciones. Se analiza el espiritu publico de cada pueblo, se asiste a su vida interior, se aprende mucho en una palabra. No hay libro mas precioso que el del viaje, que es, por decirlo asi, una geografia practica: pero no es menos cierto, reanudando mi truncado pensamiento, que hay ideas generales que puede uno formar sobre otros paises sin haber salido del suyo, y esas son precisamente las que yo he confirmado con mis viajes. Siempre mi predileccion al pasar revista a las naciones se la acordaba a la Alemania. Me apresuro a protestar contra la deduccion que pudiera hacerse suponiendo que en politica yo prefiero el sistema de la mayor parte de los gobiernos alemanes: no, de modo alguno, y hasta inutil era esta protesta, pues escritas y publicadas estan mis opiniones sobre el gobierno de Austria. No, no hablo de eso; hablo de la Alemania inteligente, de la Alemania pensadora, de la Alemania literata, de la Alemania estudiosa y grave, de la Alemania instruida y profunda. Es sin duda alguna la Alemania la nacion mas avanzada de Europa en letras; el pueblo que mas medita y lee, el pueblo que tiene mas conciencia literaria, mas rectitud pensadora, si se me permite la frase. Al entrar en Alemania empieza a sentirse ya el ruido de las prensas que gotean libros, el vuelo de los ilustrados periodicos que circulan: empiezan a verse graves fisonomias que el estudio y solo el estudio plega; no el tumulto politico como en otros paises, no la aturdida existencia como en los mas. En Alemania, al reves que en Francia, se lee y estudia mas que se escribe. ?Pero por ventura pueden compararse en algo esos dos pueblos? La Espana literaria es muy apreciada en Suiza y Alemania, y en Inglaterra tambien; en Alemania sobre todo, donde sin cesar se estudia y traduce, comenta y admira, el tesoro literario de nuestro pais. Pero vamos a entrar en Munich, que sino no llegaremos nunca. Una circunstancia indispensable para el extranjero que visita la capital de Baviera y quiere sacar todo el partido posible, es ... la de saber sepultar en su estomago una docena por lo menos de vasos de cerveza, por dia se entiende, si puede beber mas tanto mejor. No es broma lo que acabo de apuntar, es exacto, se bebe cerveza todo el dia y en todas partes, con ella se entablan las ilustradas polemicas literarias que forman la vida de Munich; ella segun parece facilita el uso de la palabra; discutense artes, literatura, historia, todos los dias, siempre; ?pero como? admirable, admirable, con profundo conocimiento, con espiritu clarisimo, con sana y elevada critica. En Alemania se pasa todos los dias revista a las literaturas de Europa, pero revista concienzuda, razonada, profunda. Para gozar del inmenso encanto, que para mi lo es, de discutir sobre letras, es necesario saber beber cerveza; no es la cerveza de Londres, no es la _pale-ale_ que dan en las tabernas de la capital de Albion y que los ingleses tanto aprecian, no, es una cerveza agradable que me gusto mucho, muchisimo, pues con ayuda de ella presencie animadas e interesantisimas discusiones. La primera visita del extranjero en Munich es la de la celebre galeria de pinturas que enriquece la ciudad[29]. Hay ciertamente mucho que ver y admirar en el museo de Munich. Se compone de nueve salas; hay colecciones soberbias de pintores flamencos y alemanes; riquisimos lienzos de la escuela italiana, y cuadros portentosos de la espanola; hay Murillos, Zurbaranes y Velasquezes; la galeria de escultura es rica en monumentos de Grecia antiquisimos y en obras de Canova. A la formacion del museo de Munich ha presidido el orden y el buen gusto: el ilustrado monarca que ha estado al frente de la nacion hasta hace poco, ese monarca artista que ha hecho tantos viajes a Roma solo por estudiar, que tanto ha protegido a los artistas, ha consagrado muchos desvelos a la magnifica galeria de que hablo. Todos los lienzos que alli se admiran, todos los cuadros que la constituyen, estan cada uno en su puesto, ocupando el lugar que les pertenece en la historia del arte seguida alli paso a paso desde su origen y desarrollo sucesivo hasta el apogeo de su gloria en tiempo de los Rafaeles y Murillos. En la colocacion de los cuadros se ve la mano entendida y sabia de los alemanes: no sucede asi en otros museos que he visitado en otros paises: ique desorden que traduce ignorancia! El inteligente en pintura tiene horas deliciosas que pasar en el museo de Munich: alli se estudia y se admira, hay muchas obras maestras, hay prodigios de arte, hay muchos lienzos soberbios; y como yo no soy pintor y en los museos me limito a admirar, concluyo recomendando a todos los que vayan a Munich no se salgan sin conocerle. Una de las mejores calles de Munich, que yo recorri muchas veces, porque me placia estudiar aunque de paso la fisonomia de las tiendas y las casas, es la de _Ludwig-Strasse_, larga, ancha y bella. Los comercios y las tiendas, con ese caracter especial que yo encuentro en todo lo que es aleman, con esa exactitud y formalidad peculiares, merecen verse detenidamente. Entrando en los comercios, aunque no se compre, solo por el gusto que yo tengo en todos los pueblos extranjeros de ver y oir, de ver hasta los detalles, de oir la manera de expresarse, se aprende y se estudia. Aparte de esta calle, hay otras muy buenas y elegantes[30], pero es sin duda la mejor la citada. Tiene Munich un teatro magnifico de opera proximo al Palacio Real, donde ademas se representan comedias: uno y otro en aleman, como sucede en Suiza, donde he oido casi todas las operas del repertorio aleman. Cuentanse otros varios teatros. El viajero encuentra en Munich excelentes hoteles, cafes y paseos: inutil es anadir que existen muchas ricas bibliotecas donde se lee y estudia mucho. La Biblioteca central, una de los mayores de Europa, es rica sobre todo en manuscritos: los hay del octavo y noveno siglos. La coleccion numismatica es preciosisima y numerosa: monedas griegas y romanas de la mas alta antigueedad. Un libro magnifico que posee la citada biblioteca esta enriquecido con grabados originales de Durero. La Biblioteca de la universidad se compone de 200,000 volumenes: hay otras varias, asi como academias, liceos, catedras, establecimientos literarios. La sociedad de canto de Munich se compone de nuevecientos miembros: se dan magnificos conciertos en el Odeon: cuentanse muchos casinos. Las iglesias principales de la capital de Baviera son la de San Miguel, la catedral, con sus altas torres, la elegante iglesia de San Luis, y el lindisimo templo de San Pedro. La poblacion de Munich, segun el ultimo censo, se compone de 110,000 habitantes. Tienen, como en todas partes, establecida la libertad de cultos, pero la mayoria es catolica en Munich. El templo de la Gloria, que se levanta gallardo sobre la altura Sendling, es de estilo dorico: contiene doscientos bustos de celebridades nacionales. Delante del edificio se admira una colosal y grandiosa estatua de bronce. El rio Isar corre cerca de Munich, y alegra y fertiliza su campina. Merecen una visita los alrededores, y en especial el famoso sitio de recreo, llamado Schleissheim: dista media legua de la ciudad, y en el se conserva una preciosa coleccion de cuadros, entre cuyas firmas ilustres estan Van-Dyck, Rubens, Tintoreto y otros privilegiados artistas. Las principales plazas de Munich son las de Maximiliano, Jose, Odeon, Panaderos y otras dos cuyos nombres no recuerdo. Cuentanse algunas estatuas dedicadas a la Virgen, lo cual me llamo bastante la atencion, pues solo en Italia las habia visto. En Munich abundan los gabinetes de lectura; y tanto las casas de beneficencia como de instruccion estan bien comprendidas. Las carceles en su sistema y organizacion interior no dejan nada que desear. La familia, principal fundamento de una sociedad, descansa en Baviera sobre la ancha base de la moral, y del hogar domestico salen excelentes ciudadanos. El pueblo sabe leer y escribir, y este santo pan del alma, que se llama instruccion, que regatean y escasean en muchas naciones de Europa los gobiernos, se otorga y se sirve abundantemente al pueblo en Munich y en la Alemania toda, en especial en Sajonia, que con la Suiza componen las dos naciones del mundo donde la instruccion esta mas extendida. Uno de los magnificos edificios de Munich es el palacio real, tan bello en su interior como por fuera. Una de las salas de que consta se llama _Salon de las Hermosas_: alli estan los retratos de todas las queridas que ha tenido el monarca, entre las que vi a nuestra turbulenta y celebre compatriota, la Lola Montes, en pintura se entiende. El palacio esta elegantemente vestido y decorado; el arte y el buen gusto le llenan[31]. La universidad de Munich, a la cual asisten jovenes de todas las naciones, suministra a la capital de Baviera una agradable novedad para el extranjero. El contingente de estudiantes que alli se ven, diferentes de los de otros paises, en trajes, en costumbres, en todo, anima la ciudad, suministra asuntos a periodistas y escritores, da una cifra respetable por ano a la estadistica del consumo de cerveza y tabaco, asusta a mas de cuatro maridos, se bate en desafios, discute, se mueve, bulle, hormiguea[32]. El paseo de los Jardines proximo a las cuatro hermosas calles que se cruzan, formando tan pintoresco cuadro, es el punto de cita y reunion de la sociedad de Munich. Los jardines del Tivoli y Hofgarten son tambien deliciosos. #VIENA.# La capital del Austria, situada en una llanura, rodeada de muchas y variadas colinas, aparece desde luego a la vista del viajero como una ciudad de importancia. La descripcion que en mis apuntes encuentro es breve y concisa: habiendo solo permanecido quince dias en Viena, no me fue posible estudiar con detencion cuanto la capital contiene digno de ser visto: sin embargo, como mi unica ocupacion en Viena fuera la de recorrer y visitar lo mas notable, creo que el capitulo sobre Viena, aunque corto, no dejara de contener algunos datos y noticias. De Leipsick y Praga, ciudades que solo visite al pasar, nada podre decir; por lo tanto entremos en Viena. El Danubio, ese imponente y majestuoso rio que ha presenciado tantas batallas y sido testigo de acontecimientos tan importantes, atraviesa y rodea Viena con sus ondas alguna vez turbulentas. El aspecto del rio, subdividido en tantos canales y cursos diferentes como en Viena ofrece, no responde a la idea de grandeza que de el se forma el que aun no le ha visitado. Las calles de Viena, a excepcion de las modernas, son en general estrechas. El aspecto general de la ciudad no es el de una capital de la Alemania: la fisonomia de algunos palacios semeja mas bien la Italia. Hay sin embargo alguno que otro edificio gotico que recuerda la edad media y que presta colorido antiguo a la ciudad. La iglesia mas imponente y majestuosa de Viena es la de San Esteban: su elevado campanario domina todos los edificios y asoma su alta cabeza por encima de todo. El pensamiento religioso, simbolizado en San Esteban, corona todos los ruidos, sirve de cupula a todas las ideas y ampara y patrocina todas las emociones. Como la iglesia sea el templo mas democratico posible, donde todas las desigualdades se nivelan, o al menos deba serlo, segun el pensamiento de Jesucristo, no encuentro que merezca censura la idea de dar a las iglesias cristianas la talla mas alta entre todos los edificios. La torre de San Esteban es un resumen en cierto modo de la historia del Austria y de su arte: comenzada en 1100 solo ha podido levantarse airosa y esbelta en 1307, empleandose en su construccion mas de dos siglos y retratando en ella mil vicisitudes y recuerdos. El interior del templo responde a lo que desde fuera anuncia: es majestuoso y severo. La iglesia de los Agustinos vale la pena de ser vista por mas de un concepto: aparte de la belleza del edificio, el celebre Canova tiene alli una de las mejores paginas que en marmol ha escrito su inspirado cincel. La tumba de la archiduquesa Cristina, mausoleo magnifico que la vanidad ha levantado, dio origen, y por ello ya merece perdonarse, a que Canova, el escultor sin rival, desplegara todo su talento en la obra. Los que amen las artes, por poco que entiendan de escultura, no salgan de Viena sin visitarla. Otro templo notable es el de San Pedro, construido el ano 800 por Carlo Magno. Su venerable antigueedad y su belleza artistica atraen la mirada del observador y contentan la imaginacion, que gusta de contemplar un pasado tan lejano y sin embargo tan firme y robusto. En Viena, no obstante dominar casi exclusivamente la religion catolica, tienen tambien la buena suerte de tolerar las demas: hay templos para todos los cultos, y colocados unos en frente de otros, no hay indiferencia ni hipocresia. El palacio del Emperador no es seguramente uno de los mejores de Europa; es modesto y nada mas: en el jardin que por un lado le adorna se levanta una estatua dedicada a Francisco I. La plaza de armas, proxima al palacio, da frente al Jardin del Pueblo, cuyo titulo no he comprendido aun; en la capital de un imperio gobernado con las formas absolutistas, me figuro que es lo que los franceses llaman una _plaisanterie_, aunque no del mejor gusto. Las calles principales son las de _Herngasse_, de los Senores, la _de la Puerta del Cielo_ y otras cuatro o cinco. Me llamo mucho la atencion el observar que con bastante frecuencia el viajero encuentra en las calles y plazas columnas dedicadas a la Virgen, a la Trinidad y otros simbolos religiosos. Yo encuentro que las manifestaciones mas expresivas en materia de religion son las de las acciones verdaderamente cristianas, que huyen la luz y el espectaculo, ocultandose en el santuario de la conciencia. Pero en fin, como que tengo una singular complacencia en tolerar todo respetando las opiniones de los demas, nada digo en contra, emito solamente mi parecer. Las plazas mas grandes que yo tuve ocasion de ver en Viena, son la de la _Harina_ y la de _Jose_: ambas son espaciosas y monumentales. El viajero que guste conocer lo antiguo de las ciudades, tiene diferentes visitas que hacer; hay algunos edificios que merecen ser vistos. Abundan las fuentes en las plazas, lo cual es muy bueno. Los establecimientos de beneficencia estan admirablemente comprendidos y organizados en Viena: los pobres, esos desheredados de la fortuna, que el mundo apenas se digna mirar, la religion suavisima y tierna del Crucificado los recoje carinosa y los abriga con amor en sus templos hospitales: los de Viena dejan muy poco que desear, son admirables. Los establecimientos literarios en Viena, como en toda Alemania, llaman poderosamente la atencion. Esta parte de la Europa, que la elegante Madame de Stael ha llamado la patria del pensamiento, y que es en verdad el oriente de donde nos viene la luz en materia de adelantos cientificos, consagra un carinoso cuidado a reunir libros y monumentos literarios. La biblioteca principal de Viena contiene 300,000 volumenes, pero de obras escogidas, de tesoros de inteligencia y saber. Alli, los monumentos mas preciosos que la ciencia ha levantado, se encuentran reunidos: alli, en presencia de tanto y tan magnifico caudal de ideas, el hombre comprende su dignidad, su grandeza y los altos fines para que ha sido creado. Alli reina la inteligencia, soberana del mundo, alli se respira el aire de la gloria, alli se levantan esas altas piramides que senalan el camino del mundo, alli estan reunidos los heroes del pensamiento, los atletas de la inteligencia, alli esta la verdadera aristocracia de la humanidad, que cuenta por blasones 300,000 volumenes: alli esta el orgullo de las sociedades, la riqueza del porvenir, la gloria del pasado, el honor de las presentes edades. En la biblioteca de Viena, los filosofos, sabios y escritores de todos los climas y lenguas, hermanos, por el parentesco del alma, viven reunidos y en paz: alli esta el mejor arbol genealogico posible del humano linaje; esos son los establecimientos que yo visito con placer y predileccion: nunca, en ningun pais, he procurado ver las armerias, arsenales de instrumentos de muerte que nada bueno pueden decir; las bibliotecas honran una nacion; yo asi lo creo; y haciendo un punto a mis involuntarias reflexiones, digamos algo de la biblioteca de Viena. Las obras del Fenix de los ingenios espanoles, del monstruo de fecundidad Lope de Vega, que en Espana no poseemos completas, se encuentran en la biblioteca de Viena, ocupando parte de una de sus principales salas y cuidadosamente cuidadas. La coleccion de manuscritos es riquisima e importante: los hay de muchos escritores latinos, espanoles, franceses e italianos: los manuscritos del Taso que la biblioteca de Viena posee son preciosos y de gran valia: el numero de manuscritos que enriquece la biblioteca se eleva a 16,000. Hay ademas en la capital del Austria cinco o seis bibliotecas, con excelentes empleados a su frente y numerosas y preciadas colecciones de libros. Las academias, ateneos, y demas establecimientos literarios, responden a las necesidades intelectuales del pais. El Museo de pinturas es tambien notable: la sala italiana contiene cuadros de Andrea del Sarto, Ticiano, Verones, Vinci y otros; que al emperador de Austria le ha sido muy facil adquirir merced a su dominacion en Milan y Venecia. La escuela espanola esta dignamente representada en el museo de Viena por Velasquez, Murillo, Zurbaran y Gano, cada uno de los que tiene alli asombrosos lienzos de atrevida inspiracion. Van-Dyck, Rubens, Rembrandt y otros artistas de gran merito enriquecen la coleccion de cuadros que alli se ha reunido. Seis son los teatros que cuenta Viena, en la ciudad y en los arrabales: el principal, situado cerca de la plaza de la _Harina_, y donde se canta la opera italiana, vale muy poco, tanto por su escasa significacion artistica como por su defectuosa construccion acustica. En los meses de abril, mayo y junio, temporada de la opera italiana, se oyen en el teatro de Viena buenos cantantes. La vida en la capital del Austria tiene algo de la vida de una provincia: diriase que todo esta alli reglamentado y que a hora fija y de antemano marcada todas las distracciones deben terminar. Los espectaculos comienzan muy pronto; a las diez de la noche todos los teatros y cafes estan cerrados, y cada ciudadano se retira a su casa, lo mismo, exactamente lo mismo que en una ciudad de provincia, lo cual no es ciertamente muy agradable. El mejor paseo de Viena es el llamado del _Prater_, sitio muy agradable, plantado con muchos arboles y embellecido con la vecindad del Danubio. El _Prater_ es un punto de reunion muy ameno y frecuentado; hay tambien diferentes jardines publicos, bastante buenos. El teatro en Viena, como en toda la Alemania, se alimenta con traducciones: despues de Lessing, Schiller y Goethe, que hicieron esfuerzos sobrehumanos para emancipar a su patria del tributo que pagan a las escenas extranjeras, nadie le ha levantado de su postracion: la literatura dramatica, propiamente dicha, no existe en Alemania. Aparte de que la censura austriaca corta el vuelo a la imaginacion, falta en Alemania un centro donde haya lo que indispensablemente necesita un teatro para existir: autores, publico y actores. En Alemania, merced a sus infinitas divisiones en pequenos reinos y ducados, todo esta disperso, como el espiritu nacional, que apenas existe. Pero en cambio y compensacion suficiente, los estudios filosoficos, el individuo, ya que no la sociedad reunida, trabajan alli mas que en parte alguna del universo. La critica, el estudio de las ciencias, la filosofia, las averiguaciones cientificas, la polemica, el deseo del saber, la investigacion de los secretos del arte, la meditacion y el estudio, toman alli la principal parte de la vida, y de ahi el que los alemanes doten todos los dias el mundo con nuevas obras de ciencia y erudicion. Su clima y su espiritu, su lengua y sus costumbres los senalan como los mas a proposito para investigar, profundizar, descubrir: la filosofia trabaja la Alemania, muchas y variadas escuelas la dividen, grandes y provechosas polemicas la ilustran, discusiones admirables la iluminan. Ellos recojen atentamente el espiritu humano, le analizan y le traducen en libros. iHonor a la Alemania pensadora! Los escritores alemanes, que antes de publicar obra alguna han estudiado mucho, que reciben una esmerada educacion literaria, que aprenden familiarmente tres o cuatro lenguas, dedican todos los dias una especial atencion a nuestra rica literatura. Es necesario verlo para juzgar de la grande predileccion que los alemanes tienen por nuestra historia literaria. Aparte de haber traducido y comentado una y mil veces el portentoso Quijote, del cual casi todos los anos publican una nueva edicion: aparte de representar con mucha frecuencia en todos los teatros alemanes comedias de nuestro teatro antiguo, traducen y representan tambien las de nuestro moderno repertorio. Breton, Hartzenbusch, Vega, Espronceda (en sus poesias y Diablo mundo) son familiares en todos los circulos literarios de la sabia Alemania: el mismo Zorrilla, que nada tiene de poeta dramatico, ha visto su Don Juan Tenorio traducido y representado en toda Alemania. Se publican unas tras otras obras magnificas sobre nuestra historia antigua y moderna, sobre nuestra literatura, sobre nuestra novela: alli se conocen tan bien como en Espana mismo las obras y biografias de nuestros escritores, las cifras de nuestro movimiento literario, la vida de nuestras academias, el vuelo de nuestro periodismo, nuestra filosofia. Es admirable; yo tengo un inmenso placer al pagarlos este merecido y justo tributo de gratitud hacia su senalado amor a todo lo que es espanol. Ellos, con sus poderosos medios de comunicacion, con su pujante vida de movimiento literario, ponen en circulacion universal nuestras obras, y nos hacen leer en todas partes. A la Espana le toca por utilidad y gratitud aplicarse a estudiar y difundir los tesoros literarios de la Alemania, apartandose a todo escape de esa corrupcion y pobreza de la superficialidad francesa, que sin titulo alguno invade nuestros dominios literarios, extraviando la juventud, pervirtiendo el gusto, y cegando nuestra poderosa facundia original con manantiales de esteril trivialidad, de infecunda supercheria. Concluyo mi corto capitulo de la Alemania, recomendando los excelentes hoteles de Munich, en especial los de la gran calle de Luis: estan muy bien comprendidas las necesidades del viajero, y se sirve con excelente complacencia. Mucho deseo poder escribir muy pronto las impresiones de un viaje por toda la Alemania, nacion la mas estudiosa de Europa. Estamos en viaje y nos trasladamos a Portugal. #PORTUGAL.# Lisboa, capital del lusitano reino, tan celebrada por su belleza y grandiosidad, me produjo una impresion de desencanto; no satisfizo mis esperanzas. Yo que habia escuchado entusiastas descripciones de Lisboa; que la imaginaba pomposamente gallarda, con el arrullo del Tajo a sus pies; que a juzgar por lo que de su belleza habia leido dibujaba en mi fantasia un cuadro de Paris, desperte con disgusto de mi sueno al aspecto de la ciudad, no obstante verla por su lado mas pintoresco, desde el mar, sobre el Tajo, a sus pies, y a la luz de un hermoso sol naciente. El capitulo sobre Portugal sera corto: solo conozco Lisboa, que he visitado dos veces. A las cinco de la manana de un dia clarisimo del mes de julio, entro en la rada de Lisboa el vapor que desde Inglaterra me condujo. La ciudad, acostada todavia en el silencio, ofreciose a mi vista por el prisma mas bello que tiene. El celebre Tajo, que un eminente poeta portugues ha cantado con tan rica inspiracion, se tiende humilde y manso a los pies de Lisboa: a juzgar por su riqueza de caudales, imita al poderoso mar en majestad, pero sus tranquilas ondas cristalinas, sin soberbia ni estruendo, confiesan su naturaleza de rio, pero de gran rio. La ciudad, profusamente extendida, presenta un ancho lienzo de casas en forma de anfiteatro, por estar como estan edificadas sobre colinas que avanzan hacia el puerto. A la izquierda de Lisboa se distingue aunque confusamente el lindo sitio de Cintra; alcanzase tambien en lontananza el palacio de Belem y algunos otros edificios e iglesias. La bahia es verdaderamente espaciosa y admirable: tranquilas y serenas las olas del Tajo, reflejan en sus cristales los edificios de la ciudad, que se ostenta sentada sobre promontorios, artisticamente cortados. El interior de Lisboa ofrece poco que de notar sea: sus calles, con excepcion de las modernas, bastantemente hermosas, estan muy mal empedradas, contandose muchas, mas de la mitad, sin esta indispensable mejora, y en abandono completo. Las casas, pobremente edificadas y de mezquina estatura, pues en general solo se componen de uno y dos pisos, entristecen la ciudad y la vista del viajero, que busca en vano la fisonomia de una capital de nacion. Hay un crecidisimo numero de callejuelas estrechas y poco limpias, que no harian honor a una aldea: el aspecto general de todo Lisboa no es de seguro el de una ciudad que se esmera en la policia de las calles. La desigualdad del terreno sobre que esta sentada la capital lusitana, y el poco interes que se han tomado por su nivelacion posible, hacen que el que la visita y estudia se canse y fatigue al recorrer sus tortuosas calles, en cuesta la mayor parte. El terremoto que en el pasado siglo arruino en su mayor parte Lisboa es causa de la absoluta carencia de monumentos y grandes edificios que hoy se nota. Lisboa cuenta sin embargo con algunas calles de moderna construccion, con buenas casas y elegantes comercios, animadas y de buen aspecto. Entre sus plazas principales sobresale la del Comercio; elegante, espaciosa y gallarda: frentes de hermosas casas la embellecen y adornan: en el centro se levanta sobre un pedestal la estatua de Don Jose: esta plaza tiene muy buena situacion, pues a sus pies esta el puerto, desde el cual se ven los infinitos molinos de viento que rodean toda la ciudad y que hubieran proporcionado muchas peleas a nuestro inmortal Don Quijote si por alli se hubiera dirijido, pues son muchisimos los que a guisa de centinelas hacen la guardia a la capital, agitando sus enormes brazos, que en el verano parecen querer servir de abanicos que refresquen la atmosfera. Yo llegue a Lisboa en julio, y ciertamente no dejo de chocarme el aspecto de las mujeres del pueblo, envueltas en sus largas capas que las cubren de pies a cabeza.... Dijeronme que era un medio de preservarse del calor, y yo, por mas que hice, no pude comprender la utilidad de semejante preservativo contra el sol y el calor. El uso del paraguas para preservarse del sol, que mas tarde lo vi en America, donde se entiende, existe tambien en Lisboa. Otra plaza notable tambien es la de Don Pedro: uno de sus frentes le ocupa un teatro que estaban reparando cuando yo le vi. En el centro se levanta un elegante pedestal que debe sustentar una estatua: por lo visto los portugueses han tomado el gusto de las estatuas de Londres, donde abundan en gran cantidad: bueno es seguir las huellas de los que en Portugal son tan escuchados. La obra verdaderamente notable de Lisboa es el acueducto: deposito inmenso que surte a toda la ciudad de aguas potables. Su extension es verdaderamente prodigiosa, pues cuenta cerca de tres leguas: se compone de altos arcos de piedra, con galerias de pasmosa longitud. Los trabajos practicados para tamano establecimiento han sido colosales, empleandose en el cuantiosas sumas. Al entrar por su puerta principal se ofrece un elegante patio adornado de muchas columnas y estatuas: en su centro se ha construido un algibe de gran profundidad: en algunos sitios, que el terreno es sumamente desigual, los arcos que conducen las aguas son de una altura extraordinaria. En el piso superior hay una plataforma anchisima desde la cual se domina toda la ciudad, con la vista del puerto. Hay en Lisboa tres o cuatro buenos hoteles entre los que merece especial mencion el de Braganza. Los cafes y establecimientos publicos son regulares: los palacios de Belem y las Necesidades parecen mas bien casas particulares. Hay pocos y feisimos carruajes de plaza: en las fuentes publicas note el mismo uso de las cubas de nuestros gallegos. No vi ningun templo monumental ni de arte, la ciudad no es muy animada, y su grande poblacion apenas se ve. La vida del extranjero en Lisboa debe ser sumamente triste, si se atiende a los pocos recursos con que cuenta la ciudad: faltan caminos, no solamente de hierro, sino de tierra. Los hilos electricos, mensajeros de luz que en todas las naciones se cruzan, faltan tambien en Lisboa. No conozco detalladamente toda la ciudad, pero en todas las calles y plazas que recorri, busque inutilmente gabinetes literarios, no pude encontrar uno. En materia de bibliotecas, una sola tuve ocasion de visitar. Hay en un extremo de la capital, pero dentro de su recinto todavia, un elegante paseo publico, con buenos jardines y riqueza de arboles. La parte de la ciudad que da frente al puerto es la mas pintoresca y hermosa. Los teatros publicos son cuatro o cinco, uno bastante bueno para la opera italiana: la comedia portuguesa tiene su teatro, y las traducciones del frances tambien. Las mas concurridas calles de Lisboa son las que rodean la elegante plaza del Comercio. Portugal ha entrado de buena fe en la senda del gobierno constitucional: el ilustrado y joven monarca que hoy ocupa el trono, impulsara no lo dudamos el progreso en la nacion lusitana: cuando las provincias se reunan con Lisboa por medio de lineas ferreas, cuando la frontera de Espana se aproxime a Lisboa, cuando una union aduanera bien entendida la asimile a Espana, la capital de Portugal cobrara mucha importancia y significacion. Hasta que ese dia llegue, nosotros hacemos votos por la prosperidad de Portugal, nacion cuyo progreso y adelantamiento deseamos sinceramente. Y aqui, porque nada se me ocurre, porque creo que nada mas merece recordarse en este libro, termina esta ligera nota sobre la capital lusitana. De todas las capitales que he visitado, solo he dicho lo principal, sin extenderme demasiado aunque tenia asunto. Con Lisboa me sucede lo contrario: he procurado alargar la descripcion y no he podido; la culpa no es mia, la ciudad no me ofrecio nada, mi curiosidad no se satisfizo, mis esperanzas fueron burladas. Lisboa como capital es menos que Turin. #AMERICA.# Para dirijirme a Rio Janeiro desde Inglaterra me embarque en Southampton, a bordo del vapor _Great Western_[33]. La ciudad de Southampton, de la cual nada he dicho al ocuparme de Inglaterra, no merece mencion especial: es pequena y triste: a excepcion de su concurrido puerto nada ofrece de interesante al viajero. Por eso prescindo de su descripcion, y empiezo mi viaje maritimo. Yo no me habia embarcado nunca, pues aunque habia cruzado el canal de la Mancha sin experimentar incomodidad alguna, tan corta navegacion no merece el nombre de viaje maritimo. Al poco tiempo de haber salido de Southampton, la niebla espesa que casi todo el ano envuelve las costas de Inglaterra, cerco nuestro buque y quedamos envueltos en la neblina. Entonces, el capitan, colocandose a la proa, mando la operacion que ordinariamente se hace en estos casos, consistente en herir de minuto en minuto con un martillo una campana de metal, cuyos ecos anuncian la marcha del buque, con objeto de evitar un choque con cualquiera embarcacion, cosa que facilmente sucederia sin este aviso. Cruzamos la ria de Southampton, el golfo de Gascuna, Finisterre; pasamos por enfrente de Burdeos, y al cuarto dia de viaje llegamos a Lisboa. El _Great Western_, vapor que me condujo, es una colosal embarcacion de 2,500 toneladas, con un puente de una extension prodigiosa y unos anchos y soberbios salones. Salimos de Inglaterra doscientos pasajeros, y cada uno tenia comodamente su puesto en la mesa, pues el comedor es un magnifico salon. Los camarotes, de dos camas en su mayor parte, son estrechos y poco confortables. El trato que reciben los viajeros es bueno: a las nueve de la manana se sirve el almuerzo, a medio dia el indispensable _lunch_ ingles, que equivale a tomar las once, a las cuatro una abundante comida, inglesa por de contado, a las siete el te con pan y manteca. De Southampton a Lisboa, todos los viajeros estuvimos en cama veinticuatro horas. El mar de Inglaterra y el golfo de Gascuna, constantemente agitados, dan al buque un movimiento continuo que no hay viajero que soporte sin incomodidad. En Lisboa nos detuvimos doce horas, continuando despues nuestra marcha por un mar sosegado y tranquilo, llegando a las treinta y seis horas a Madera. Esta bellisima isla que goza de un saludable clima y produce el celebrado vino que en todas las buenas mesas se sirve, merece un viaje. Ocho horas solamente descansamos en Madera, en cuyo tiempo visitamos parte de la isla, corriendo sobre los esbeltos y ligeros caballos que aguardan dispuestos y enjaezados a la orilla del mar siempre que llegan viajeros. Los alquilan por un moderado precio, y con su ayuda se goza del encanto que producen los pintorescos paisajes que por todas partes se ofrecen. Las calles de Madera, en cuesta en su mayor parte, estan a derecha e izquierda sembradas de jardines frescos y lucidos, que con sus flores embalsaman el purisimo y fresco aire que alli se respira. La poblacion es pequena y de corta importancia: hay dos o tres hoteles, entre ellos uno ingles que esta regularmente servido[34]. De Madera salimos para Santa Cruz de Tenerife empleando cuarenta y ocho horas. Yo venia de recorrer paises extranjeros todos; hacia bastante tiempo que faltaba de Espana y tenia necesidad de hablar nuestra esplendida lengua y recordar a mi querida patria. Mis deseos se frustraron en parte: llegamos a Santa Cruz a las ocho de la noche, y habiendo dicho el capitan que solo nos detendriamos el tiempo necesario para dejar y recojer la correspondencia, ningun viajero salto a tierra. Yo me desquite, hablando, hasta que el buque marcho, con los espanoles que vinieron a bordo en sus pequenas lanchas cargadas de naranjas, manzanas, ciruelas y otros deliciosos frutos. Entre las sombras de la noche, mi avida mirada distinguia, aunque confusamente, la ciudad de Santa Cruz, que simbolizaba a mis ojos toda Espana, y saludandola con jubilo y emocion, la perdi de vista en el momento en que continuamos nuestro largo viaje. De Santa Cruz de Tenerife a San Vicente, en el Cabo Verde, se emplean cuatro dias. San Vicente, notable para mi, por ser el primer sitio del mundo donde vi lo que llaman _esclavos_, seres desgraciados tan dignos como el primer hombre _libre_, es un miserable lugar que cuenta solo una docena de casas: alli tiene la Empresa de los vapores deposito de carbon de piedra: esta es la causa de detenerse en semejante sitio, de otro modo nadie se pararia. Grupos de africanos, hombres, mujeres, ninos, todos desnudos casi completamente, componen la corta poblacion de San Vicente. El alma se duele y el corazon se comprime al aspecto de semejante sitio: el clima de alli, casi abrasador, como tocando con el Africa que esta, hace imposible toda vegetacion: falta tierra, aire, vida, seres humanos, todo falta alli. El numero de esclavos africanos que alli habita, no tiene por alimento mas que el maiz, y no todos. No hay viajero que al desembarcar en San Vicente no se sienta mal a la vista de semejante cuadro: inmediatamente que nuestro vapor se proveyo del carbon necesario, dejamos las islas del Cabo Verde con general contentamiento. Al salir de San Vicente dio principio el verdadero viaje: nos engolfamos en pleno Oceano, solos, en medio del poderoso Atlantico, sin mas testigos que Dios, sin otro horizonte que un circulo siempre el mismo, cerrado por todas partes por la inmensidad. Al salir de San Vicente, se despide el viajero de la tierra que no vuelve a ver en ocho dias; el mar y el cielo son su unica perspectiva en todo ese tiempo. Hay algo de solemne y magnifico en un viaje por mar, por ese prepotente elemento que nos habla del infinito con la tremebunda voz de su colera. El mar, cuyos secretos permanecen en el misterio, que nuestra curiosidad no acierta a comprender, que la ciencia no explica, que nos habla con su eterno movimiento sin que podamos saber que es lo que nos dice; el mar, digo, es soberbiamente majestuoso y grande. El hombre, que a pesar de su pequena talla ha obrado prodigios de gigante, ora recojiendo el rayo en su mano, ora barrenando las montanas, ya descendiendo a las entranas de la tierra para robarla sus guardados secretos, ya escalando el cielo para ver de cerca esas lumbreras que le cubren y cuya marcha ha averiguado; el hombre, que por todas partes imprime la huella de su paso, no ha conseguido nada del mar. El arrojo de los navegantes, a los que la industria humana ha prestado casas flotantes para cruzar las soledades del Oceano; la ciencia, que una tras otra le ha suministrado al marino nuevas conquistas, con las cuales sabe donde va y por que sitios, cuanto anda y adonde se encuentra; el vapor, que le ha facilitado marchar velozmente y en todas las epocas del ano, sin tener que someterse como antes a la poderosa ayuda de los vientos; todo en una palabra, solo ha servido para que los hombres se comuniquen, para estudiar y conocer el mundo, para grandes y poderosas conquistas, es verdad, pero no para imprimir la huella del hombre, pero no para marcarle con el sello del genio como el hombre hace con todas sus obras. El mar, el poderoso mar, quiza demasiado soberbio, no quiere que el hombre le senale. El hombre ha cambiado mil veces la faz de la tierra sembrando ciudades, cortando montanas, haciendo excavaciones inmensas, barrenando istmos: pues bien, la superficie del mar esta hoy como al dia siguiente de haber brotado del soplo de Dios, y asi estara hasta el ultimo y postrero instante del mundo. Pasa una magnifica nave por las ondas del oceano, abre un sulco, inmediatamente se avanzan nuevas olas y borran la huella; por eso gritan eternamente al rededor de un buque, se impacientan al sentirle, pero inmediatamente que pasa se lanzan a borrar sus trazas. El oceano es la imagen de la inmensidad, el espejo de Dios, la brillante prueba de su existencia. Ocho dias estuve solo en pleno oceano, sin otra cupula que el firmamento, sin otro apoyo que el abismo. Es arrogantemente temerario el valor del hombre que se ha lanzado a ciegas en medio de los precipicios y las tempestades. No hablo en manera alguna de hoy; hoy no tiene ningun merito un viaje al rededor del mundo, hoy todo se conoce, hoy hay medios. Me refiero a Colon, atalaya inmensa de las modernas edades que no tiene rival. Es necesario hacer un viaje a America para llegar a comprender el heroismo de Colon; de otro modo no se entiende; y mas que el heroismo de Colon, el de nuestros valientes compatriotas que componian la tripulacion de sus tres pequenas embarcaciones. Si, ellos son mas heroicos; Colon tenia el genio, el rayo de la inspiracion, la perspectiva de la gloria que le ha inmortalizado, por guia: el sabia adonde iba: los sencillos marineros que le acompanaban no, no conocian mas playas que las de Espana, no podian ni sonar con la existencia de otro mundo, se veian arrojados en una empresa que acobardaba a todos, que la Europa toda calificaba de locura, se vieron solos en medio de mares que nadie mas que el ojo de Dios habia visto, sin saber adonde iban ni por que ruta: creyendo que la vuelta seria imposible y creyendolo con razon e ignorando al propio tiempo si habria _llegada_, porque ellos nada sabian, porque entonces se ignoraba todo, porque no se sabia que habia detras del mar. Es necesario hacer un viaje maritimo para comprender esto. Desde San Vicente hasta Pernambuco, primera poblacion del Brasil, que del otro lado de la linea se encuentra, empleo nuestro vapor ocho dias. La distancia que separa ambas poblaciones es de 1,620 millas maritimas. Nada mas grande que la salida y puesta del sol vista desde un buque en pleno oceano. Semeja el astro del mundo un inmenso globo de fuego resplandeciente: no parece sino que se levanta del seno de los mares, la ilusion es completa. El horizonte esta cerrado por todas partes por un circulo de agua; alli, a bordo, en mitad del Atlantico, figurase la imaginacion que la tierra toda esta cubierta por el Oceano, unico elemento que se ve; de aqui el que parezca, con todas las apariencias de verdad, que el sol se levanta por la manana del seno de las aguas, y que alli vuelve a acostarse cuando la tierra girando en el vacio ha hecho su movimiento diario al rededor de el. En el mar no se comprende el ateismo: tampoco tiene explicacion en la tierra, no, pero el Oceano, con su voz inmortal, ora hable con la soberbia colera de la tormenta, ora con la apacible majestad de su tranquilo y eterno flujo y reflujo, siempre publica la existencia de Dios, siempre pregona su poder, siempre canta su omnipotencia, siempre habla de la eternidad, siempre explica el infinito, siempre convence de la otra vida. Esos inmensos buques que cruzan hoy los mares, a pesar de sus gigantescas proporciones, estan en el mar, en la relacion que un atomo en la materia, que un punto en el espacio. Una sola de las tremendas ondas que arrullan el Oceano despedaza y convierte en astillas las mas pujantes escuadras. Esto habla muy alto en favor del hombre, que a pesar de su pequenez, que en el Oceano se palpa mejor que en parte alguna, se lanza atrevido a sulcar sus pielagos y abismos, marchando entre tempestades y truenos, solo, en una miserable lancha, porque eso es en el Oceano el mas colosal navio, una lancha; alli va el hombre, solo, pero con Dios encima de su cabeza. Un viaje maritimo de ocho a diez dias es magnifico, sorprendente, admirable: es necesario hacerle para ver y oir a Dios, para comprender el mundo, para adivinar la inmensidad. Pero un viaje largo no siendo marino por vocacion es monotono, fatiga, cansa. En ocho dias pueden admirarse las bellezas de un cielo azul y transparente, visto desde el mar; el portentoso descenso del sol que sumerge su brillante cabellera en el seno de las aguas: la espantosa y dramatica grandeza del mar poderosamente irritado: en una palabra, en ocho dias puede verse lo que en treinta, que fueron los que yo emplee en mi viaje, a pesar de que el vapor era el agente de nuestra marcha. Un tiempo tan largo en el puente de un buque fatiga. Al fin de los diez o doce primeros dias las escenas se repiten, son las mismas, las emociones ningunas, y alli donde no hay emocion, alimento mio, no hay nada, hay el prosaico fastidio. Desde Pernambuco a Bahia empleamos cuarenta y ocho horas, y desde Bahia a Rio Janeiro cuatro dias. La distancia que acababa de recorrer, desde Southampton a la capital del Brasil, mi primer viaje maritimo, fue de 5,155 millas, distribuidas del siguiente modo: de Rio Janeiro a Bahia, 685 millas; de Bahia a Pernambuco, 380; de Pernambuco a San Vicente, 1,620; de San Vicente a Canarias, 850; de Canarias a Madera, 265; de Madera a Lisboa, 525; y de Lisboa a Southampton, 830. El ensayo fue bueno, tuve la suerte de no sufrir el mareo haciendo todo el viaje perfectamente bien. #BRASIL.# Rio Janeiro, capital del imperio del Brasil, es una ciudad de 300,000 almas; magnificamente situada y con una soberbia y pintoresca bahia, una de las mayores del mundo. Sus calles principales son la _Rua Dereta_ y la _Rua d'Ouvidor_: la primera de estas es ancha y despejada; en el centro esta el edificio de la Bolsa: es calle muy concurrida y de bastante animacion; tiene buenos comercios y cafes, empieza en la plaza de Palacio y termina cerca de una iglesia cuyo nombre he olvidado. La _Rua d'Ouvidor_ es la principal calle de Rio Janeiro, por la importancia de los elegantes comercios que la adornan: es recta y desemboca en la rua Dereta, que, como ya he indicado, es de las mejores de la ciudad. Tiene un grande numero de elegantes tiendas, de franceses en su mayor parte, vestidas con el lujo de los comercios de las ciudades europeas: el empedrado es de lo mas detestable que puede imaginarse, y como las lluvias son muy frecuentes, apenas puede transitarse por la citada calle. El resto de las calles de Rio Janeiro, en general, esta en un lamentable atraso, sin empedrar, descuidada su limpieza, y en estado de perfecto abandono. Hay un gran numero de plazas, entre las que descuella, por su inmensa extension, la del Teatro _Provisorio_. Como carezca de grandes edificios, y no tenga proporciones, ni arboles, ni cultivo, ni adornos, solo ofrece a la vista del viajero una grande extension de terreno, que podria ser una magnifica plaza. En uno de sus lienzos estan los palacios del Senado y la Camara de los Diputados. En el centro de otro de los frentes esta el Ministerio de Negocios Extranjeros, en una modesta casa que no me atrevo a llamar palacio. Enfrente se levanta el teatro _Provisorio_, destinado a la opera italiana. El nombre del Teatro indica bastantemente lo que es, provisional; se construyo en un corto plazo de tiempo: ni tiene arquitectura, ni estilo, ni formas, ni pensamiento; es una obra ejecutada sin mas objeto que el de hacerla servir por poco tiempo para teatro, interin se construia otro, que aun no se ha empezado. De todos modos alli se canta la opera italiana, y es en verdad un gran recurso para Rio Janeiro: en general hay buenas companias; el gobierno contribuye al sostenimiento del Teatro con una subvencion de ocho mil duros anuales. La compania que cantaba en 1856 era bastante buena: las dos primas donnas, mademoiselle la Grua y madame Charton, interpretaban muy bien sus papeles, como en cualquier teatro de Europa. Despues canto la Steffenone, que ultimamente ha brillado en los Italianos de Paris cantando con grande exito _el Trovador_. Cuando yo sali de Rio Janeiro para regresar a Europa, estaban escriturados Tamberlik y la Dejean. Otra de las plazas que merecen mencionarse es la del _Rosario_, espaciosa, regular, y con mas proporciones que la del _Provisorio_. Tiene cuatro fachadas de casas regulares, y en el centro han plantado algunas docenas de arboles que la completan y hermosean. En uno de sus angulos esta el Teatro de San Pedro, consagrado a la comedia: se representan en portugues, piezas traducidas del frances y del espanol. Estando yo en Rio Janeiro un voraz incendio consumio por la segunda vez el coliseo. En otra plaza grande tambien, hay un jardin publico, adonde acuden musicas militares los dias festivos: hay profusion de arboles y plantas tropicales, y esta regularmente dispuesto, aunque falta gusto y orden. El jardin botanico, llamado asi poco modestamente, esta fuera de la ciudad y a una distancia de tres cuartos de legua. El descuido mas completo y la negligencia mas desdenosa, convencen al que le visita del poco interes que sin duda inspira a los brasilenos. Y en verdad que es una lastima, pues aparte de las dos magnificas colecciones de soberbios platanos que le adornan, contiene una gran riqueza de plantas escojidas y muy estimadas, que brotan espontaneamente, quiza a despecho de los que cuidan el jardin. Tiene ademas una decoracion natural admirable; le circuyen como un precioso marco lienzos de pintorescas montanas, de muchos y graciosos contornos, de variedad de formas y colores. Los paseos de Rio Janeiro, completamente innecesarios, pues los habitantes del pais no acostumbran pasear, son regulares, distinguiendose entre todos el de _Botafogo_, situado a la orilla del mar, con arboles, fuentes, y paseo de carruajes. Es bastante bueno y muy poco concurrido. El emperador pasea todos los domingos en carruaje cruzando siempre el de Botafogo en toda su extension. Los paseos del Acueducto, y del _Corcovado_, son muy pintorescos, en especial el ultimo, que termina en la cresta de una alta montana inclinada, de donde toma el nombre. Puede subirse a caballo hasta la misma cima, desde la que se alcanza un asombroso golpe de vista: el mar inmenso, las pintorescas montanas y la ciudad, se ofrecen en majestuoso conjunto al observador. Otro promontorio que embellece la Bahia es el llamado _Pan de azucar_, designado asi por su forma. Una de las mejoras de que disfruta Rio Janeiro hace ya bastantes anos, es la del alumbrado de gas, con el cual estan profusamente iluminadas sus principales calles y plazas. Tambien los carruajes de plaza son muy buenos y existen en grande numero; los alquilan a precios fabulosamente caros. Cuentanse diferentes lineas de omnibus que hacen el servicio entre la ciudad y los arrabales: yo me detengo a hacer mencion de esto, porque es un adelanto en una ciudad tan alejada del movimiento europeo. Los hoteles son regulares en general, contandose dos buenos. Los tres mejores que hay dentro de la ciudad son el de Pfaroux, el de las cuatro Naciones, y el de Europa. Fuera de la ciudad, y en el camino de _Botafogo_, hay dos ingleses y uno frances: el mejor de todos, tanto de los de la ciudad, como de los de fuera, es el _Hotel des Etrangers_ en la plaza de Catette. Es una gran casa, de moderna y elegante construccion, solida, con anchas y magnificas habitaciones: un gran jardin al pie del mar, vistas admirables, comodidades muchas. El hotel todo esta alumbrado por el gas: tiene banos, billares, y grande capacidad: en el Hotel de los Extranjeros, viven la mayor parte de los individuos del Cuerpo Diplomatico extranjero. Hay otros diferentes hoteles en el interior de la ciudad, poco apetecibles ciertamente, pero buenos para las gentes del pais. Hay tambien en Rio Janeiro dos o tres cafes donde sirven helados todo el ano; la nieve la reciben de los Estados Unidos: y ahora hablaremos un poco de los elementos del pais. La riqueza del Brasil la constituyen el azucar y el cafe: el cafe sobre todo es su principal ramo de riqueza. Buques de todos los paises cargan constantemente en sus puertos el citado articulo: el ano de 1855, la provincia de Rio Janeiro sola exporto diez millones de arrobas de cafe: esta fabulosa cantidad la recoje con una regular cosecha sola la provincia de Rio: los diez millones de arrobas de cafe importaron treinta millones de duros, pues cada arroba se vende a 50 reales. El mercado principal que tiene el Brasil para dar salida a su cafe, es el de los Estados-Unidos de America, donde se vende mas de la mitad de lo que se recolecta. Los ferrocarriles que estan en construccion acreceran inmensamente tan luego como esten terminados la riqueza publica del Brasil, pues entonces sera facil y barato el trasporte del cafe desde las provincias del interior a los puertos del Brasil, trasporte que hoy se hace por medio de caballerias, con grandes dispendios y con el empleo necesario de mucho tiempo, porque ademas de ser grandes las distancias, faltan caminos. El azucar es otro ramo de riqueza, pero no promete grande porvenir, pues su condicion, inferior en mucho a la de la isla de Cuba y otros puntos de America, la mantiene en un estado de depreciacion continua. Lo que constituye y forma la riqueza de un pueblo, lo que dota a un pais de porvenir, ademas de los elementos naturales, es su poblacion, y esto es lo que principalmente falta al imperio de Don Pedro II. Sus viciosas leyes de colonizacion, su clima, los pocos atractivos que ofrece al europeo, la falta de garantias con que asegurar el cumplimiento de las promesas que se hacen por medio de sus agentes a los europeos que desean emigrar, son causas poderosas que retraen al europeo que desea emigrar al Brasil, cuyo pais, con un territorio inmenso, mayor que el de la Europa entera, cuenta hoy dia siete millones no completos de habitantes, de los cuales dos son de negros. Terminadas sus vias ferreas, y aumentada su poblacion, el Brasil tendra un riquisimo porvenir. Hay en el Brasil el partido constitucional partidario del Imperio, y el bando republicano. Como es un pueblo nuevo, que acaba de entrar en la vida publica de las naciones, tiene alguna sinceridad politica que sirve para que se practiquen en parte las formas representativas de su vida constitucional, unico modo de que el Imperio subsista. La politica que sigue en el exterior no tiene nada de constitucional; pretende imitar al mal llamado gobierno libre de los Estados-Unidos, y siguiendo sus huellas, hace, en la America del sur, lo que la republica de Washington en el Norte; predomina en los estados vecinos, influye en su politica y tiende al engrandecimiento continuo, aunque para ello sea preciso quebrantar leyes y atacar la independencia de los pueblos. Esta es la politica del Brasil con los gobiernos de Montevideo, Buenos-Aires y el Paraguay: aduladores torpes han hecho creer a los gobiernos de Don Pedro II que el Brasil podia y debia seguir la conducta de los Estados-Unidos; que debia hacer en el Sur lo que ellos practican en el Norte, y que siendo los dos pueblos mas fuertes de la America nada mas natural que marchar por el mismo camino. iError! ierror grosero! la raza anglo-sajona que puebla el Norte de America, no tiene analogia ni remota con la indefinible y degenerada latino-portuguesa que habita el Brasil. Los dos pueblos son diferentes en todo: en energia, en origen, en religion, en leyes, en costumbres: la actividad de los norte-americanos solo puede compararse, en lo grande, con la caracteristica pereza de los brasilenos: se diferencian en todo, absolutamente en todo: hasta los climas son opuestos. El Brasil no ensanchara nunca sus fronteras, nunca; si hasta hoy han podido sus diplomaticos ejercer alguna influencia en las republicas de la Plata, debelo exclusivamente al lamentable estado de constante perturbacion de sus gobiernos, a la anarquia completa que alli ha reinado hasta hoy. Si la Confederacion argentina se organiza bajo bases solidas de orden y progreso: si el Paraguay conserva su tranquilidad, el Brasil no ejercera influencia alguna: sus consejos serviran solo para los brasilenos: se encontrara rechazado, no lo dude un momento; si hoy es oido en Montevideo, manana sera desdenado; ese manana es el siguiente al en que se organicen gobiernos libres y estables. La vida en Rio Janeiro, mas cara que en ninguna capital de Europa, es muy poco agradable. El espiritu de sociabilidad, lejos de irse desarrollando, no parece sino que se recoje: faltan las reuniones, los bailes, los clubs, las recepciones, todos los medios, en fin, que se conocen en Europa para verse, conocerse, hablar, discutir. El extranjero que llega al Brasil tiene la seguridad de no ser presentado ni recibido en parte alguna: cada uno vive en su casa: esta circunstancia, unida a la de su clima, hace que todos los diplomaticos deseen abandonar el Brasil al poco tiempo de haber llegado. Faltan las bibliotecas, los museos, los monumentos, las Academias, todos los templos del arte y del pensamiento humano: la vida espiritual, la vida literaria no existe. En cambio, tiene la America el mismo apego que la Europa al dinero, tiene la molicie de sus vicios, con mayor intensidad; y al lado de su suelo esplendido, de su energica y lozana vegetacion, distinguese por su debilidad moral, su esterilidad inteligente; si, porque sobrepujando como sobrepuja a la Europa en corrupcion y decadencia moral, esta doscientos anos mas atras que la Europa en el noble camino del saber: esa es la America, la virgen, lozana y esplendente America. Cuando haya recibido la educacion literaria de la Europa, cuando se halle cruzada de lineas ferreas, cuando llegue el venturoso dia de la abolicion de ese gran crimen social que se llama esclavitud; entonces, que no ahora, sera la America un gran pais. Hoy esta trabajado por la sed del oro; carece de comunicaciones, y esta en la infancia del saber, porque como nueva que es en la vida publica de las naciones, necesita estudiar y crearse una historia y una literatura. Una de las visitas que el viajero no debe dispensarse en Rio Janeiro, es la del establecimiento de locos que esta situado frente por frente del paseo de Bota-fogo y a orillas del mar. Un majestuoso edificio de nueva planta, que podemos muy bien llamar palacio, de formas elegantes, de sencilla, pero gallarda apariencia, de solidez y extension, se levanta al lado del mar en el lindo sitio de Bota-fogo, y sirve para hospital de dementes. La primera observacion que me ocurrio, fue la de notar que careciendo el emperador del Brasil de un palacio, pues los dos que tiene con ese nombre no son mas que casas, es un gran pensamiento el de alojar a los locos en una soberbia morada. Ignoro si los brasilenos han advertido el contraste, en cuanto a mi, yo lo aprobe con toda mi alma, felicitandome de ver mejor alojados a los locos que al emperador; iojala sucediese lo mismo en todos los paises del mundo! los enfermos, los desgraciados, los dementes, necesitan indudablemente mas que los monarcas, las comodidades, el aseo, el aire sano, las grandes habitaciones: y en fin, yo entiendo que la desgracia es mas digna de un palacio, que todas las grandezas humanas. El establecimiento de locos de Rio Janeiro esta a la altura de una casa de la misma indole de Europa: grande, espacioso, bien situado, con excelente policia interior: cosa rarisima en el Brasil: con buen sistema higienico, con habiles profesores, con muy buena asistencia. Los hospitales estan tan bien regularmente comprendidos en el Brasil: en la capital existe uno bastante bueno, y se halla situado en un edificio de mas categoria e importancia que el palacio del emperador: es el unico edificio un poco monumental que hay en todo el Brasil; se llama Hospicio de Pedro II. La instruccion publica comienza ahora a insinuarse; siendo como son esclavos los infelices que constituyen la mayor parte de la poblacion del imperio, estan condenados a vivir como automatas. Los gobiernos tienen buen cuidado de no sacar al negro de su embrutecimiento, porque temen que con la instruccion aprendan que son libres y hermanos de sus opresores. Faltan libros, bibliotecas, museos, vida intelectual en una palabra. La mas elegante morada del emperador esta situada en Petropolis, especie de sitio real, a siete leguas de Rio Janeiro[35]. El camino se hace de un modo pintoresco y variado, en vapor por mar, en vapor por tierra, y en carruaje. Saliendo de Rio Janeiro el viajero se embarca en uno de los vapores que hacen la travesia, consistente en cruzar la bahia que dura cinco cuartos de hora: al desembarcar se toma el camino de hierro de Mana, que conduce hasta el pie de la sierra sobre la que se levanta Petropolis. La linea ferrea, mal construida, con detestables carruajes y pesimo movimiento, tiene la sola ventaja de ser muy corta, pues en media hora se recorre toda su extension: terminado el segundo viaje, se gravita la montana en carruajes tirados por cuatro caballos; el tiempo que se emplea es el de una hora, con lo que termina la expedicion. En Petropolis no hay nada que ver, absolutamente nada: es sitio de recreo por el viento fresco y puro que alli se respira: su grande altura es causa de que la temperatura sea fresca, eso es todo. Desde la cima de la sierra se alcanza el mar, las montanas y una deliciosa campina. En Petropolis, cuya poblacion apenas llega a 200 habitantes, tiene un lindo palacio el emperador y alli pasa generalmente los meses de diciembre, enero y febrero, que son los de mas calor. Para los viajeros hay dos hoteles regulares, el de Oriente y el Ingles: hay algunos paseos y caballos de alquiler. Los principales puertos del imperio son Bahia, Pernambuco, Santa Catalina, Parahiba, Paranagua, Para. Pernambuco, ciudad desaseada en grado extremo, con calles miserables y casas humildisimas y sin limpieza alguna, no vale la incomodidad de ser vista, y digo incomodidad, porque lo es y no pequena el desembarque en su puerto. Las olas estan constantemente furiosas, y aparte el riesgo que se corre es largo y dificil el trayecto, porque las embarcaciones anclan a bastante distancia de la ciudad. El viajero que no sea comerciante, dara una prueba de muy buen gusto no visitando la citada ciudad de Pernambuco, donde fuera de su comercio de algodon y cafe, no encontrara mas que una absoluta falta de limpieza. Reinan casi siempre en Pernambuco enfermedades malignas. Bahia, antigua capital del Brasil, no tiene de notable mas que su comoda bahia; la ciudad esta edificada sobre la falda de una montana y se presenta al viajero como en forma de anfiteatro. Las calles todas estan sin empedrar, sucias y en muy mal estado: hay un jardin modestisimo que llaman paseo publico, algunos edificios regulares, un teatro, tres o cuatro hoteles, dos paseos, y esmerado deseo de demostrar al extranjero que la limpieza no es el fuerte de los brasilenos; pues lo mismo en Bahia que Pernambuco y Rio Janeiro se distinguen por esa especialidad. En Bahia existe una universidad, a la que concurren muy pocos alumnos; cuenta con profesores brasilenos: y basta con esto, porque propiamente hablando, en el Brasil no hay mas ciudad que Rio Janeiro: las demas del imperio son aldeas de mayor o menor vecindario, segun la importancia de su comercio. El ejercito del Brasil, compuesto en su mayor parte de negros y mulatos, esta uniformado con toda la chocarreria posible, formando un divertido golpe de vista la formacion de sus batallones, donde juegan sin armonia todos los colores del arco iris. La marina empieza ahora a formarse, y el gobierno, comprendiendo que para la prosperidad del Brasil es absolutamente necesaria una regular armada, la fomenta y protege en cuanto puede. Como pais gobernado constitucionalmente, tiene el Brasil guardia nacional, que esta mejor uniformada que el ejercito. Uno de los adelantos positivos del Brasil es la popular institucion del jurado en materia civil criminal con que cuentan: como pais gobernado con formas representativas, tiene su parlamento, compuesto de dos camaras que periodicamente se reunen para dirijir con los ministros los asuntos del imperio. La prensa periodica goza de una libertad ilimitada, de la cual no hacen muy buen uso ciertos periodicos que tuve ocasion de leer, usando voces impropias que solo se hallan en el diccionario de las tabernas. Hay cuatro periodicos politicos en Rio de alguna importancia: el mas antiguo de todos es el _Diario de Comercio_. Las principales casas de comercio del Brasil pertenecen a extranjeros; como tambien los establecimientos mas lujosos y cuanto tiene fisonomia europea: la actividad de los brasilenos es limitada y corta, lo cual se comprende en razon a su clima y a las costumbres que han heredado de los portugueses. Las mujeres no son extremadamente agraciadas en general. El clima no es tan ardiente como generalmente se cree en Europa: solo tres meses del ano el calor se deja sentir con alguna fuerza, aunque siempre muy soportable: los nueve meses restantes, la temperatura es muy soportable, siendo buena sobre todo en los meses de mayo, junio, julio y agosto, que son verdaderamente primaverales y magnificos. Llueve con mucha frecuencia en los meses de mayor calor, con lo cual se tempera bastante la atmosfera, y el viento _Pampero_, que con mucha frecuencia sopla, refresca y purifica el aire. Hace treinta y tres anos que el Brasil se emancipo. En el Brasil existen todavia los frailes, lo cual es una verdadera calamidad, pues tienen en su poder una inmensa riqueza, que desamortizada haria prosperar el pais. El gobierno deberia decretar su venta inmediata; con ello ganaria mucho el Brasil, asi como con la supresion de los monjes, cuya institucion ha pasado. #BUENOS-AIRES Y MONTEVIDEO.# De Rio Janeiro a Buenos-Aires y Montevideo se emplean cinco dias en vapor. La vida es enteramente distinta que en el Brasil: el clima, las costumbres, la lengua, todo es diferente. La sociedad es facil y agradable: en Buenos-Aires, cuyo clima es delicioso, se cuentan algunos buenos edificios, cafes, hoteles, tiendas elegantes, muchos casinos, donde se reune una buena sociedad, excelentes paseos, dos teatros, hermosas mujeres. La agitacion politica en que por desgracia viven casi siempre es verdaderamente lamentable: el dia en que se organicen de un modo definitivo y estable, dotando al pais de la tranquilidad que necesita. Buenos-Aires sera una de las primeras capitales de la America del Sur. Su comercio empieza hoy a desarrollarse en grande escala: con los elementos de riqueza que posee puede llegar a ser mucho. Montevideo tambien es una ciudad alegre y animada: su fisonomia, semejante en un todo a la de Buenos-Aires, aunque en menor escala, dispierta tambien en el animo las mismas dolorosas reflexiones. Las convulsiones politicas que de luengos anos la agitan, casi sin tregua, se han opuesto a su desarrollo y prosperidad: con sus sitios y bloqueos, han caido por tierra algunos de sus edificios.... La poblacion se ha disminuido en vez de aumentar ... y dejando estas reflexiones, tristes para todos, y mas aun para un espanol, terminamos nuestro capitulo sobre America, haciendo votos sinceros por la prosperidad de la raza espanola que puebla sus regiones, raza noble, raza digna, que no puede perecer jamas, por mas que con sus desgracias haya hecho creer a la anglo-sajona del Norte que un dia la absorbera; no, no, ese dia es imposible, ese dia no llegara. #IMPRESIONES GENERALES# El viaje, que nosotros llamamos libro abierto de instruccion, donde tanto puede aprenderse: el viaje, que ensancha los horizontes de la inteligencia, recreando el animo, y ofreciendole siempre nuevos y variados teatros de observacion: el viaje, que completa la mejor educacion, que proporciona el inmenso jubilo de contemplar las bellezas de la naturaleza, de pararse aturdido y absorto delante de los prodigios que guarda en su seno: el viaje, que dotando de nuevos conocimientos al que estudia, permite analisis comparativos de las civilizaciones de los pueblos entre si; el viaje, que facilita el estudio de las costumbres, que dispierta el amor al estudio de las lenguas; el viaje, en resumen, es para nosotros la mas perfecta de las educaciones, el mejor de los placeres, nuestra mas decidida inclinacion. La idea sola de un paseo por Francia, Suiza, Italia, o cualquiera otro pais de Europa, nos produce una satisfaccion grande. Entrevemos, desde antes de comenzar el viaje, una serie de emociones nuevas a cual mas agradables. Los trajes, la lengua, los usos y costumbres, la naturaleza, multiple y una, se nos presentan con interes, con novedad, con encanto: nunca nos acordamos de las incomodidades que por precision deben soportarse viajando. Hoy, con las lineas ferreas que cruzan la Europa, con los excelentes hoteles que en general se encuentran, no hay penalidades que sufrir. Aparte de nuestra pasion por los viajes, del intimo convencimiento que tenemos de la instruccion que reportan, contamos con otra ventaja de mucha utilidad, que es la de amoldarnos instintivamente y sin estudio alguno, a los usos, costumbres, lengua y clima del pais donde nos encontramos. Sin dejar de ser nunca espanoles, nos hallamos como en nuestra patria, alli donde viajamos, acomodandonos facilmente a cuantas variaciones ofrecen entre si los pueblos, en su manera de vivir en sociedad, de hablar, de sentir. Cuando por regla general el que viaja, permanece como extranjero en todas partes, nosotros tenemos la ventaja de asimilarnos y convenirnos con los nuevos paises que visitamos, y esto se realiza, sin estudio, espontaneamente. De aqui el que tan bien nos encontremos en todas partes. Y a la verdad, cada vez que atravesamos una frontera, oyendo hablar una nueva lengua, observando otra expresion en las fisonomias, deteniendonos en las diferencias de trajes, un estudio agradable y provechoso comienza para nosotros, que con placer pretendemos conocer las dotes fisonomicas y particulares a cada una de esas grandes familias que se llaman naciones. Para muchos, la llegada a una ciudad de un pais extrano, que se visita por primera vez, es una impresion desagradable: porque en vano se cruzan calles y plazas pobladas de gentes que cruzan en todas direcciones: como que el viajero a ninguno conoce, como nadie le espera, como todas las fisonomias son nuevas, parece que entonces el titulo de extranjero entristece y desconsuela, haciendo sobre el animo una impresion dolorosa el estado de completo aislamiento en que se encuentra. Esto es lo que sucede a muchos, y en verdad que se comprende y explica; y no es menos cierto que esta circunstancia desalienta a algunos, que afectados por el silencio de amistad que se hace en su alrededor, sufren los primeros dias a la llegada a nuevas poblaciones. Muy diferente es la impresion que nosotros recibimos al entrar en una ciudad desconocida. Sin que pretendamos, ni por asomo, hacer una protesta ridicula de excentricismo, nosotros, para ser veridicos, hemos de consignar que al contrario de lo que a muchos sucede, tenemos una singular complacencia en experimentar lo que hemos apuntado antes. Las fisonomias nuevas, la seguridad de que nadie nos espera, el nuevo modo de hablar con que satisfacen nuestras preguntas, todas las diferencias de detalle que siempre se observan en un pueblo que uno visita por vez primera, nos sirven de ocasion para estudios amenos, nos prestan asunto para observaciones, nos distraen y entretienen agradablemente. Tan luego como entramos en una ciudad que desconocemos del todo, y un cuarto de hora despues de establecernos en un hotel, salimos a la calle, y sin guias, sin _commissionnaires_, solos completamente, avanzamos en la direccion que mas nos place. A la vista de un monumento, de una iglesia notable, de un edificio de valia, nos detenemos a visitarle, penetramos en los templos, vamos a los sitios de concurrencia, observamos por todas partes. Este es nuestro sistema, este nuestro particular placer: si como yo confieso, no es del gusto de todos, a mi me produce agradables impresiones, esa es la verdad. Los que viajan con un guia en la mano reciben solo de rechazo las ideas, juzgan con prevencion, hablan como el libro, y carecen del exquisito placer de recibir emociones directas. Antes de que penetren en una ciudad, el _Guia del Viajero_ que sin cesar hojean, les cuenta ya el numero de edificios notables que es preciso visitar, la arquitectura especial de cada uno, el hotel a que se dirigen, las curiosidades dignas de ser vistas; en una palabra, reglamentan las visitas del viajero, le senalan el metodo que debe observar, le comunican apreciaciones y juicios previos, y le quitan la hermosa facultad de juzgar por sus propios ojos, de sentir por sus afecciones, de pensar segun su juicio, de apuntar notas que le dicten su gusto propio y su criterio particular, le anulan el viaje, le desencantan de antemano, le roban la ilusion de la novedad. Comprendo sin dificultad que muchos viajeros, quiza la mayor parte, juzgan y ven por si mismos, sin adoptar las opiniones del redactor del _Guia_: ya se que no todos se atienen a lo que leen; pero a pesar de todo su buen deseo de juzgar por si, de ser independientes en sus observaciones, siempre hace algun efecto la lectura de las descripciones, la pintura de las costumbres y el juicio general de las costumbres y usos del pais. Con mi sistema de viajar, yo no siento mas emociones que las que directamente recibo de las personas que trato, de los monumentos que contemplo, de las costumbres que observo. Juzgo todo sin el agente intermediario del _Guia_, segun lo que veo, segun lo que siento. De este modo disfruto mas, porque sabido es que cuando se conoce de antemano y por descripciones una ciudad, el encanto del misterio y la completa ignorancia de lo que es, que permite a la imaginacion crear paisaje y cuadros variados, desaparece por completo y no puede tener lugar. Aun en las grandes ciudades sigo el mismo orden: el azar y la casualidad son mis guias, sigo las calles que mejor me parecen, buscando las sorpresas agradables y pidiendo solo a la casualidad la ocasion de los monumentos. Recuerdo perfectamente que en mi primer viaje a Londres, tuve la satisfaccion de encontrarme de improviso, y sin sospecharlo siquiera, frente a frente del suntuoso y admirable edificio del Parlamento. La emocion magica que experimente contemplandole, de seguro que no la hubiera apreciado en su grande valor, si hubiese salido del hotel acompanado de un _cicerone_, que en el camino me hubiera descrito el edificio, ponderado la severidad de su gotica arquitectura y dadome una idea de su grandeza. He aqui porque huyo siempre de las noticias y descripciones anticipadas, quiero recibirlas por mi mismo. Apuntadas brevemente mis impresiones generales en los viajes, y recojidos mis extractos y notas, aunque en desordenada redaccion, terminamos este libro, sin pretensiones escrito. La ingenua y antigua usanza de reclamar el autor en la primera pagina de su obra, la indulgencia del lector, ha caido en desuso desgraciada o afortunadamente. Aun a riesgo de aparecer desafecto a la moda actual, recomiendo aunque tarde mi humilde libro a la benevolencia de quien le hojee, ora sea con distraccion. Este breve compendio escrito de mis excursiones por Europa y America, traduce dos sentimientos, implica un doble deseo: levanto mi debil voz en esta estruendosa Roma moderna, que se llama Paris, para dar a conocer mi querida patria, y me cumplo la deuda que al comenzar mis viajes contraje de recojer mis impresiones y publicarlas. Temo que mi voz se apague en el ruido y sospecho que este libro no esta cuidadosamente escrito: me queda sin embargo mi buen deseo. Paris, abril 1858. #FIN.# #INDICE.# A mi querido amigo el Sr. D. G. PETANO Y MAZARIEGOS De como un prologo es a veces necesario Espana Francia Paris Suiza Berna Inglaterra Italia Turin Alemania Viena Portugal America Brasil Buenos-Aires y Montevideo Impresiones generales [Footnote 1: Que dan ocupacion a 60,000 obreros.] [Footnote 2: Segun la estadistica publicada por el _Moniteur_ en julio de 1857, no han podido firmar sus contratos matrimoniales, por no saben leer ni escribir, _la tercera parte de los hombres y la mitad de las mujeres_.] [Footnote 3: Hoy se va de Bayona a Burdeos por camino de hierro.] [Footnote 4: Es inmenso, atraviesa el corazon de Paris, termina en la plaza de la Bastilla.] [Footnote 5: Merece una visita especial el colosal e imponente de las Hales, el mas vasto y elegante de Europa.] [Footnote 6: La columna esta fundida con los canones que se tomaron en la batalla de Austerlitz.] [Footnote 7: Yo no participo de esa opinion. La Rachel vivia cuando yo visite por vez primera el teatro.] [Footnote 8: En los portales de todas las casas se leen los nombres de los inquilinos que las habitan: al lado de cada nombre se halla el tirador de la campanilla que corresponde al cuarto.] [Footnote 9: Hoy se va en camino de hierro hasta cerca de Berna.] [Footnote 10: El mejor hotel de Basilea es el de los tres Reyes, con una galeria sobre el famoso Rin.] [Footnote 11: Todas las casas de beneficencia e instruccion en Suiza son lo mejor de Europa.] [Footnote 12: Junto al lago de Thun se celebra la renombrada fiesta federal.] [Footnote 13: Cercado por elegantes casas y palacios, aspecto de Paris, le cruzan varios puentes.] [Footnote 14: En la capital de este canton hay un magnifico archivo de manuscritos.] [Footnote 15: Las tradiciones aristocraticas de algunos cantones, que las municipalidades sostenian, han dejado de existir.] [Footnote 16: En sus numerosos clubs.] [Footnote 17: Donde oi al pueblo el celebre _Go to church_.] [Footnote 18: Hasta en la manera de llamar a las puertas se distinguen los ricos de los pobres; iesa es la libertad inglesa!] [Footnote 19: Visite el celebre tunel que se halla al pie del puente de Londres, obra innecesaria y de puro lujo.] [Footnote 20: Cerca de Fluelen, Altorf, patria de Guillermo Tell, con una fuente en honor suyo.] [Footnote 21: Tiene otras dos ciudades el Tesino, que son Lugano y Locarno; Bellinzona es la capital.] [Footnote 22: El puente de Rialto fue construido por Antonio de Porte.] [Footnote 23: Ludovico Manini estaba a la cabeza de la republica veneciana cuando esta fue muerta por Napoleon en 1799.] [Footnote 24: En la plaza de San Carlo, un monumento dedicado a Manuel Filiberto, muy bueno, obra del escultor Marrochetti.] [Footnote 25: Aconsejo tambien al viajero que visite en Turin la galeria Beaumont, soberbia coleccion de armaduras de los condes de la casa de Saboya.] [Footnote 26: Solo merece verse la capilla del Sudario en la catedral de San Juan; tiene una boveda de marmol negro, bastante notable.] [Footnote 27: Cuando yo cruce la Saboya, Eugenio Sue se hallaba establecido en un pueblecito cerca de Chambery.] [Footnote 28: Cerca de Chambery, visite los sitios que describe y habito Rousseau, entre ellos la casa Charmettes, donde pasaron sus amores con madame Warens, muchos recuerdos de Saboya.] [Footnote 29: La que existe en Dresde, capital de la Sajonia, es mucho mejor y mas rica.] [Footnote 30: Por ejemplo la nueva de Maximiliano, adornada con una soberbia estatua dedicada al general Devoy.] [Footnote 31: En una plaza cuyo nombre he olvidado se levanta un obelisco de bronce, en memoria de las guerras con Napoleon.] [Footnote 32: En esta misma universidad de Munich, estudio el celebre filosofo Schelling.] [Footnote 33: Este vapor, botado al agua en 1836, ha sido el primero que se ha construido en Europa de 2500 toneladas, y el primero que de sus dimensiones hizo viaje a America.] [Footnote 34: Madera puede decirse que es una isla inglesa, tantos son los ingleses que alli residen.] [Footnote 35: Hay en Petropolis una colonia alemana.] End of the Project Gutenberg EBook of Viajes por Europa y America by Gorgonio Petano y Mazariegos *** END OF THIS PROJECT GUTENBERG EBOOK VIAJES POR EUROPA Y AMERICA *** ***** This file should be named 13492.txt or 13492.zip ***** This and all associated files of various formats will be found in: https://www.gutenberg.org/1/3/4/9/13492/ Produced by Paz Barrios and the Online Distributed Proofreading Team. 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